Ya de vuelta en la casa no volvimos a hablar, porque me fui directamente a mi habitación y cerré la puerta con llave para que no se le ocurriría venir a hablar conmigo a mi habitación, pero tendría muy poco suerte ya que minuto me quede dormida. Al día siguiente me desperté mas tarde de lo común porque era sábado y no tenia que hacer nada, era mi día de descanso así que lo iba a pasar o en casa o dando un paseo pero me ocuparía de que fuera sola, pero tuve mala suerte porque al levantarme estaba ya en la cocina él, y estaba segura de que si salia o me perseguía o no me dejaba salir hasta que le dijera que se podía venir conmigo, pero alomejor al ser sábado a quedado con sus amigos y no se vendrá conmigo, quería eso solo para que no sacásemos ningún tema incomodo, los cuales nos han inundado en todas las salidas que hemos echo los dos juntos. Decidí no decirle nada pues seguro que dentro de poco se iba y yo me podría ir tranquila.
PABLO-Bueno yo me voy.
YO-Vale pasatelo bien.
PABLO-No se si podre.
YO-Porque .
PABLO-No por nada adiós.
YO-Adiós.
Era el momento que estaba esperando me subo arriba corriendo me visto y me salgo de la casa, casi sin desayunar pero quería estar en un sitio apartado de todo sola con mis pensamientos, era el momento de descubrir lo que por mi cabeza a pasado tantas veces pero sin ser exactamente correcto, era el momento de descubrir lo que me pasa de verdad. En muy pocos minutos me encontré en un sitio muy apartado donde relajarse no era un gran problema, me tumbe a la sombra de una palmera y cerré los ojos, imágenes de lo sucedido los días de atrás se agolpan a mi mente y los recuerdos me inundan, pero lo que relaciona esos recuerdos es que en todos aparece Pablo y que cada vez que los recuerdo sonrió inmediatamente. Cuando abro los ojos le veo, enfrente de mi, mirando al infinito sin darse cuenta de que estoy yo detrás de el. A pocos metros delante de mi se encuentra Pablo, al parecer su plan era el mismo que el mio, olvidarse del mundo por un día, así que para que no se moleste le dejo y no le digo nada, continuo en mi mundo, pero es demasiado tarde el ya se ha dado cuenta de que estoy detrás y tiende a levantarse dirigiéndose a mi con su permanente sonrisa, nunca me lo puedo imaginar enfadado o llorando pero por sus ojos rojos hinchados se le ve que a estado llorando mucho y la verdad me hubiera gustado haber estado ahí para consolarle y saber lo que le hace llorar de esa manera, la cual me rompe el corazon. Cuando ya esta lo suficientemente cerca para que solo nosotros nos podamos oir le digo.
YO-Porque llorabas.
PABLO-Que yo no estaba llorando.
YO-Por favor no me mientas, tienes los ojos rojos y hinchados .
PABLO-Bueno si estaba llorando contenta, ya lo sabes.
Entonces coge e hace el intento de irse y digo hace el intento porque le cojo del brazo corriendo y veo una lagrima caer por su mejilla, jamas había sentido tanta angustia como en ese momento, pero para que el tampoco me vea llorar me lo acerco a mis brazos y lo abrazo fuertemente como hizo él el día del veterinario, el día que me aferre a el para parar de llorar pero sabia que esto era un llanto ocultado durante bastante tiempo, por eso sabia que el necesitaba un abrazo, cuando se apoyo en mi brazo no pudo aguantar as y se echo a llorar tanto que al momento yo también me puse a llorar, el necesitaba a alguien con quien desahogarse y yo necesitaba sentir que aquella persona no era una extraterrestre, que tenia sentimientos que, aunque suena cruel el también sufría y lloraba, que no era de piedra, que esa sonrisa no estaba siempre, ya tenia claro lo que me pasaba y estaba segura en decírselo en cuanto se tranquilizara, al final no he podido disfrutar de la soledad de la playa pero si e podido descubrir todo lo que en mi interior escondía.
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La estela de su vida (Pablo Alboran)
Teen FictionEstela se encuentra en Madrid donde recibe la noticia de que se tiene que desplazar a Malaga por el trabajo en donde su vida cambiara por completo por salvar la vida del perro de alguien muy especial...