Entraron a un elegante restaurant, el favorito de Alisha para ser exactos. Los nervios florecían en ambas sin saber su razón. La ojiverde sentía sus manos temblar, nunca había traído a alguien que no tuviera influencia en su carrera y eso la ponía de los nervios, allí en ese lugar simplemente era ella, se sentía una chica normal de 23 años. Desde que había comenzado su carrera nunca había conocido a alguien que la tratara de forma desinteresada y tal vez por eso la presencia de esa chica le hacia sentir diferente pero tampoco podía negar que desde el primer momento que la vio le pareció atractiva y algo en sus ojos la atrapó. Se debatía por dentro, no la conocía si no apenas hace unas horas, ni siquiera sabia si le atraían las mujeres así que intentó concentrarse en lo que debía: arreglar su auto.
-Señorita LeRossi no la esperábamos hoy, ¿una mesa para dos? – hablo un elegante mesero ante la entrada de aquel lugar, Alisha miro a su acompañante quien estaba intimidada ante el lugar, amablemente tomó su brazo en un gesto tranquilizador siendo recibido con una pequeña sonrisa.
-Si por favor, una mesa para dos y no tarde tanto en atenderme esta vez.- Habló mirando al chico quien se apeno considerablemente recordando algún evento sucedido con la mujer.
-Como ordene señorita, por favor síganme-
Caminaron detrás del mesero quien las guió a una mesa, aun mantenían el contando en sus delicados brazos, ninguna se molesto en retirarlo. Les estremecía y ambas estaban notablemente ruborizadas ante ello, Alisha sonrió un poco ante la ternura de la más joven, al llegar a la mesa para pesar de ambas rompieron el contacto y sintieron el frio del alejamiento añorándolo de nuevo.
Cada una enfrente de la otra, una mirada ojiverde se encontró con la ojimarron, detallando fugazmente sus delicados rasgos plasmados en esa hermosa piel morena, una sonrisa tímida se asomo en su rostro, era un ángel, nunca había visto una mujer tan hermosa en su vida y por primera vez alguien le descolocaba los nervios en su ser.
Una joven se acerco notablemente emocionada hacia la mesa de ambas.
-¿Alisha?-afirmó la mujer mas que preguntar- ¡No puede ser que seas tú! ¿Podría tomarme una foto contigo? ¡Eres la mejor!-Dijo con un chillido, mostrando sus dientes en una gran sonrisa.
Solo asintió sonriendo y ambas se fotografiaron en una "selfie" luego de un par de palabras por parte de ambas, observó a Daneh con el ceño fruncido y los labios entreabiertos intentando hablar
-¿Pasa algo?- preguntó de la manera mas tranquila posible hacia la castaña
- No... Bueno no lo se, ¿eres una especie de actriz de telenovela o algo así? Preguntó curiosa entrecerrando sus ojos.
Alisha rió como si le hubiesen contado un chiste
No Daneh- habló dejando de reír ante la mirada de la castaña- Solo soy Alisha- dijo sonriendo y Daneh no pudo evitar sentir tanta curiosidad pero esta fue eliminada ante la dulce y perfecta sonrisa que le ofrecía su acompañante.
Las dos ordenaron apenas llego el mesero, comenzaron su cena y tuvieron una charla tranquila pero fue reemplazada por anécdotas contadas por Daneh, rompiendo cualquier tipo de tensión entre ambas y pasando la noche como si se conocieran de hace años, a pesar de estar allí por una razón no llegaron a tocar el tema sobre el auto de Daneh.
- Entonces mi mamá se monto en una silla para ver la luna "mas cerca" y yo le dije que eso no la iba a ayudar JAJAJA me tiro una chancla y creo que esa noche no dormi porque creo que era una chancla de hierro– Decía Daneh carcajeándose contagiando a Alisha quien escuchaba atenta la historia.
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Nuestro secreto
Teen FictionAmores, dos mujeres, mundos diferentes, vidas diferentes. Engaños, decepción, dolor, corazones rotos y almas heridas esperando su rescate. ¿Es posible perdonar a la persona que amas de los errores y las mentiras? ¿Es posible creer de nuevo?. Di...