CAPÍTULO 6

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Los días fueron pasando y estos se convirtieron en semanas, y estos en meses.

La relación que tenían Natsu y Lucy era un secreto que mantenían a buen recaudo lejos de las miradas de todos sus amigos, compañeros y conocidos.

Sabían las consecuencias que tenía el desobedecer las leyes del rey Zeref, pero no podían simplemente dejarlo pasar. Sus sentimientos eran más fuertes que cualquier ley y cualquier castigo.

Ese día, en el palacio oscuro llegaban, como cada tres años, varias carrozas que cargaban con niños que habían sido cogidos de sus hogares para transformarlos en fieros cazadores guerreros, como todos ellos.

-Señor Gray, los niños nuevos- dijo un soldado dirigiéndose al pelinegro que supervisaba que todo estuviera en su debido lugar.

Este miro en dirección hacia los carros que llevaban a los niños y dio un asentimiento al hombre que le había hablado.

-Ya era hora- dijo dirigiéndose hacia una de las carrozas. De un tirón abrió la puerta dejando a la vista a varios niños sucios y con ropa manchada, pero sobretodo con miedo, mucho miedo- Venga bajad.

Entre todos los soldados fueron abriendo las puertas de los carros y ayudando a los niños a bajar.

Natsu, que se encontraba por ahí vigilando mientras se comía una manzana, se acercó a verificar que todos los carros estuvieran vacíos para retirarlos a sus debidos lugares.

Grande fue su sorpresa al ver que en uno de ellos había alguien enrollado en una manta vieja y sucia intentando pasar desapercibido.

-Tendrías que estar fuera- dijo haciendo que el pequeño se moviera un poco- ¿Por qué no sales?

Al escuchar esa voz, Lucy se acercó a donde estaba Natsu, pero para no interrumpir se mantuvo alejada viendo lo que este hacía.

-Se quien vive ahí- dijo la voz de una niña temblorosa- Me da miedo.

Natsu la comprendió así que se subió al carro, se sentó al lado de ella y quito la manta de encima de la pequeña.

Era una niña de pelo verde oscuro y los ojos de un bonito e intenso morado.

-No tienes que tener miedo. No es tan malo como parece- dijo Natsu- ¿Cómo te llamas?

La niña se incorporó un poco de donde estaba y miro fijamente al hombre delante de ella. No parecía muy mayor y todo en él le inspiraba confianza.

-Asuka- dijo la niña con la voz temblorosa.

Natsu se acercó a la niña y cogiéndola en brazos la bajo del carro y la dejo en el suelo. La niña levanto la cabeza para mirarlo. Era muy alto y muy grande.

-No debes de tener miedo Asuka, no es tan malo al fin y al cabo- dijo este mirándola también- Debes de demostrar ser fuerte, así no te aran nunca nada.

-Pero yo no soy fuerte- dijo ella con pequeñas lágrimas en los ojos.

Natsu miro a la pequeña y se hincó para quedar a su altura.

-Sí que eres fuerte, has dicho que tienes miedo, lo asumes. Yo también tengo miedo, pero para que no se note pongo esta cara- mostró una cara seria donde tenía el entrecejo fruncido dejando escapar un pequeño gruñido- así sabrá que tú no tienes miedo, que eres fuerte. A ver como es tu cara de guerra.

La niña lo miro con una sonrisa para luego hacer la misma cara que Natsu también soltando un gruñido.

Lucy se enterneció por lo que Natsu estaba haciendo por la pequeña. Nunca lo había visto en esa faceta.

El cazador de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora