Capitulo 26 (1/2)

3.8K 276 2
                                    

Aterrizaron en Roma hace media hora y ya iban en un auto que el padre de Alisha mandó para buscarlas. El sol estaba fuerte, el verano de junio estaba entrado y con ellos los turistas, las calles estaban repletas de personas sonrientes y felices. Daneh miraba el paisaje a través de la ventanilla con tal devoción, las casas, los edificios antiguos, las tiendas, las calles eran tan diferentes de donde venia que le parecía increíble. Alisha por otro lado estaba nerviosa, jugaba con su mano libre mientras la otra ocupada la mano de Daneh, de vez en cuando se quedaba observando su perfil, sus facciones y una sonrisa escapaba de sus labios olvidando el temor. Hacia años que ella no iba a Italia y casi olvidaba el camino a la casa de sus padres. Llegaron a una gran entrada y sus nervios volvieron a flor de piel, apretó la mano de Daneh y esta enseguida volteó a observar a su ojiverde quien parecía tener un brillo de sudor en la frente.

-Mi amor- la llamó y Alisha observo esos profundos orbes marrones logrando una disminución en su tensión- Todo esta bien cariño, yo también estoy nerviosa pero tranquilízate por favor- dijo riendo por la expresión de su Alisha

-Es que a veces ellos son tan...- intentó responder pero fue interrumpida por el chofer avisando que ya habían legado. Al observar ya podrían imaginar que no eran unas personas intermedias. Esa "casa" era una mansión, el frente era blanca con detalles dorados, las ventanas parecían oro puro (si es que no lo eran) Daneh podría jurar que no había ni una sola mancha en ese blanco perfecto. Alrededor no había vecinos, solo un pequeño bosque con pinos perfectamente cuidados, una fuente grande con cisnes de cera dentro. Alisha bajó junto a Daneh tomándola de la mano mientras esta observaba cada detalle, se acercaron a la puerta donde un señor mayor vestido elegante les abría la puerta, el mayordomo quien dedujo Daneh que era, les daba la bienvenida.

Al entrar todo parecía como un cuento, el piso era de un color blanco brillante y las paredes lo imitaban, dos escaleras con un alfombrado rojo casi vinotinto las vestían y estas se unían en el segundo piso formando una especie de balcón que daba vista a la entrada. En las paradas colgaban cuadros donde Daneh pudo reconocer, "La persistencia de la memoria" y "Gótico americano" el resto no recordaba los nombres. Una escultura grande de un león blanco imitando un rugido estaba a un lado dando la bienvenida a todo aquel que entrara. Dos pasillos perfectamente alumbrados en frente y otros dos a cada lado de la casa.

-¡Mamá¡- Gritó Alisha acercándose y lanzándose a los brazos de una mujer de cabello amarillo perfectamente cuidado, vestida a la moda y unos ojos verdes como los de su hija. Se abrazaron y mas atrás apareció otro señor quien dedujo era el padre, vestia un traje sin alguna arruga y una mirada de autoridad que la escaneo de pies a cabeza causando que Daneh se intimidara de manera inmediata. Justo en ese momento Daneh se dio cuenta con quien tenia mejor relación y lo comprobó cuando Alisha saludo a su padre solo con un corto abrazo a su padre.

-Madre, padre, ella es Daneh, mi prometida- La presentó con una sonrisa enamorada que la señora noto y sonrio ante esto, se acero con una sonrisa y la envolvió en sus brazos.

-Es un placer Daneh, mi nombre es Rachel- Dijo separándose con una sonrisa- Alisha habla tanto, ¡estoy tan feliz de conocerte! Eres preciosa- Dijo emocionada la mayor

-Es un placer señora Rachel- dijo con una sonrisa tímida

-¡Oh no! Quítame el señora, no soy tan vieja-

-Mi mama tiene un problema con la edad, cree que nunca envejecerá- interrumpió Alisha en broma ganándose un codazo de su novia- Él es mi padre, Franchessco

-Mucho gusto señor- Dijo estrechando su mano el cual el acerco sin problema, pero su mirada era fría, las dos ojiverdes notaron la tensión y posiblemente ya sabían que pasaba por la mente de Franchessco

-Un placer- Dijo secamente soltando el agarre- Me retiró a mi oficina- Soltó sin más dejando un sabor amargo en Daneh, algo le decía que serian unos largos días.

-Discúlpalo Daneh, la edad le esta afectando ya- Dijo Rachel

-Viagra deberías darle- Dijo Alisha

-¡Alisha!- gritaron su madre y su prometida logrando una sonrisa en las tres, disminuyendo la tensión

-Hija cenaremos todos juntos, ¿Qué harán lo que queda de día? Preséntale nuestra ciudad a mi nuera- Rió haciendo que Daneh se sonrojara por la forma en que la llamara- es tan tierna Alisha, ya veo porque estas enamorada de ella

-¡Mamá!

-¡Hey! Estaré casada con tu amargado padre pero no estoy ciega ni vieja- Dijo riendo- Hija usa alguno de los autos si necesidad, debo salir.- Se abrazó a las dos con emoción- Las espero, y un placer Daneh-

Su madre se alejo y Alisha recordó la actitud de su padre, sabia que el no la aceptaría, con el todo era diferente, un nudo en su garganta intento formarse recordando su pasado y su relación con él, sabia que él no era mala persona pero el dinero y sus amistades lo cegaban de lo que realmente era importante. Salieron tomadas de la mano con las miradas curiosas de los empleados del lugar, al llegar al estacionamiento Daneh quedó de nuevo boquiabierta al ver una colección de unos veinte autos deportivos y lujosos, Alisha sonrió ante su expresión y la abrazo por la espalda.

-Te haría el amor en cada uno de estos autos- susurró en el oído de Daneh haciendo que se estremeciera antes las palabras que había dicho, lograba encenderla con un par de palabras

-¿Y porque no empezamos ahora? Volteó rozando sus labios

-No es una mala idea- Respondió besándola acercándola mas a ella encendiendo su cuerpo

-Pero...- Dijo Daneh alejándose dejando a Alisha confundida y con una notable lujuria en sus ojos- Quiero conocer, no todos los días se viene a Italia- Respondió con gracia alejándose

-Debe ser una broma- susurro Alisha para ella misma sonriendo

Encontraron a uno de los encargados que luego de las instrucciones de Alisha se alejo para minutos después aparecer con un Bugati Chiron negro, la mandíbula de la castaña volvió a caer de nuevo, es verdad que si quisieran podían comprar el mundo. Se montaron en el auto el cual Alisha manejaría y comenzó su camino esperando seguir recordando su lugar favorito.

-¿Dan?

-Dime cariño- respondió sin voltear pues había estado concentrada en el camino

-¿Me regalas un beso?- Dijo haciendo un puchero mientras se paraba en un semáforo en rojo

-Aww mi vida, claro que si, todo lo que quieras- respondió llena de ternura apenas escucho ese pedido, le estremecia y moria de amor cada vez que Alisha le hablaba con ese tono, tomó su rostro y la beso delicadamente, no era un beso sexual, era tranquilo, donde se entregaban su amor mas puro.

El claxon de los autos las obligaron a separarse un tanto divertidas debido al ruido de los conductores desesperados.

-¿A dónde vamos? Preguntó Daneh

-A mi lugar favorito cuando estaba joven.

----

Buenas, buenas mis lectoras <3 

Nuestro secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora