La estela de su vida (Pablo Alboran)

Capitulo 5/ Mi miedo se hace realidad

Toda la noche me la pase cuidando a aquel perro que sin saber porque me había llegado al alma, por eso no me separe de su lado en toda la noche. Dormí 1 o 2 horas como mucho, ya que todo el tiempo estaba pendiente del perro por si me necesitaba, pero por lo menos el necesito mi compañía y mis cuidados toda la noche.Tenia pensado que al llegar Nuria irme a mi casa a explicarle lo que había pasado a Shaila ( a la que llame horas después de lo que paso para darle la dirección de mi casa y que se quedara allí hasta que yo pudiera regresar y explicarle todo al milímetro) pero decidí quedarme allí porque ese día también volvería a el dueño misterioso al que iba a sonsacar nombre porque o sino me meto en graves problemas.

Como siempre no me equivoce y a la media hora llego el dueño muy preocupado por su perro, la verdad por un lado sentía lastima y pena porque yo pase por una cosa parecida no con mi perro si con el de una amiga, ya que a su perro se le quería mucho por todo el mundo.Pero mi trabajo consiste en sobretodo es mantenerse con la cabeza bien alta ante estas situaciones que superan a la persona mas cruel y despiadada, por eso cuando le conté todo al señor y vi su reacción tan triste me acerque a el y sin saber por que lo abreza, pero lo que mas me impresiono es que recibió mi abrazo como algo esperado hace mucho tiempo que no llegaba pero que yo le proporcione, no se si por lastima y pena o por otra cosa de la que no me había dado cuenta.

Justo en ese momento el tacto de sus manos me resulto familiar no de haberlo tocado mucho pero era un tacto que había tocado unas contadas veces pero que para mi era tan especial que nunca lo he podido olvidar, fue entonces cuando me separe de repente porque se me imaginaba algo que no podía ser cierto así que se lo pregunte directamente a el hombre no pensando que me iba a contestar pero si pensando en su reacción para ver si mentía o me decía la verdad.

YO-Le puedo hacer una pregunta.

El me levanto en pulgar en señal de afirmación.

YO-Es usted Pablo Alboran.

En ese momento el señor se quedo parado por lo que me hizo pensar que todas mis sospechas eran ciertas. Y sin recibir respuesta ya sabia que mi gran miedo de encontrarme con el, y por tanto con el amor que sentí alguna vez por el se hacia realidad.