Capítulo 1: My Love

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Nota del Capítulo: Este fanfic tendrá calculo yo unos 14 capítulos, 16 a lo sumo (espero que no se extienda más). En realidad, en su origen, eran oneshots de tipo songfics, unos cuantos. Como veréis, tienen los títulos de las canciones de B1A4, porque cada título de la canción, tiene que ver con su letra y lo que pasaba en cada oneshot. Sin embargo, revisando, me he dado cuenta que quedaba mejor como fic. En teoría es un fic dramático. Estoy acostumbrada a manejar la parodia, por lo que puede que no salga muy bien el experimento... La historia del primer amor, los rechazos, el problema de mantener la amistad cuando a veces los amores son unilaterales... De todo esto habla el fic. Quería tratar historias más "realistas" sobre cómo son las relaciones humanas en realidad, y no tan edulcoradas como los fics que leo sobre mis grupos favoritos. Espero que os guste y os convenza. Aclaraciones del capítulo: Cada capítulo del fic está narrado desde el punto de vista de cada uno de los banos. Este primero lo narra CNU (aunque queda muy obvio, pero, por si acaso aclaro).

Aquel pasillo se me antojaba interminable. A mi lado, el CEO me guiaba hasta una sala, donde supuestamente me esperaban los que iban a ser mis compañeros de trabajo en el futuro.

Por un lado estaba, muy, muy emocionado. Por fin iba a ver cumplido mi sueño de formar parte de un grupo y poder cantar ante un público, de modo profesional. El sueño de mi vida desde que tenía uso de razón.

Cualquier adolescente normal diría que estaba loco por sacrificar mi juventud en un sueño que podía salir más mal que bien, en el competitivo mundo del K-pop. Además, era una compañía muy pequeña y prácticamente debutaría con nosotros en este titánico mundo de la Ola Hallyu. Tenía todas las papeletas para fracasar y darles más motivos para machacarme aún más todos aquellos que se reían de mí en el pueblo. Pero no me importaba. Quería cantar, quería hacer mi música y que esta llegase al mayor número de personas. Mi familia y el que consideraba como mi mejor amigo me apoyaban y eso me había dado la confianza que nunca he tenido para seguir.

Pero por otro... estaba aterrado. Estaba acostumbrado a Jooyoung, mi mejor amigo (y el único que tenía en realidad) y, durante mucho tiempo, mi compañero en esta aventura de la música. Hasta habíamos participado en concursos haciendo dúos y siempre nos habíamos presentado a la vez (de forma individual o juntos, a las pruebas de las compañías o festivales). Pero cuando nos presentamos a aquel festival a él no le cogieron y a mí sí. Nunca me había sentido más perdido en mi vida, porque en lugar de escogerme por algún talento, resulta que me cogieron por mi sonrisa. ¡Qué ironía! Toda mi vida sufriendo insultos por estos dientes de conejo y por llevar gafas en el colegio y van y me contratan por eso mismo... Estuve a punto de renunciar, pero Jooyoung me dijo que estaba loco si lo hacía. Que ya lograríamos nuestros sueños y, cuando lo hiciéramos, ya encontraríamos la manera de trabajar juntos.

Nunca he sido muy sociable. En el colegio mis compañeros no se acercaban a mí porque decían que era inexpresivo. Lo era por mi propia supervivencia. Ponía cara póquer para demostrarles que aquellos insultos no hacían mella en mí, pero que me destrozaban y me hacían cada vez más inseguro. Como veían que eso no surtía efecto, optaron por ignorarme. Aquello era peor aún. Ser invisible en una clase es como no existir para nade. No tuve muchos amigos en mi infancia, por no decir que ninguno. Por ello me refugié en la música. Afortunadamente, en mi casa todos eran amantes de la música tradicional. Desde mis padres, hasta mi hermana. Podría decirse que la música fue mi única razón y la única manera que he encontrado para expresarme a lo largo de mi existencia.

Cuando crecí, me di cuenta de que no me gustaban las mujeres, sino los hombres y mi inseguridad en mí mismo y el miedo a ser descubierto creció exponencialmente. Así que opté por controlar todas mis emociones para no mostrar ninguna. La adolescencia, esa etapa terrorífica, en la que aún sigo atrapado, es terrible. Convenciones sociales, un pueblo... Sí, me obligaba a mí mismo a salir con chicas que no me llamaban la atención para no dar a pie a comentarios que pudiera afectar a mi familia, pero ellas acaban siendo mis mejores amigas y me dejaban precisamente por eso. Por ser demasiado blando o porque era inexpresivo. Tampoco me importaba demasiado que me dejasen. Me sentía aliviado y liberado de aquellas relaciones sin sentido en las que se supone que tienes que ser atento, amable y cariñoso con la otra parte... pero en las que no sentía más que miedo a ser descubierto, agobio, incomprensión y vacío. A decir verdad, no sé lo que es amar. Ni tampoco sé lo que es ser amado. Conozco la teoría, pero no he vivido la práctica. Y cada día tengo más miedo de que la práctica aparezca de repente, en el momento más inoportuno.

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