Li está buscando la forma más pura del amor, un chico de ojos rasgados llenos de misterio llega en medio de su búsqueda...y entonces, el mundo de Li tomará giros extraños.
"¿Te quedarías a mi lado?"
ADVERTENCIA:
Temática homosexual.
Contenido gore.
...
El molesto sonido de las patrullas comenzó a hacerse presente, estaba astiado de las luces rojas y azules disparadas en todas las direcciones.
El primer oficial, un hombre robusto, se me acercó a paso lento, con pena en su rostro.
-Muchacho, debo hacerte algunas preguntas...-palmeó mi espalda-. Sígueme.
Obedecí, nos sentamos fuera del edificio, dentro de un auto de la policia. Un auto diferente a los otros, tenía equipos dentro de la cabina trasera y esta era más amplia.
-Tu nombre .-sonrió entregandome una ficha y un esfero.
-Li...B-Burnaby.
Llené mi información personal, y me detuve en una parte que decía: "Testimonio".
-Tranquilo, yo lleno eso .-dijo el oficial-. Ahora cuentame. ¿Qué te traía a la escena de los hechos?
Tomé aire y lo solté, debía ser cuidadoso con mis respuestas, pero también debía dejar de ser sospechoso.
-M-Melia tomó algo que era mío, vine a pedirlo de regreso.
-¿Qué cosa era?
Desvié la mirada.
-Escucha Li .-llamó el hombre-. Tienes que ser muy sincero conmigo.
Mis ojos se empañaron.
-Una caja.
-¿Qué había en la caja? .-arqueó una ceja.
-¡No lo sé! Cuando llegué la caja no estaba .-mentí, yo tenía la caja en mi mochila.
El hombre escribió un poco en la ficha.
-¿Estás seguro de qué Melia tomó tu caja?
-No...no lo sé.
-Bien .-dejó de escribir y entrelazó sus dedos-. ¿Cómo se comportaba Melia últimamente? ¿Huía de alguien o tenía miedo?
"¿Cómo se comportaba Melia últimamente?" Si tan sólo no me hubiera alejado de ella podría responder a eso.
-Melia y yo no hablabamos mucho últimamente, yo estaba ocupado para hablarle...-una lágrima se deslizó por mi mejilla-. Cuando llegué hoy...la puerta estaba abierta, yo...llamé su nombre...-mi voz dejó de funcionar.
El oficial me sirvió una taza de té.
-Respira, tranquilo...¿Sabes si Melia salió a algún lado ayer por la noche?
Lo pensé, su huella en el Jardín...no podía brindar tanta información, talvez condenaría mi propia existencia.
-Ella fue al instituto antes de la lluvia.
-¿Cómo sabes eso, Li? .-entrecerró sus ojos.
Pensé en una mentira.-Porque...yo la vi mientras me iba, como estabamos distanciados no la saludé ni nada...M-Me arrepiento de no haberle hablado...
Y me encontré a mí mismo fingiendo lástima, me encontré mintiendole a un oficial, me encontré solapando mi culpa.
-Puedes irte, muchacho .-te mantendremos en contacto.
Tomé mi mochila y salí de la cabina, caminé a casa y comenzó a llover.
La lluvia humedeció mi cabeza, empañó mi vista y escondió mis lágrimas.
El complejo de apartamentos se veía triste, oscuro y vacío.
Al abrir la puerta de mi hogar, encontré a mi madre llorando en el sofá de la sala.
-Li...-sollozó-. E-Era tan joven...
La abracé sin pronunciar ni una palabra hasta que se durmió y la cargué a su cama.
La lluvia no cesó aquella tarde, y me quedé en el balcón, donde alguna vez vi a Melia fumar y la escuché decir sabias palabras. Estaba perdido en las dudas que acaparaban mi mente, y de repente, una mujer apareció subiendo las escaleras...
-Buenas tardes .-me saludó, cerrando su paraguas, su voz se me hizo familiar.
Caminó hasta la puerta de Matsu y golpeó un par de veces, yo la miraba detenidamente. Ella era alta, rubia y usaba lentes, no parecía familiar del japonés para nada.
-¿Busca a Matsu? .-pregunté.
-Uhm .-asintió-. ¿Lo conoces?
Pareció sorprendida.
-Sí .-sonreí, si tan sólo Matsu estuviera aquí no sería tan duro lidiar con lo de Melia-. Él no está.
Volteé la mirada de vuelta a la nada, observando la lluvia caer.
Escuché los tacos de la mujer dando pasos y luego su paraguas abrirse para caminar de regreso bajo la lluvia, en ningún momento volteé a ver.
Talvez por miedo.
Sin embargo, cuando todo había pasado...mi mirada quedó fija en la perilla de la puerta de mi amado.
La mancha extraña de color rojo que vi en la mañana ya no se encontraba.
Escuché voces en el interior de su apartamento, y antes de poder identificar algo, abrí la puerta y entré.
Talvez estaba cansado o ya había enloquecido...
Pero Matsu se veía hermoso con la ropa cubierta de sangre, y su cuerpo me llamaba, Matsu sonrió al verme.
-L-Li .-dijo y corrió hacia mí-. No tener miedo...
Besó mi cuello y luego susurró: "No me dejes solo."
「。。。」
"Cada sonrisa que finjas."
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