Narrador omnisciente
Miami Florida, conocida por sus amplias playas paradisiacas visitadas por millones de personas para satisfacer su necesidad de turismo, también alabada por su gran vida nocturna y donde muchas celebridades se alojaban, sea por su hogar, su trabajo o simplemente visita, así que no era sorprendente ver a Angelina Jolie en un mini market en pijama. Si, una ciudad bastante alegre y emotiva. Cada persona contaba una historia y en ella miles de historias mas.
El sol se asomaba por el horizonte dando el inicio de una nueva jornada para algunos, el final de la fiesta para otros, y en otros casos apenas terminaban de trabajar para dirigirse a su casa a complacer a Morfeo. Esa mañana una bella joven de 19 años descansaba plácidamente en su cama, balbuceando palabras inentendibles ocasionadas por el sueño que solo ella sabría sobre que trataba, su cuerpo estaba cubierto por las cobijas dejando un pie por fuera para que milagrosamente como ella decía, se controlara la temperatura de su cuerpo, sin mucho frio ni con tanto calor, solo al clima. Su sueño fue interrumpido por los constantes gritos provenientes del piso inferior ocasionados por su madre quien la había estado llamando desde hace veinte minutos para que despertara.
—Dios santo Daneh, ¿no piensas despertar hoy?—exclamó Angélica, su madre. Una mujer de 45 años que no aparentaba en lo absoluto, tenia una belleza natural y envidiable por cualquiera de su edad, cabello castaño con un par de canas asomándose y un cuerpo delgado gracias a su ejercicio matutino. Era doctora al igual que su marido Michael, trabajaban juntos y eran escasos los momentos que pasaban en casa para compartir con su hija.
—Mmm—murmuró apenas audible la chica adormilada.
—Dios vas a llegar tarde, ¿Cómo haces cuando tu padre ni yo estamos?, — inquirió la mayor sin obtener respuesta, se había dormido de nuevo— si no es por las buenas, será por las malas— farfulló y arranco las cobijas del cuerpo de su hija dejándola desamparada y desequilibrando su temperatura. Gruñendo la menor se sentó en la cama rascando su cabeza y bostezando de pereza.
—Ya, ya estoy despierta— exclamó con un ojo abierto y el otro aun en el intento de despertar.
Su madre la miró con ternura, era su única hija y su tesoro mas preciado como solía decir.
—Vete a duchar, el desayuno esta listo es mejor si te lo llevas o llegaras tarde ¿vale?— habló dejando un beso en la adormilada cabeza de su hija para salir de la habitación.
Se levantó por inercia caminando descalza hacia su baño el cual estaba allí mismo en la habitación, no podría negar que vivía bien, sus padres le daban todo lo que necesitaba. Su casa era normal contaba con cuatro habitaciones, una de invitados el cual casi nunca era usada, la de sus padres, uno que había modificado ella misma para tener su ejercicio de rutina con la bicicleta y otras maquinas de ejercicios que sus padres le habían obsequiado, finalmente su habitación, era espaciosa pintada con un color verde claro y detalles amarillos, una cama grande el cual siempre se preguntaba del porque de su tamaño pues solo ocupaba una cuarta parte de ella. Una pequeña biblioteca con los tantos libros que había leído en sus apenas 19 años, un closet repleto de ropa que casi no usaba, un televisor y una mesa que sostenía su computadora.
Realizó su aseo diario, como todos los días y vistió un poco mas casual a como lo hacia normalmente, un pantalón blue jeans con algunos rasgados que hacían notar su piel perfectamente bronceada, una camisa blanca de seda sin mangas y unas converse azules. Daneh tenía la estatura de una chica normal de 19 años, sus ojos marrones como el chocolate, sus facciones finas y delicadas, el cabello castaño y largo hasta mitad de espalda entre ondulado y liso. Era una chica bastante atractiva ante los ojos de cualquiera menos para los de ella, ¿Por qué?, simple... Era una chica que nunca salía de fiesta, sus notas eran casi perfectas y debido a ello sus compañeros la veían como "la nerd" aunque para algunos era una chica magnifica, pero ella no lo sabia, se encerraba en su burbuja y solo tenia una amiga el cual era todo lo contrario a su personalidad pero eso agrandaba su amistad.
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Nuestro secreto
Teen FictionAmores, dos mujeres, mundos diferentes, vidas diferentes. Engaños, decepción, dolor, corazones rotos y almas heridas esperando su rescate. ¿Es posible perdonar a la persona que amas de los errores y las mentiras? ¿Es posible creer de nuevo?. Di...