No todos los acertijos tienen solución.
Hay veces en las que las cosas que viste claras y verdaderas, con el tiempo te das cuenta de que eran falsas.
Simples ilusiones.
Igual que si hay luz detrás habrá sombra.
En esos casos, solo tienes que esperar a que salga la verdad porque tarde o temprano, las mentiras y los engaños salen a la luz.
Cuatro años atrás
En la parte más honda y oscura del palacio, se encontraban las mazmorras.
Este era un sitio sucio y frio donde de las mohosas paredes colgaban cadenas y los suelos de piedra se encontraban rotos y llenos de suciedad.
Ese era un lugar donde muy pocos tenían el placer de entrar o si quiera estar.
El Rey Zeref prefería en muchas ocasiones la muerte.
El sonido oxidado de las bisagras de la enorme puerta de la entrada a ese terrible lugar, interrumpió la tensa calma de dolor y agonía que se respiraba en el ambiente.
Con paso tranquilo y confiado, por el umbral apareció el tormento de los pocos que se encontraban encarcelados allí.
Zeref, con una sonrisa confiada, se acercó lentamente a una de las celdas del fondo donde, entre las sombras, se encontraba una persona sentada con la cabeza escondida en las piernas mientras una de sus manos estaba encadenada a la pared.
-Vaya, vaya, vaya...- dijo con sorna deteniéndose a unos pasos de la celda- ¿Qué tenemos aquí?
Aun a pesar el dolor que le recorría el cuerpo y las ganas que tenia de acercarse al rey Oscuro y matarlo, la persona permaneció quieta en su sitio
-Vamos querida- siguió Zeref- Acércate un poco. Te tengo una oferta muy buena.
La persona movió un poco su brazo ocasionando que las cadenas chocaran entre ellas y el sonido del metal hiciera que una sonrisa torcida apareciera en el rostro del pelinegro.
-Ya entiendo...- siguió con burla fría el Rey- Deberías estarme agradecido que no te dejo morir de hambre ¿Sabes que podría hacer eso, no? Estoy siendo bueno contigo. En verdad diría que muy generoso ¿No crees?
Ningún movimiento. Las sombras en esa celda estaban quietas.
Zeref empezaba a desesperarse, así no podía sacar nada.
-Levanta la cabeza- ordeno con voz demandante hacia la persona que parecía ausente a su presencia- ¡Levanta la cabeza! ¡Es una orden de tu Rey!
Ante el tremendo grito de Zeref, la persona se movió un poco y lentamente alzo la vista hasta que sus ojos uqedaron fijos en un punto detrás del Rey Oscuro.
Su larga cabellera dorada, que en otros tiempos brillaba como en sol, en ese momento se veía opaca y enredada. Sus ojos color chocolate que antes desprendían felicidad y comprensión ahora se veían fríos y no expresaban sentimiento alguno.
Su rostro se encontraba sucio y con algunas heridas mientras que sus ropas estaban viejas y desgastadas.
-No has cambiado nada desde la última vez que te vi Lucy- dijo Zeref con burla fría- Hasta llevas la misma ropa.
Más Lucy no se movió de la posición en la que estaba.
Lo miraba a la cara, pero sus ojos en ningún momento conectaban con los ojos de color rojo sangre del Rey Zeref.
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El cazador de demonios
FanfictionDurante décadas Zeref ha habitado un oscuro y lejano palacio. Tras una desgarradora traición y sufrir en carne propia, Zeref tuvo que abandonar su hogar y huir de su reino de origen. Con la habilidad de matar a cualquier enemigo, el joven y poderoso...