Siempre serás tú (Camren Fanfic)

Capitulo 23

Hice malabares intentando sacar las llaves del bolsillo trasero de mis jeans cuidando de que lo que había comprado no se estrellara contra el suelo. Sería una gran pérdida.

Escuché un sollozo desde adentro deteniendo todos mis acrobáticos movimientos.

-"¿Lauren?" – Murmuré confundida.

Terminé de sacar las llaves con una rapidez impresionante logrando por fin abrir la puerta. Observé cada pequeño espacio de mi sala de estar para fijarme por completo en Lauren. Estaba hecha un ovillo en una de las esquinas abrazando sus piernas mientras escondía su rostro entre éstas. Su pecho se azotaba debido a los sollozos dejándome confundida. Coloqué las bolsas en el suelo dando unos cuantos pasos hacia la ojiverde que al parecer no se había percatado de mi presencia.

-"¿Lauren?"- Murmuré esta vez un poco más fuerte. Sus sollozos se detuvieron al instante. Sus ojos se estrellaron contra los míos, sus pupilas estaban dilatadas, sus ojos hinchados y rojos debido a las lágrimas, el verde, ahora opaco, de sus ojos solo transmitía miedo, dolor. Ella estaba aterrada y no entendía porqué. –"¿Qué su..." – Se levantó para luego correr literalmente hasta mis brazos dejándome las palabras atoradas en la garganta. Su cuerpo chocó dolorosamente contra el mío pero no me quejé. Su rostro se escondió en mi cuello, mis manos de forma automática abrazaron su cuerpo protegiéndola de todo. –"¿Por qué estas así Lauren?" – Pregunté con miedo de su respuesta.

-"Tú..." – Su voz se quebró al instante. –"Lo siento por todo lo que hice." – Se disculpó sin mirarme. –"Yo desperté y... Y tú no estabas." –Intentó respirar –"Yo pensé que te habías ido, que no querías estar conmigo." – Concluyó aferrándose a mi cuerpo.

-"No Lauren..." – Calmé levemente.

-"¿Por qué no me dijiste que debías salir?" –Preguntó sin apartarse de mí.

-"Tú necesitabas descansar Lauren,  solo fui por helado para los waffles y algunas pastillas para el dolor de cabeza"- Informé mientras ella se alejaba levemente frunciendo el ceño.

-"Me duele la cabeza." – Contestó como niña pequeña haciéndome reír.

-"Ayer bebiste mucho más que en toda tu vida Lauren." – Contesté fingiendo enojo.

-"No te enojes conmigo." – Murmuró mirando sus manos.

-"No estoy enojada contigo cariño." – Sonrió. –"¿Quieres ayudarme con los waffles?" – Pregunté sacando el helado.

-"Me encantaría." – Dijo recobrando su compostura y secando cualquier rastro de lágrimas. Ella tomó la bolsa que descansaba en el suelo encaminándose a la cocina pero la detuve.

-"Quiero que estés segura de mi. Quiero que estés segura de que al igual que tú, también quiero todo contigo. No voy a irme. No voy a irme ante una pelea o un mal momento." – Su mirada estaba fija en la mía –"Aunque sé que no deseas nada más que cuidar de mi, eres tú la que necesita sentirse protegida. Cariño, yo siempre tuve el apoyo de mi familia y amigos, crecí rodeada de un amor incondicional que agradeceré toda mi vida, pero sé que tu no lo has hecho, no has tenido quien se preocupe por ti, quien te enseñe el valor tan inmenso de tu alma, de tu corazón." – Sus ojos reflejaban el dolor que había estado guardando por tanto tiempo, sonrió entre lágrimas mientras negaba levemente. –"Sé que tomará tiempo y será un camino largo, pero te enseñaré lo que eso se siente" – Recordé parte del poema que había escrito esta mañana y sin descubrirme mucho pero queriendo expresarlo para ella, cite una de sus partes –"Has nacido para que te quieran y yo he nacido para quererte".