Narra Li.
«¿Qué rayos fue todo eso?» Pienso de camino a casa. Yo solo pedía un día normal de clases, estar junto a Oliver y entender Biología.
Amo cuando las cosas toman giros inesperados, pero no cuando me incluyen.
Si esto le hubiese pasado a Oliver todo sería más fácil, toda la clase piensa que le gusto a Matsu. ¿Cómo pueden ser tan idiotas? Él solo cometió un error al hablar.
Otro dato interesante es el hecho de que Matsu venga de Japón, y su nombre completo sea Masumi Matsu.
Se presentó por su apellido.
Pero le diremos Matsu ya que así se presentó él desde el principio y talvez así quiere ser llamado. El pequeño japonés resultó muy hábil en entender el idioma, pero al hablarlo cometía desde leves a graves errores.
Al llegar al departamento en el que vivía junto a mi madre y mi hermana mayor, dejé mis cosas en el suelo para buscar mejor las llaves en mi bolsillo. Abrí la puerta, recogí mis cosas y entré.
Mi madre ya estaba allí, ocupada con cosas del trabajo sobre la mesa.
—A ver si algún día llego y te encuentro haciendote las uñas .-le besé la frente y ella rió.
Acomodé sus papeles hacia un lado para abrirme un pequeño espacio en la superficie originalmente diseñada para comer sobre ella.
—Hay algo de comida que trajeron los nuevos vecinos, así que no cociné .-me avisó sonriendo apenada, sé que en el fondo mi mamá quisiera poder tener más tiempo.
Mis padres estaban divorciados, se llevaban bien como amigos, pero mi padre era muy irresponsable y se atrasaba con la pensión. Mi madre por el contrario era fanática del orden, y llevaba una vida entre Trabajo e Hijos lo mejor que podía.
—¿Vecinos? .-interrogué-. No tenemos vecinos.
—Por Dios, Li. Dije "nuevos" vecinos .-se frotó las sienes.
La miré disculpándome, mamá odiaba las preguntas tontas.
Me puse de pie y fui a caerle a esas bolsas con vapor saliendo de ellas, todo consistía en arroz con una especie de...si no me falla la memoria lo he comido una vez, curry. Había otras cositas babosas con pinta de intentos de empanada.
Tomé todo y lo puse en mi pequeño espacio en la mesa, comencé por los intentos fallidos de empanada.
—¡Oh! ¿Qué es esto? .-dije metiéndome más a la boca.
Lo siguiente fue el curry, me quitó varios suspiros...ni mamá cocinaba así.
—Hay que pedirles más .-dije mirando a la mujer de cabello corto.
—No, hombre. Esos son favores de una sola vez .-hice un puchero al escuchar eso.
Fingí quitarme una lágrima.
—Si lo hubieras dicho así desde el principio...no habría comido tan rápido.
Retiré los platos y los llevé al fregadero, mi mal hábito es silbar mientras lavo los platos, mamá lo odia así que hubo que contenerse.
Sequé los recipientes y los junté para devolverselos a los muy amables y buenos cocineros vecinos.
—¿De qué puerta son, Ma?
—666.
La miré con los ojos en blanco.
—N-no existe ese número...-reí nervioso.
—Jaja, ¡Tú cara! .-comenzó a burlarse-. Ay...hijo, que sensible, a tu edad yo tenía un muñeco vudú.
Siguió riendo.
—Mamá, la puerta.
—Tsk, aburrido. Es la de al lado a la izquierda, 212.
No me despedí ni nada, solo salí para entregar los platos y agradecer.
Una vez afuera solo tuve que tocar la puerta de al lado, y esperar unos segundos a que saliera algún condenado.
Pero nadie salía.
Me volteé para regresar a mi domicilio, solo para encontrar a Matsu detrás de mi.
—Oh .-dijo-. ¿Te gustado el gyouza?
Emití un "¿Qué?" Mental.
¿¡Qué mieeeerda!? ¡Porqué! ¡Maldito destino!
—Ah...¿esas cosas pequeñas y babosas? .-las describí usando mis manos para formar óvalos.
El asintió, así que no eran intentos de empanada...
—Y cury .-dijo sin pronunciar las dos "r".
—Estaba delicioso .-dije entregándole los platos.
Aún no creía lo que estaba viendo.
El sólo avanzó, hizo una reverencia ante mí, metió la llave y se encerró sin despedirse.
Mi cara estaba en blanco, me quedé minutos observando su puerta, creyendo que talvez él saldría y me presentaría a su familia, pero no.
Nadie salió, no escuchaba ruidos, ¿Él sería mi vecino de ahora en adelante?
Esto era...irritante.
El maldito llegaba, me sorprendía y se alejaba como si nada. Si esa era la forma en que todo iba a ser de ahora en adelante...yo también quería sacudir su mundo.
"No pienses en nada, no digas ni una sola palabra..."
♢
El capítulo pasado iba dirigido a quienes leyeron "Él, no lo comprende."
El apellido es Matsu, el nombre es Masumi, que significa bella pureza.
Todo el amor, N.
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Butterfly
RomanceLi está buscando la forma más pura del amor, un chico de ojos rasgados llenos de misterio llega en medio de su búsqueda...y entonces, el mundo de Li tomará giros extraños. "¿Te quedarías a mi lado?" ADVERTENCIA: Temática homosexual. Contenido gore. ...