MY WAY - (Carl Grimes)

✴Capítulo 1: Soy Rick, él es mi hijo Carl y ella es Michonne.✴

Capítulo 1.
"Soy Rick, él es mi hijo Carl y ella es Michonne."

Abro los ojos sintiendo un muy extraño peso sobre mí, siento humedad en mi cuello y jadeo asustada tratando de levantarme.

- Si, gime así, preciosa.- una voz asquerosa se manifiesta cerca de mi oído y al abrir los ojos un repugnante rostro se hace visible muy cerca del mío.

Su boca grande y ojos saltones me recuerdan a un sapo.

Maldita sea.

-¡Quítate de mi! No estoy buscando problemas.- el sapo ríe y vuelve a meter su cabeza en mi cuello, esta vez haciéndome cosquillas con su mugrienta barba.

Punto para mí el haber perdido toda facilidad para reír.

Lo empujo, pero no parece moverle un pelo tan siquiera.

- ¡Dije que me dejes! ¡aléjate de mí! - no quiero perder también mi virginidad en este mundo. No así. Dios, ayúdame, se que existes...por favor...

- No te muevas, hazlo fácil para ambos.- su respiración es acelerada y las lágrimas aparecen en mis ojos rápidamente. Su voz es tan rasposa que con sólo escucharla sé que no le importa hacer daño.

- Por favor, no hagas esto, por favor.- parece considerarlo porque se aleja de mí para verme a la cara.

- He dicho que no lo hagas difícil muñeca, no me obligues a compartirte con mis colegas.- me tenso al oírlo y vuelvo a empujarlo, temiendo gritar y que sus amigos vengan.

- No quiero que sea así, no debe ser así, déjame ir, por favor.- nunca había suplicado en mi vida, él me enseñó que hacerlo nos volvía débil ¿pero aún eso es válido cuando estoy apunto de perder mi virginidad?.
El hombre rueda los ojos y levanta mi blusa quitandomela por la cabeza, sin inmutarse de mis movimientos gusanescos para evitarlo.

- Mira lindura, o cierras la boca o te meteré mi pene hasta la garganta para que aprendas.- tomo aire apretando mis labios temiendo que cumpla con su palabra. Miro hacia los lados tratando de encontrar algo, lo que sea para poder quitarlo de mí.

Bajo la cabeza y veo que tiene un cinturón puesto, con una pistola en él.

Que hombre más imbécil, se lo agradezco.

También percibo que tiene otro tipo de pistola bastante animada y sólo me dan ganas de arrancársela con mis uñas.

El hombre se baja sólo un poco para intentar bajarme los pantalones, aprovecho el momento para estirar mi torso de manera que mi cabeza queda colgando por un lado de la cama, tenía planeado encontrar un palo o algo que lo desmayara pero en cambio veo a un hombre con grandes ojos azules que se tapa la boca sin querer hacer ruido. Frunzo el ceño confundida y un pequeño grito se escapa de mis labios al recibir una nalgada por parte del sapo. El hombre escondido gira sus ojos a mi dirección y me hace un gesto de "shh", lo miro con fastidio porque él parece estar muy cómodo allí, pero yo tengo a un tipo lamiendo mi cuello y desnudándome.

El hombre me voltea capturando mis labios inesperadamente, al parecer no sabe de la presencia del ojiazul.
Evito un grito al tener la mejor idea que se me pudo ocurrir ahora. Me separo de su boca ganando un quejido.

- Hey, déjame quitarte el pantalón, no quiero lastimarte con el cinturón...- hablo lo bastante alto como para que el tipo oculto me oiga.

- Claro, claro.- dice y deja que se lo quite.

- No te olvides de tu arma, lindura.- canturreo el sucio y mediocre apodo. Abre los ojos con miedo cayendo en cuenta de su error, tiro los pantalones al piso, lo más cerca posible del borde y rezo para que el hombre de abajo tome el arma y acabe con este enfermo.