"La Mayor Prueba de Mi Amor"

Capítulo Vigésimo

Habitación de Hospital 

Las puerta se abrió y entró Loreto... Inés estaba de mejor color y aunque le dolía ya se sentía con fuerzas para desear irse a casa con sus hijos. Ella lo miró y el llevaba un ramo de rosas rojas, el nunca había entendido que las rosas rojas no eran sus favoritas. 

- ¿Cómo estas? 

- Adolorida... Pero mejor. 

- Son para ti - dijo extendiendo las flores. Ella asintió y le regaló una sonrisa agradecida, el las dejó sobre la cama, y le tomó la mano, acariciandola - Inés... 

- Loreto por favor.. No sigas con esto. 

- Inés escuchame... Te amo. Te amo desde siempre y si tan solo lo vieras me darías unas oportunidad. 

Victoriano iba llegando, pero se detuvo al escuchar a Loreto declarar su amor, sintió que le hervía la sangre y quiso matarlo. 

- Si tan solo me amaras de verdad, comprenderías que toda tu actitud me causa daño, me trae problemas... 

- ¿No recuerdas lo que tuvimos? ¿Como fuimos felices?

- Pero quedó en el pasado, Loreto. Tu acabaste poco a poco lo que yo sentía por ti. Con tus celos y peleas. Y yo.... 

- Decidiste cambiarme por Victoriano. 

- Sabes que no fue así. 

- Hasta Elisa esta consciente que él no es lo mejor para ti. Mirate por su culpa estas aquí. - Inés sacudió la cabeza con tristeza. 

- Has estado convenciendo a mi madre que Victoriano es el peor ser del universo. Tan solo buscando que yo regrese a ti - él se acercó desesperadamente a ella 

- Te amo y haría cualquier cosa por tenerte de nuevo - Victoriano estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba. 

- Así como se lo dije a mi madre, te lo digo a ti Loreto, Amo a Victoriano y no necesito replantearme mi vida. No me tendrás Loreto... Porque no te amo. Creí que lo entendías, cuando amas a alguien solo puedes ser feliz si esa persona lo es. Y yo no te amo, si me amas te mantendrías al margen y me dejarías ser feliz al lado del hombre que amo. - Loreto bajó la cabeza y respiró hondo. 

- ¿No hay algo que pueda decir o hacer para que cambies de opinión? 

- Nada... Pero tu puedes ser feliz también, solo que yo no puedo ser quien te ayude a serlo. Perdoname Loreto. - Loreto asintió cabizbajo. Victoriano entró a la habitación y el ambiente podía cortarse con un cuchillo. 

- Loreto... ¿Qué haces aquí? - Inés miró a Loreto alarmada y este le sonrió de medio lado. 

- Vine a despedirme... Y a ver que Inés estuviera bien. 

- ¿A dónde vas? 

- a Miami... Desde allá podré vigilar todo lo de la procesadora. ¿Supiste algo del caso del fraude? 

- Acaba de llamarme el detective, Elias Villaroel declaró en contra de Diana Elisa, sin saber que ella había muerto. Ella le pidió que realizara las transacciones, le aseguró protección, y mucho dinero. Cuando fue atrapado, ella le juró lo sacaría, pero no cumplió, sino que buscó la manera de hacer las transacciones ella, y lo hizo por medio de Vicente. 

- ¿Vicente saldrá en libertad?- preguntó Ines. 

- Esta misma tarde, iré a verlo, solo vine a ver como estabas. 

- Deja que yo vaya... Inés... Ella te necesita. - Loreto lo dijo con dificultad. Tarde se había dado cuenta que Inés era la mujer que necesitaba, solo cuando el ya no podía tenerla. Loreto salió de la habitación.