Capitulo 31 \ Pensando en una solucion

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No podia decir nada, me habia bloqueado, era eso lo que mi corazon estaba esperando, pero mi cabeza no queria escuchar, no me lo podia creer, pero era verdad, no estaba soñando, porque en parte parecia un sueño del que nunca querer despertar. Su mirada me traspasaba y me hacia indefensa, a el no le podia mentir.

YO-Pero muchas cosas nos separan Pablo.

PABLO-Jejeje si pero muchas otras nos unen, asi que te dejo pensarlo hasta que termine el concierto, cuando termine vente a la entrada y me das tu respuesta- me deja de hablar en voz alta y me dice al oido "espero, por tu bien que sea una respuesta positiva porque osino soy capaz de secuestrarte y no soltarte hasta que me digas que si" eso me hace que se me escape una sonrisa que era mas grande y honda de lo que aparentaba en el esterior.

Me dirigi (muy a mi pesar) a mi sitio en la cola, donde me estaban esperando Raquel y Lia, y como de costumbre me preguntaron que me habian regalado, yo lea dije que algo insignificante pero no se lo creyeron, aunque se cayaron porque me bieron sin ganas de hablar de nada.

Poco despues ya empezaron a abrir la puerta para entrar la gente, y como estabamos las primeras y los guardias nos conocian abrieron nuestra puerta. Cuando abrieron Lia y Raquel se echaron a correr mientras que yo iba andando tranquilamente ya que lo que ellas deseaban en todo momento (estar en primera fila) yo lo queria evitar continuamente porque en esos momentos tenia que pensar una solicion y con Pablo delante no podia decidir bien ya que el me estaria mirando y suplicando con esa mirada y esa sonrisa que deriten a cualquiera. Pero sin darme cuenta Raquel se dio la vuelta y me obligo a correr por lo que llegamos las primeras, encima en el medio. 

Pasaron mas de 2 horas hasta que empezo el concierto y cuando llego el momento de que Pablo saliera  al escenario mis nervios se iban poniendo a flor de piel, por fin llego el momento, empezo a sonar la musica y, detras de todos los instrumentos que estaban en el escenario hay estaba él y en mi interior latia la posibilidad de que él me habia visto y no paraba de mirarme, dentro de mi sabia que en varias horas me iba a encarar en un enfrenramiento épico entre la razon y el corazón, porque tenia que tomar una decision.

La estela de su vida (Pablo Alboran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora