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Narra Li.

Apenas la luz del sol entró por mi ventana, me desperté para salir.

Tenía asuntos pendientes, era fin de semana, sábado para ser exactos, no había clases pero el Instituto siguía abierto, había actividades de algunos clubes deportivos.

Me apresuré para llegar antes que la mayoría, llevé unos guantes de jardinería en mi maleta.

Al salir del apartamento, casi por costumbre volteé a ver a la puerta de Matsu, me acerqué a ella, la acaricié y golpeé tres veces. No era una sorpresa que últimamente nadie respondiera.

Estaba por marcharme, noté algo extraño en la perilla pero seguí caminando.

Aún esperaba un milagro.

(...)

Cavaba, cavaba y cavaba, más el sonido metálico de aquella vez no llegaba.

Me desesperé.

Mis manos se enterraron en la tierra, mordí mis labios conteniendo gritos de furia. ¡No! ¡No! ¡No!

—¿Dónde estás? .-vociferé-. ¿¡Dónde mierda está!?

Apreté la tierra entre mis dedos y levanté un poco la vista, ahí...en las marcas de lodo seco, había una huella.

Me acerqué a la marca, me puse a pensar en las probabilidades de que el jardinero del Instituto usara converse, en la razón por la que tal persona tomaría algo como una caja de metal.

Pudo pensar que se trataba de dinero.

Pero entonces...

—Hey .-una voz masculina y rasposa me obligó a voltearme-. Mocoso, vas a arruinar mi trabajo.

El jardinero estaba ahí, de pie, con sus típicas botas amarillas que le llegaban a las rodillas.

—L-Lo siento...

Tomé mis cosas y pasé a su lado.

—Maldito mocoso.

—Disculpe .-él bufó un "¿uh?"-. ¿Cuál es su talla de zapatos?

Me miró confundido, hasta irritado.

—¿Por qué quieres saber algo a-?

—¡Responda! .-grité.

Él tembló un poco.

—C-Cuarenta y uno...

Por última vez observé la marca de converse en el lodo seco, esos eran un 38, no había duda.

Sólo una persona sabía acerca de mi presencia en el Jardín de Mariposas, sólo una persona tendría esa curiosidad retorcida para colarse en medio de lluvia a un lugar así.

Y conocía a una persona usaba converse negros talla 38.

Yo sabía bien quien era.

Así que tomé un taxi y fui a casa de Melia.


「。。。」

"Sólo un poco más..."

Butterfly Donde viven las historias. Descúbrelo ahora