La mirada pérdida de Alisha era más que preocupante para Daneh, desde que su madre la llamó sin darle más información de lo que sucedía se había cerrado en una burbuja. Claro, Daneh supo de aquella conversación y ahora estaban allí en el avión privado de Alisha camino a Roma. La castaña sabia de la relación con el padre de la mayor, y a pesar de todo trataba de entender el shock que mantenía la ojiverde. Desde anoche ella no hablaba mas que lo necesario, respondía simplemente con un "si" o "no" procesando toda la información.
Daneh sabia que debía dejarla tranquila y por eso estaba allí solo sosteniendo su mano mientras las nubes daban paso a su camino. No entendía porque Francessco la quería allí, cuando la conoció, sus comentarios despectivos no le hicieron creer mas que era solo una mas, y también el hecho de recordar lo que había sucedido en la oficina de éste, un revoltijo en su estomago presentía y una pizca de remordimiento se asomaba en sus ojos. Se removió en su asiento soltando lentamente la mano, la mayor quien volteó a verla y solo ese acto hizo que el corazón de Daneh se apretara en su pecho. Sus ojos no brillaban, no eran verdes ya, parecían grises con una ciudad desolada en ellos, las bolsas bajo sus ojos estaban como protagonistas de que había llorado la noche anterior.
— ¿Estas bien?— Y ahí estaba, la mujer que estaba pasando un rato desagradable se preocupaba por ella.
—Cariño, verte así me tiene preocupada— confesó tomando su mano y acariciándola levemente
La ojiverde sonrió lánguidamente
—Perdón por traerte Dan— dijo con tristeza — Debería hacerlo sola pero...
—Ali... estoy contigo y estaré contigo en todo lo que venga— dijo dulcemente
—Estas perdiendo clases
—Ahora importas tú, no te preocupes ¿vale?
Alisha sonrió débilmente para volver su atención al paso de nubes a través de la ventana. Su mente viajaba a una velocidad media, pensando en lo que podría suceder cuando pisara la casa de sus padres. Se sentía débil y expuesta ante Daneh quien trataba de dar todo su apoyo.
Horas mas tarde bajaban del pequeño avión, Daneh abrazando la cintura de Alisha y rezando que no hubiera fans en el aeropuerto, Alisha no estaba de la mejor manera para verlos y menos para dar una explicación con respecto a su aspecto. Encontraron al mismo chofer que las había buscado la visita pasada, el camino fue algo tenso no había palabras y Alisha estaba notablemente nerviosa por cada segundo que pasa y Daneh no lo pasó desapercibido pues ella también tenia un atisbo de nerviosismo en su ser, ninguna sabia lo que deparaba.
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La casa estaba silenciosa y parecía tener un reflejo de oscuridad alrededor, las mujeres entraron con sus manos entrelazadas. El ambiente era tenso y el aire parecía cortarse a vista de cualquiera. Unos pasos lejanos las hicieron detenerse para esperar la llegada de esa persona.
—Hija— apenas dijo Rachel con dolor en su voz, se lanzó a los brazos de su hija y soltando un fuerte sollozo que hizo eco en la gran casa.
Alisha sentía el corazón apretado por ver a su madre así, acariciaba su espalda en un intento de tranquilizarla mientras Daneh cabizbaja miraba la escena.
—Mamá— murmuró Alisha una vez Rachel se calmó alejándose de su regazo — ¿Qué es lo que sucede con mi padre?— preguntó con voz cortada y su labio inferior nervioso
—Es mejor que entren, él esta esperando por ustedes en la habitación- exclamó mirando hacia las escaleras. Alisha asintió nerviosa y buscó la mirada de Daneh quien parecía algo aturdida pero no se negó. Las tres subieron, parecía que era una eternidad cada segundo dirigido en el camino hacia aquella puerta. La primera en entrar fue Rachel, luego Daneh por petición de Alisha y por ultimo ella.
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Nuestro secreto
Teen FictionAmores, dos mujeres, mundos diferentes, vidas diferentes. Engaños, decepción, dolor, corazones rotos y almas heridas esperando su rescate. ¿Es posible perdonar a la persona que amas de los errores y las mentiras? ¿Es posible creer de nuevo?. Di...