Capitulo 11

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Saqué torpemente las llaves de mi bolsillo haciendo que mi teléfono resbalara cayendo con un golpe seco hacia el suelo. Lauren lo tomó susurrando un "Auch" mientras yo abría la puerta sin darle mucha importancia, no era la primera vez que pasaba. La verdad es que no sabia como mi teléfono aún estaba vivo luego de todos los atentados sufridos en su contra.

Entré con ella a mis espaldas, dejando mi mochila guindada a un lado de la puerta. Caminé hacia la cocina y volteé para hacerle una seña a Lauren para que me siguiera cosa que sin dudar hizo. Se sentó en una de los banquillos de la encimera mientras yo servía refresco en dos vasos entregándole uno de ellos a Lauren para sentarme frente a ella.

-"¿Te he dicho que me agrada tu casa?" – Preguntó antes de dar un sorbo. Negué sonriendo –"Pues me agrada tu casa." – Sonrió detallando cada parte que era visible para ella –"Es raro pero es muy tú, estás reflejada en cada rincón" – Concluyó bebiendo otro poco.

-"Creo que me he centrado en hacerla cómoda para mi, he querido que sea como mi santuario, es por eso que hay tantas frases en esa pared." – Señalé hacia la pared cubierta de frases y ella sonrió.

-"Me agrada." – Dijo simplemente.

-"¿Qué película quieres ver?" – Le pregunté antes de dar un sorbo de mi bebida.

-"¿Qué opciones tienes?" – Me encogí de hombros levantándome aún con el refresco en mi mano, ella copió mi acción mientras me seguía por el pasillo que daba a mi habitación.

Las paredes estaban pintadas de blanco mate, en una de las paredes estaba plasmado el dibujo de la luna y el sol. La ventana estaba cubierta por una larga y gruesa cortina que eliminaba cualquier rayo de luz que se atreviera a interrumpir mis mañanas. Mi cama estaba situada en el medio pegada a la pared de la ventada. Dos mesitas de noche negras descansaban a cada lado de la cama junto con unas lámparas con tonos negros y blancos. Había una alfombra negra igual al pie de la cama. En la pared consiguiente estaba una puerta blanca que daba a mi armario. Frente a la cama se encontraba una tv y debajo de éste un pequeño estante negro al igual que las mesitas de noche lleno de películas, en su gran mayoría, románticas.

-"Admito que no imaginé tu habitación así." – Dijo simplemente y volteé para verla.

-"¿Ah si?" – Reí –"¿Y como la imaginabas?" – Pregunté sin apartar mi vista de ella.

-"De tonos rosados con ponis y una cama de princesa." – Dijo seriamente. Sin poder evitarlo reí hasta sentir mi estomado doler.

-"Oye." – Me quejé en cuanto pude hablar –"No soy una bebé de cinco años." –Hice pucheros.

-"Estas contradiciéndote totalmente al hacer pucheros pero joder." – Negó levemente dejando escapar una risita. –"Me encanta." – Finalizo mirándome.

Sentí el rubor crecer en mis mejillas y desvié la mirada de ella para evitar una vergüenza mayor.

-"¿Por qué siempre me desvías la mirada cuando digo algo tierno sobre ti?" – Me preguntó. Sentía su mirada taladrándome la espalda.

-"Creo que nunca he sabido como sobrellevar o aceptar ese tipo de cosas" – Dije simplemente antes de sentarme en el suelo frente a las películas.

Ella se quedó parada observándome, sin decir absolutamente nada. Segundos después se sentó a mi lado olvidando la conversación, cosa que agradecí inmensamente.

-"Sé que las películas románticas no son tu fuerte así que descartaré cada una de ellas." – Dije riendo mientras comenzaba a alejar la cantidad de películas románticas que tenía.

Siempre serás tú (Camren Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora