Only One

Capítulo 11: How many Times

¡Bueno! Tenemos final feliz para el badeul, ¡por lo menos! El fic entra en su recta final... ¡Sólo quedan tres capítulos más, aparte de este que publico hoy! Tranquilidad, todo irá "cerrándose" poco a poco. Ahora a leer a Baro, que tiene cosas muy interesantes que contarnos...

Debía estar durmiendo, pero no podía. Sabía que era tarde y estaba mortalmente cansado. Mas su cerebro estaba totalmente hiperactivo, empeñado en hacerle recordar las líneas que se tenía que aprender para el rodaje de la mañana. También eran los nervios, el estrés y el cargo de conciencia haciendo de las suyas en Baro. Por eso estaba en la cama, descansando al menos su cuerpo; con un oído escuchando una tenue conversación al otro lado de la pared, seguramente eran el maknae y el líder de charla nocturna, y el otro con un auricular escuchando radio Simsimtapa, por donde se oía la voz nerviosa y tímida de CNU. A su lado, un cuerpo calentito estaba aferrado a él, como si fuera a escapar a algún lado mientras dormía. No pudo evitar sonreír con cariño al contemplar la cara de cansancio de su novio, cuya cabeza reposaba sobre su pecho.

Se sentía tan agradecido con la vida. Tenía el mejor trabajo del mundo, los mejores amigos del mundo y al mejor novio del mundo mundial. Todavía tenía miedo de ir a casa y soltar que la persona con la que quería compartir su vida era ese idiota que estaba roncando encima de él, profundamente dormido. Tenía miedo de enfrentar a sus padres... pero ahora ya tenía claro que tampoco le importaba si rechazaban lo que era y rechazaban a Sandeul. Tenía a tres personas a su lado que les apoyaban a ciegas e incondicionalmente, que eran también su familia. Ahora mismo se sentía indestructible con él a su lado.

Interiormente se reía de él mismo y se sentía totalmente conmovido por sus estúpidas creencias morales. ¿Qué más daba qué era la otra parte si amabas y eras amado? Para llegar a este momento, Baro había tenido que ir derribando sus propios prejuicios y sus propias convicciones. Ahora sabía que derribarlo todo, uno por uno, había sido la mejor decisión que había tomado en su vida, tras la que tomó siendo adolescente empeñado en triunfar en el mundo del espectáculo.

Sería difícil, el camino sería duro y estaría lleno de baches, pero era consciente de que si ambos aunaban fuerzas podrían contra todo y todos. No serían ni los primeros ni los últimos. ¿No decían sus padres que la unión era la fuerza? Les demostraría que con Sandeul podría avanzar en el camino de la vida y ser un hijo y hermano mayor del que estar completamente orgullosos.

- Te quiero. -Susurró, sabiendo que el receptor de semejante declaración estaba en un universo paralelo, ajeno al planeta Tierra. Tampoco le importaba. Le besó en la frente, que era lo que tenía más mano sin tener que moverse en exceso y despertarle.

En esos meses, Baro había aprovechado a disfrutar de esa nueva dinámica que se había instalado entre Sandeul y él. Seguía siendo su mejor amigo, pero también era su novio, su amante, su otra mitad. Resumiendo: su todo. En esos meses tuvo que hacer un aprendizaje acelerado de lo que conllevaba convivir con la persona que amas 24 horas al día, ya no siendo mejores amigos (conteniéndose), sino en lo que era en realidad: una pareja.

La razón por la que quería tanto a esos tres habitantes de la casa que compartían, era porque en esos meses, pese a lo ocupados que estaban, siempre que podían les "dejaban solos". No sabía cómo se ponían de acuerdo Gongchan, CNU y Jinyoung pero para cuando se quería dar cuenta, o tenían la casa sola para ellos o los enviaban "a una cita".

La primera cita que tuvieron, en cuanto se recuperó de la pierna, fue un poco catastrófica. Fueron al parque de atracciones, sin problemas, y sin embargo, cuando intentaron ir a la heladería una horda de fans los localizaron, prácticamente los acorralaron, y tuvieron que llamar al mánager para que les rescataran. Baro no podía correr todavía y su pato se quedó sin helado. Aún así, la retenía con mucho cariño en su memoria.