06

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Narra Li

Ignorando lo anteriormente ocurrido, la clase había continuado con su anterior rumbo. Melia volvió con la ficha de ingreso al comité, el profesor llegó y así mismo otros alumnos.

Oliver entre ellos, se reunió conmigo en mi pupitre, acomodó sus cosas y entabló una conversación casual.

Ha vuelto a suceder...-suspiró-. La amo, pero no soporto esos ataques dramáticos.

—Si la amaras eso no te importaría, ¿no? .-refuté.

Mi amigo tenía claro que yo detestaba hablar de las relaciones personales amorosas de la gente. Más que otras cosas, me irritaba tener que involucrar su noviazgo con nuestra amistad aun sabiendo que es mi mejor amigo y debo apoyarlo y aconsejarle.

¡Pero que difícil se hacía!

—Vale, la he pillado. No te enojes .-volteó a ver a otra parte.

Me detuve a admirar sus amplios párpados y gruesas pero pequeñas cejas. Sus ojos eran castaño verdoso, dependiendo de la luz y de si lloraba, su cabello más corto a los lados y largo en el centro formando un copete, le daban un toque holgazán.

Pero Rev no era así, por cierto el término "Rev" viene de "Oliver" y la terminación "ver" al revés.

Hace ya tiempo que nos habíamos puesto nuestros apodos.

Me cansé de verlo estúpidamente, y también volteé a otro lugar.

—Tú...tú y Matsu ya se hablan con normalidad .-añadió.

—¿Ah? Uhm...si por hablar con normalidad te refieres a enseñarle verbos, pues perfecto, somos los mejores amigos él y yo .-opiné sarcástico.

Se sorprendió o yo que sé, porque volteó en mi dirección con una cara indescriptible.

—Oye Li...¿Por qué te alteras?

—¿Yo? ¿Alterarme?

—Sólo he hecho un comentario y has soltado eso, ese chaval te pone los pelos de punta .-frunció el ceño.

Ah...¿por qué me pasaba esto a mi? No quería crear ideas erróneas, mucho menos quiero que sea Oliver quien malinterprete todo.

Él me gustaba, estaba enamorado de él, pero cada día que pasaba sentía esa llama extinguirse, y no quiero dejar pasar la página, no quiero aferrarme a otra persona en el futuro.

Necesito de Oliver, no quiero soltar mis sentimientos por él, si es que aún existen algunos.

Últimamente ya no siento celos de él y Greta, tampoco he pensado en sus deseos sobre los míos como hacía al principio, ¿Qué me pasaba? De repente estaba pensando más en mí, estaba comenzando a sentir aquel egoísmo desconocido.

¿Eh? ¿Yo? Acaso era capaz de aquello, no quiero volverme humano. Quiero seguir siendo ambiguo, impenetrable, transparente.

No quiero pensar que...ojalá no sea debido a...definitivamente es culpa de...¡Maldito Matsu!

Desde que se infiltró en mi vida he estado a la expectativa de su siguiente movimiento, intentando sorprenderlo, acercarme. ¡No tengo excusa! En verdad debo alejarme de él.

Tengo que proteger mi ideal, mi ideal del amor perfecto.

—Lo siento .-me disculpé.

E instintivamente busqué al pequeño asiático entre los miembros de la clase.
Se encontraba de pie, hablando de algo con la maestra de Lengua extranjera, no fue hasta entonces cuando me percaté de que ambos hablaban en japonés.

—Uhm wakarimasu .-asintió Matsu y regresó a su asiento.

¿Qué ha dicho? Miré a ver si alguien más lo había visto y escuchado pero nadie parecía estar prestando atención, realizabamos un trabajo en parejas, y todos conversaban entre todos.

Volví a mirar a Matsu, quien miraba por la ventana despreocupadamente, sus pestañas se batían en el abrir y cerrar de sus ojos cual mariposas. Era encantador verlo, él no era una persona que habla mucho, escucharlo era un tesoro a la altura de una bendición, saber que me había dirigido la palabra antes se sentía exquisito.

Las amistades difíciles son las que uno más valora, todos pueden ser amigos del bueno y carismático, pero una vez que eres amigo del villano y éste te brinda de su confianza...se siente más especial.

La gente anhela lo que no puede tener, una vez que lo consiguen poco a poco irá perdiendo su brillo.

Matsu miró en mi dirección, la fría y embellecida mirada se había exentado lejos, solo quedaba dos pequeños faroles brillando. Me miró con emoción, ansioso, lo que sea que haya visto por esa ventana, gracias. Obedecí al ruego de sus ojos, me encontré a mi mismo caminando hacia él, deseando compartir el panorama que lo había hecho tan feliz.

Él necesitaba mostrárselo a alguien, necesitaba que alguien concordara con su punto de vista, me recordó a mi y mis ideales, mi falsa moral y mi aún más falso autoestima. Puse mi mano sobre su hombro, haciéndole saber que allí me encontraba, pasó sus delgados dedos por mi ante brazo y solté un suspiro.

Miré a través del transparente vidrio, encontré alborotadas mariposas, el jardín de éstas a nuestros pies, pero aún más interesante que aquella bella obra dibujada por la naturaleza...toda mi atención la acaparó el contrario.

—Quiero ir a casa .-suspiró con voz quebrada.

—Matsu...

—Sentirse solo...yo ya no puedo soportarlo .-continuó, sus ojos comenzaban a derretirse mirando directamente hacia los míos.

¿Cómo pudo empezar a ser tan hermoso de un momento a otro?

—Li .-pronunció mi nombre-. ¿Te quedarías...conmi...go?

Y por fin cayó.

La primera lágrima que traería hacia mi la tragedia de los sentimientos que florecen.


"Abre tus ojos y mira..."

Capítulo 06; "Wakarimasu=Entiendo".
Nos leemos pronto.

Con amor, N.

Butterfly Donde viven las historias. Descúbrelo ahora