CAPÍTULO 12

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-Entonces...- empezó Lucy sin prestar atención a los dos hombres que se encontraban a su lado mientras limpiaba su daga apoyada en uno de los árboles que había alrededor de la ya extinguida hoguera- ¿Qué pasa si Zeref consigue ese libro?

Natsu, que estaba recogiendo sus cosas con ayuda de Gajeel, la miraba fijamente sin apartar los ojos ni un solo segundo mientras ella lo miraba de reojo esperando por su respuesta.

-¿No crees que tú y yo...- dijo señalándose a sí mismo y a ella mientras se acercaba lentamente viendo como esta no se movía de donde estaba-... no tenemos otro tema de conversación pendiente? Cómo... No se... ¿De lo nuestro?

Gajeel los seguía a ambos con la mirada intrigado por su historia y todo lo que estaba pasando.

-No- dijo con rotundidad Lucy clavando su mirada en él que asentía incrédulo ante sus palabras- ¿Qué pasara?

Natsu la miro a los ojos debatiéndose entre decir la verdad o cambiar de tema y dejarlo pasar, pero al ver sus ojos marrones llenos de determinación no pudo evadir el tema como hubiera querido.

-Será invencible- dijo mientras recogía su bolsa de tela de encima de uno de los troncos y se la echaba a la espalda.

Se alejó de ellos buscando con la mirada a su fiel compañero de batallas.

-¿Y mi caballo?- le pregunto a Lucy al no encontrarlo por ninguna parte.

-Lo he espantado- dijo sin darle importancia recogiendo sus cosas y poniéndose su capa pasando por delante de Natsu alejándose del camino de tierra que conectaba un pueblo con otro.

-¿Por qué has hecho eso?- pregunto Natsu siguiéndola confuso por su acción.

Lucy paro su andar para mirarlo fijamente a los ojos.

-Sin caballo, no hay huellas- dijo con simpleza mientras retomaba su andar- Nos mantendremos alejados de los caminos.

Natsu sonrió ladinamente siguiéndole el paso.

-Así que...- dijo adelantándola poniéndose delante de ella sin quitar la estúpida sonrisa de su cara- ¿Vienes conmigo?

-No- dijo Lucy pasando por su lado retomando su camino- Tú te vienes conmigo.

-Bueno, si quieres pensar eso y te hace sentir mejor- dijo Natsu encantado de estar cerca de ella después de tanto tiempo- Por mi perfecto.

Lucy sonrió con ironía sin dejar de caminar.

-Por lo que veo a vosotros dos no os va nada bien sin mí.

Gajeel, que los seguía de cerca, iba a contestarle cuando Natsu levantando el brazo se lo impidió.

-No sé qué poder encierra ese libro, pero no dejare que Zeref lo consiga- dijo mirando a los dos chicos por encima de hombro- Lo encontraremos y lo llevaremos de vuelta al santuario, y luego tu y yo- dijo frenando su andar para girarse y mirarlo fijamente ante la incredulidad del pelirosa- nos separaremos y no nos volveremos a ver jamás.

Lucy retomo su andar dejando a Natsu anclado en el suelo ante sus palabras tan duras, frías y sin sentimiento.

-Y ahora...- dijo al tiempo que sacaba la flecha de oro y diamantes que había sacado entre las cosas de Natsu cuando lo había capturado- ...háblame de esto.

Natsu al reconocer la flecha, que había matado a uno de los soldados de los Reyes de Fiore, se lo arrebato de las manos incrédulo al ver y darse cuenta de que todo este tiempo ella lo tenía en su poder.

El cazador de demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora