✴Capítulo 44: Secuestradas✴

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Han pasado diez minutos apróximadamente, y aún sigo en el coche, fuera de una torre de satélite, esperando noticias de mi familia.

No suenan disparos, lo que es buena señal. Sólo usarían las armas en caso de que las cosas se complicaran, y por lo visto, eso no ha pasado aún.

Muchas personas de Alexandria hoy matarían personas vivas por primera vez. Personas que según ellos, no les hicieron nada.
Ellos creen estar haciendo algo injusto. Yo creo que hacen bien. Pero mi manera de pensar y la de ellos... no es la misma.
Yo sé cosas, ellos no.

La puerta del coche se abre interrumpiendo mi tranquilidad y el silencio del coche.
Quito la mano de mi pecho, donde mi corazón está acelerado, y me tranquilizo al ver que sólo es Jesús.

-¿Qué tal todo?- pregunto nerviosa.

Jesús se quita el pañuelo negro que cubre la mitad de su rostro, el cual sólo deja a la vista sus ojos celestes, y se gira hacia mí con una leve sonrisa.

-Todo fue bien. Ellos aún están dentro, sólo quedan dos habitaciones por revisar. Quizá unas ocho personas y todo estará completamente listo.- dice y enciende el coche-. Pero Daryl quiere que te lleve a casa y duermas otro poco más, dice que tu noche fue bastante agitada como para sólo haber dormido unas siete horas.

-No sé si eso es correcto. Quizá necesiten tu ayuda...

-Creeme, ellos estarán bien. Las personas están dormidas, el trabajo no es tan dificil.

No vuelvo a protestar, aunque quisiera irme sabiendo que ellos van de camino a casa sé que es inutil luchar contra la marea, y en este caso, contra Daryl.

El camino hacia Hilltop se hace corto, y Jesús detiene el coche antes de entrar.

-Gregory no sabe de tu visita, así que te agradecería que intentaras pasar desapercibida.

-No te preocupes, pienso quedarme en el coche. No quiero causarte problemas, puedes irte, gracias por traerme.

Me estiro hasta llegar a los asientos de atrás y sacar la manta que me encargué de subir antes de abandonar Alexandria. La atraigo hacia mí y me tapo con ella.

Jesús niega.

-No voy a dejarte en el coche. Ven conmigo, puedes quedarte en mi habitación.

Abro los ojos a tope y niego con la cabeza repetidas veces.

-No, no, no. En serio, no es necesario. Puedo quedarme aquí en el coch...

-No voy a dejarte aquí, ¿vas a seguir pataleando por mucho rato? quiero ir a dormir.- murmura echandole un vistazo al reloj en su muñeca. No estoy segura de que las agujas se muevan siquiera.

Su manera despreocupada de exigirlo todo hace que baje del coche. Si me quedo en su habitación y duermo en el piso no tiene nada de malo.
No es como si Daryl fuera a enterarse.

Una vez dentro de la habitación de Jesús, me remuevo entre las sabanas de su cama antes de echarle un vistazo a su cuerpo tirado en el suelo.

-¿Estás seguro de querer dormir allí?

-Si sigues repitiendo esa pregunta harás que quiera dormir contigo. Estoy seguro, ahora duerme.

No vuelvo a hablar. Cierro los ojos y espero que el sueño venga a mí.
No es tarea fácil. Los ronquidos de Jesús llenan la habitación inmediatamente, haciendo eco en mi cabeza.

No pego un sólo ojo en toda la mañana, asi que pasadas unas seis horas, me levanto de la cama sin querer despertar a Jesús.

Entro al baño y cuando estoy por abrir el grifo de la ducha, oigo que golpean la puerta. Me quedo inmovil en mi lugar recordando las palabras de Paul. Gregory no puede saber que yo estoy aquí.

La voz que se escucha a continuación es muy conocida para mí, y sus palabras helan mi corazón.

-Secuestraron a Carol y a Maggie, necesitamos tu ayuda.

MY WAY - (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora