Asesinatos a media noche

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La quinta de Bethoven culmino con una excelente demostración de lo que era tocar un piano. Carly extendió la mano apagando el reproductor de música, coloco sobre su regazo el trozo de tela que con anterioridad había estado bordando.

Ladeo la cabeza un poco para mirar mejor a su compañera de cuarto.

Pía tenía un rostro muy bonito, se dio cuenta, el cabello negro laceo le caía por encima de los hombros, tenía varias pecas que resaltaban a través de la palidez de su piel pero que le daban un encanto muy especial. Como todas las demás su cuerpo era de esbelto y de envidia para las mortales; ellas se parecían un poco, físicamente hablando.

Tal vez esa esa era una de las razones por las que él, la había elegido.

Ian siempre le había agradado, aunque solo lo había visto por un par de minutos hacía mucho tiempo, le había gustado. Le atraía esa aura que parecía acompañarlo siempre, era igual a la de Jodelle, es más, parecía que esas dos auras eran una sola, eran una parte de cada una lo que decía que ellos dos eran el uno para el otro, al menos para ella.

Suspiro quedamente.

Quizás debería tener un poco de pena por el futuro que le esperaba a Pia, sin embargo no podía sentir tal sentimiento por esa chica, ella estaba traicionando a su líder, prácticamente estaba traicionando a su madre.

shhh, tranquila pequeña. Todo estará bien, todo estará bien”

Tal y como Jodelle le había prometido a Carly hacía muchos años todo había estado bien, nada volvió a lastimarla.

Pero tal vez era hora de librarse un poco de ella.

— ¿Por qué no saliste con las demás?—pregunto a Pía, que en ese momento se pintaba las uñas

La muchacha la miro con un poco de sigilo, no era muy común que la mascotita de Jodelle le dirigiera la palabra.

—Jodelle estaba particularmente feliz—dijo sin recibir repuesta

—Jodelle puede joderse—murmuro la pelinegra—ella siempre quiere que se haga su santa voluntad, su palabra es ley—se mofo

—es verdad, ella siempre lo ordena todo

La muchacha alzo una ceja con incredulidad, ¿en serio esa niña había hecho un comentario en contra de esa mujer?, es decir, no es como si nadie lo hiciera, o que la misma Jodelle no supiera de los comentarios que se hacían sobre ella, pero el que esa niña lo hiciera, eso sí que era extraño, si ella era como, su sombra.

— ¿tu… también estas harta de ella?—tanteo con cuidado la pregunta

—si—suspiro la pelirroja—estoy cansada que me trate como una niña

Pía alzo una oscura ceja.

—a pesar de mi apariencia joven sigue tratándome como una niña de 7 años—se quejó—cuando la realidad es que tengo más décadas de vida que un niño

La muchacha trato de no reírse por la queja de la niña, pero era tan cómico que dijera semejante cosa, cuando la cuestión era que era una niña, al menos en apariencia.

—se cómo podemos hacer para que se valla

Como decía el viejo y sabio dicho: “mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos, aún más cerca”

Las brillantes luces de neón, alumbraban a cada rincón al que se dirigían tiñéndolos en vibrantes colores azules y rojo.

La multitud de cuerpos sudorosos moviéndose al compás de la música a todo volumen en los altavoces.

El Club de Las Princesas TenebrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora