Un Mundo Inesperado Vol. 2 Parte 1

1. De Vuelta A Alexandria

— Se acabó, os he dejado demasiado tiempo para deciros adiós— dijo Megan dirigiéndose a nosotros con su palanca y empezó a contar.
— Pito...Pito... Dónde vas... Tu tan bonito... A la casa... De Pinocho.... Todos cuentan... hasta 8...1...2...3...4...5...6...7.. y... 8, lo siento chica pero te ha tocado a ti— dijo Megan sin pena.
Cuándo oí chica, miré hacia mi izquierda, miré como hasta su cabello temblaba del miedo, me fijé en su cara, no me lo podía creer.
— Alice, no...— susurré comenzando a llorar más.
Drew y Claris eran los que más se escuchaban llorar.
— Lo siento mucho chica, pero antes de matarte quiero saber, ¿ Cuál es tu nombre?— preguntó Megan.
—  A... Alice— dijo muy flojo.
— Perdona no me he enterado, ¡ más fuerte!— gritó Megan.
—¡ No la fuerces más capulla!— grité.
Claris me miró fijamente mientras Megan se dirigía hacia mi.
— ¡ No me faltes!— gritó sacando un cuchillo y rajandome el moflete.
—¡ Ah!— gritaba una y otra vez.
— Te pasa por idiota, ahora si me permites voy a terminar con esto— dijo limpiando su cuchillo.
Miré hacia delante y vi que el líder del otro grupo, el padre de Carl y algunas personas más me miraban asombrados.
Dejé de mirarles y miré hacia el lado, vi como la palanca impactaba contra la cabeza de Alice haciendo que su cara derrape contra el suelo unos centímetros más adelante.
— Basta por favor, no puedo más— decía Claris llena de lágrimas.
Megan no hacía caso y seguía golpeando.
— Uff mira esto, está lleno de sangre— dijo Megan emocionada.
Drew tenía la mitad de la cara llena de sangre, Carl tenía un poco.
— ¿ Cómo te sienta esto? Capullo— me dijo Megan restregándome la sangre por la cara.
— P...para...— dije conteniendo me.
Ella seguía con lo mismo.
— Ha dicho que pares— dijo Carl levantando el tono.
— No me levantes la voz— dijo Megan mientras se apartaba de nosotros.
Darren se acercó al cadáver para verlo mejor.
— Guau, le ha reventado la cabeza— dijo Darren fríamente.
— D... disculpa— dijo Carl.
Su padre y algunos de su grupo le echaron la vista encima a Carl.
— ¿ Qué pasa?— dijo Darren.
Darren acercó la cara y dijo.
—¿ Que quieres?—
Carl levantó la mirada y Megan miró hacia ahí.
Carl se sacó su piedra y comenzó a golpearle la cara haciendo que Darren perdiese el ojo.
—¡ Ah, enano asqueroso!— gritaba Darren.
Todos, incluso los del otro grupo, nos quedamos sorprendidos.
Megan fue y le dijo.
— Me gustas, eres valiente, pero eso no se hace, así que como regalo habrá otra... ¡ La primera fue de gratis, ésta no!— gritó Megan acercándose a Connor el cual se hizo pipi encima.
— Pensar dos veces— dijo Megan.
—¡ Mia, Rose, Aaron, os quiero!— gritó Connor rápidamente antes de que Megan le golpease.
Megan le dio mal en la cabeza.
—Te...te... per...per...do...do...no...no...— dijo con las pocas fuerzas que le quedaban.
—¡ Tío das asco, se te ha explotado un ojo del impacto y el otro lo tienes saltado!— dijo Megan.
Comenzó a tocar el ojo saltado y le explotó.
— Puaj—
Terminó de matarlo con más de dos golpes.
Todos llorábamos porque no nos esperábamos eso.
Nicki, que se aguantaba el llanto, acabó llorando.
— Megan traemos a más gente del grupo de este— dijo un chico.
—¡ Glenn!— se escuchó gritar a Maggie.
— Oh, que bonito, insertarlos en la fila— dijo Megan con un tono de pereza y tocándose la frente.
Megan se acercó a Darren y le dijo algo al oído.
— Ya os lo ha dicho Megan, la primera se le antojó, la segunda fue forzada y la tercera, venganza— gritó Darren
— No tienes porque hacerlo— dijo Logan.
— Cállate— dijo sin pensar Darren.
Este se acercó a Nicki.
— Pareces fuerte, o al menos, sentimentalmente, mi hermana se ha cargado a esa chica y tu sin llorar, murió el otro chico y sólo se cayó una lágrima — dijo Darren.
— No vuelvas a mentar a mi hermana— advirtió Claris.
— ¿ O qué?— preguntó burlón Darren.
— O cogeremos, te sacaremos el otro ojo y luego el cerebro — dijo Claris intentando ser sádica.
—¿ Con quién, con tu hermana? A no que no tienes—
— Cierra la boca pedazo de mierda— dijo Maddison.
Marta lloraba muy fuerte.
— Eh... ¿ Ocurre algo?— le preguntó Darren a Marta.
Miró al lado y vio a Harley haciendo gestos de molestia.
—¿ Te pasa algo?— preguntó sin importarle.
— Dejala imbécil — dijo Matt.
—¿ Como te llamas?— preguntó Darren.
— Matt—
— Bien, la próxima vez que me insultes ese serás tú — dijo señalando el cadáver de Alice.
Cuando Harley vio el cadáver de Alice rompió a llorar.
—¿ Y esa barriga? ¿ Qué pasaría si la rajase?— dijo Darren.
— Ni se te ocurra— gritó Acua desde el final  de la fila.
— Pero mira a quien tenemos aquí, un pequeño traidor que ha caído en su propia trampa—
— Bueno vallamos con la venganza, pero no se a quien matar— añadió.
— ¿ Y si te mato a ti?— dijo señalando a Rebecca.
— O a ti— señaló a Mason.
— O puede que a ti— señaló a James.
— Vale, creo que ya lo tengo, decidme vuestros nombres, y vosotros los de atrás, ya que no tenéis nada mejor que hacer,  escribir sus nombres en la arena en frente de ellos, incluso de los muertos— ordenó Darren.
— Así que Connor y Alice se llamaban— añadió al rato.

— ¡ Ya me he cansado de esperar!— dijo cogiendo la palanca de Megan. —¡ Me decanto por ti!— añadió señalando a Nicki.
—¡¿ Qué!?— gritamos todos a la vez.
Nicki rompió a llorar sabiendo lo que le esperaba.
—¡ No, no permito esto!— dijo Acua levantándose de su sitio.
—¡ Sienta te o te mato!— gritó enfadado Darren.
Este comenzó a tocarle la cara a Nicki.
— Por favor, no me mate así — suplicó Nicki.
— Al ser tú, dejaré que elijas, la palanca o la pistola, el tiro lo elijes tu— dijo Darren.
— Pistola, en la cabeza— dijo Nicki sin miedo.
— ¡ No, por favor, Darren no tienes porque hacerlo!— grité.
— Él tampoco tenía porque hacerme esto— dijo señalando su hueco que ya no tenía ojo.
Darren sin pensar cogió la pistola y le pegó un tiro en la frente a Nicki.
—¡No!— gritábamos todos.
— Relajaos ya pasó todo, podéis levantaos— dijo Megan montándose en un camión junto a Darren.
Me aislé y no quise saber de nadie, sólo pensaba en matar a Megan y Darren.
— Nathan, vamos debemos irnos, debes estar mejor— dijo Carl.
Mis fuerzas no me daban para levantarme.
— Eh, vamos, debéis volver a Alexandria, se que es duro para ti, pero aunque no lo creas, todos hemos perdido a alguien— me dijo Michael, el hermano de Carl.
Me intenté levantar y me ayudaron para sostenerme.
— Vamos Claris— dijo Marta levantándola del suelo.
Andamos durante un rato arrastrando los pies, incluso había gente que seguían llorando.
Carl miraba al suelo como si fuese todo culpa suya.
— Hiciste bien, no te preocupes— dijo Mia a Carl para que no se sintiese mal.
Aaron le miró enfadado.
— No es su culpa, le mató Darren, no el— gritó Mia.
— Pero el fue quien le pegó — gritó Aaron.
—No sabía lo que hacía, es un niño— dijo Rose paraa calmar a Aaron.
Llegamos ya a Alexandria, lucía como si no hubiese pasado nada allí.
— Os hemos buscado por todas las casas, incluso han venido gente a matar a los caminantes que habían aquí— dijo Iria.
—¿ Dónde estabais?— preguntó Maddison.
— Nos escondimos en un sótano— respondió Iria.
— Mamá este es Michael, el hermano de Carl y ella es Tara— informé.
— Vale, Michael, tu puedes ocupar la cama de...— dijo Maddison.
— Entendido— interrumpió sabiendo que sufría al recordarla.
— James te sangra la boca— dijo Maggie.
— No es nada— respondió el.
—¿ Te han mordido?— preguntó Rebecca fijándose.
— No, si no ya me hubiese transformado— dijo en su defensa.
— Mason revisale— ordenó Maddison.
Al cabo de un rato.
— No tiene mordeduras— dijo Mason.
— Os lo dije— respondió James.
— Vigilarlo — susurró Maddison.