Bang vs Zelo

Capitulo 6: Not in that way

La pareja salió por la puerta principal, un taxi ya los esperaba en la calle en el instante que subieron el menor cerró los ojos cansado su cuerpo se sentía adormilado la cabeza no paraba de darle vueltas su mejilla golpeó un hombro y su mente se nubló completamente, Bang giró su rostro al escuchar algunos gemidos una ola de ternura lo invadió cuando detecto que su compañero dormía plácidamente, despeino su cabello con gracia al llegar a su edificio tuvo que pelear con su enorme tamaño y cargarlo hasta su departamento donde lo dejó caer en la suave cama le quitó los zapatos, el pantalón junto con el saco.

—!Eres increible¡ Creo que si pasa un tren no te despertarias.—Comentó acercando sus labios a su frente para besarla cada día era más cercano a ese niño.—Eres como mi hermano pequeño.

Se quitó la ropa para ponerse la pijama esa noche había sido demasiado ajetreada para su vida estándar alejada de los líos que conllevan relacionarse con otros seres humanos siempre detesto el contacto con otras personas, era más sencillo tratar con libros, pinturas, la música, aquellos hobbies que suprimen la necesidad de tener un nexo con la misma especie, se dejó caer en la cama a un lado de ese enorme jovencito quien hacía ruidos extraños como si conversara consigo mismo una mediana sonrisa cruzó por los labios del pelinegro, no podía alejar sus ojos de ese angelical rostro sus dedos se deslizaron por esos labios rosas estaban rojos por los besos antes hechos su pensamiento se estancó en el limbo, su mente dejó de pensar seguía sin entender porqué no le enfermaba el contacto con ese chiquillo, no le encontraba lógica a sus acciones, a sus decisiones, anhelaba mantenerse para siempre junto a ese joven de cabellos castaños.

JunHong abrió los ojos su boca estaba seca, pastosa, como si un día antes hubiese tomado el peor de los venenos, su estomago no dejaba de hacer extraños gruñidos instintivamente llevó sus manos a sus oídos, para taparlos, un taladrante zumbido le impedía a su mente hilar las imagenes que su subconsciente le enviaba, no estaba seguro que pasó una noche anterior pero una ola de emoción lo cubría, su mirada logró enfocarse encontrando el bello rostro de su profesor a unos cuantos centímetros del suyo un suspiro escapó de su pecho ahogándose en su garganta su corazón no para de latir de emoción, los recuerdos le terminaron de explicar lo que había hecho en los brazos de ese hombre, la forma que lo tocó, las miles de emociones que desperto en su piel y en su entrepierna, las náuseas lo alentaron a salir de esa cama para dirigirse al baño donde vomitó como nunca en su vida lo había hecho, un sabor amargo se apoderó de sus pupilas se aferró a la taza como si fuera su salvavidas, su alrededor no dejaba de dar vueltas.

—Toma esto.—Una grave voz a su espaldas le invito a girarse para encontrar al pelinegro con un vaso de agua y una pastilla no sabía en que momento se levantó pero le agradecía que le llevará algo para detener su terrible dolor de cabeza.—Vamos para que comas algo y el analgesico no te lastime el estomago.

—No creo poder pasar algo por mi garganta tengo mucho asco.—Contesto con un lindo puchero tomando la pastilla para después beber el agua Bang se acercó al lavabo para tomar una toalla y mojarla en la esquina para limpiar los labios del menor quien se sonrojo por el acto.—No soporto el dolor, creo que voy a morir todo es tu culpa.

Jun se escondió en los brazos del mayor adoraba el olor que desprendía su cuerpo todas las mañanas, le fascinaba ser consentido por aquel ermitaño, pasáron un par de minutos para que la pareja se dirigiera a la cocina a desayunar algo liviano, Bang le explico que Hoya le gustaba ponerle algo de alcohol al ponche con el fin de que los invitados se pusieran en ambiente Jun escuchó con calma como su profesor había logrado contentar a su primo con su mejor amigo ademas de darle la buena noticia que ahora ya eran pareja, que el asunto de la chica fue un mal entendido que logró unirlos más mientras escuchaba Jun recordó la razón por la cual había besado a su profesor de aquella manera.