12. Regreso

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* Cindy narra*

Había un silencio incómodo a la vez que andábamos porque no conocía muy bien a Drew.

— Y... ¿ Cuántos años tienes?— pregunté para hablar de algo.

— Oye, yo ya te dije que no vinieses, si estás incómoda puedes irte— dijo Drew con tono cortante.

— No puedo, debo cuidar de ti— dije preocupándome de él.

— ¡ Sé cuidarme solo, no te pedí que vinieses!— gritó.

— Lo que tú digas majo— dije siguiendo hacia delante.

Oí algo moverse rápidamente detrás mía.
Me giré pero no vi nada.

—¿ Ocurre algo?— dijo Drew.

— He oído algo y no era un caminante, se movía rápido— expliqué.

Drew se apresuró a sacar su pistola con silenciador al igual que yo.

— Oye... Perdón por haber sido tan borde— se disculpó el.

— No pasa nada, solo, hazme caso, he sobrevivido todo este tiempo sola y sé cómo va esto— expliqué.

Anduvimos durante bastante rato hasta que nos topamos con un muro de chapa, vi ha alguien subido en un puesto de vigilancia. Como nosotros con Rebeca.
Me acerqué con las manos en alto y Drew siguiendo mis pasos.
Las puertas se abrieron, me recibió un chico de unos 18 o 19 años, o al menos eso aparentaba, vi que le faltaba un brazo, al lado de él había dos personas más, una de ellas me sonaba bastante.

* Yo narro (Nathan)*

—¿ Estará bien Drew con Cindy?— preguntó Harley preocupada.

— Hazme caso que sí, conozco lo suficiente a Cindy, todo se lo toma en serio— expliqué.

El coche de Aaron y Mason llegó al fin.
Fueron a ver si la dirección que nos dieron de donde se ocultaba Megan era cierta, mientras nosotros volvíamos a Alexandria.

—¿ Lo encontrasteis?— preguntó Maggie.

— Si, también le oímos decir " menudo botín nos hemos traído de Nueva York, con rehén incluido"— explicó Mason.

—  Supongo que a lo de rehén se lo decía a Josh— dijo Aaron.

Josh vino para saber más de la conversación.

— ¿ Habéis dicho Nueva York? He estado allí con Megan, cerca del antiguo pueblo de Riley había muchos suministros— explicó.

— Podríamos ir...— propuso Marta.

— Marta tiene razón, deberíamos ir— dije dándole la razón.

— Está bien, ahora os llamamos cuando terminemos de preparar las cosas— dijo Mason besando a Marta.

* Marta narra*

Vi a lo lejos a Rebeca llorando, me acerqué para saber que le pasaba.

—¿ Estás bien?— pregunté poniéndole la mano en el hombro.

Ella me miró por un instante, pero rápidamente me abrazó.

—No soy buena como líder, Maddison lo hacía mejor— dijo entre lágrimas.

— Pero si lo haces muy bien como líder— traté de convencerla.

— ¿ Es por Zara y Madi no?— le dije con algunas lágrimas.

Ella afirmó con la cabeza.

— Yo también he perdido a gente... Si quieres te digo una en concreto, era como mi hija, era Alice, nos tratábamos muy bien— dije con una débil sonrisa.

— Marta... Si alguna vez muero o no estoy... Quiero que cuides de Kyle, es como mi hijo— dijo ella.

— Lo prometo—

— Quiero que seas tú la líder— respondió Rebeca seriamente.

—¡¿ Yo?! Yo no sirvo como líder— dije sin esperarme a que diría eso.

— Tu has estado más tiempo con Maddison que yo, podrías usar sus métodos— explicó.

Aaron vino y nos interrumpió.

— Las cosas ya están listas, vamos— dijo volviendo a la entrada.

*Narro yo*

—¿ Sabes que le dice un dragón a un príncipe?— preguntó Lexie.

Aaron empezó a reírse antes de tiempo.

— Que te den por culo— dijo sin parar de reír.

— Pero eso no tiene gracia— dijo Rose.

— Ya... Es que es tan cutre que me hace gracia— respondió Lexie.

— Aaron, deja de pegarle tus chistes malos a la gente— dijo Claris sonriendo.

Mis ojos se cerraban lentamente, yo hacía fuerza para mantenerme despierto pero no pude y me acabé durmiendo apoyado en Rose a la cual no le importaba.

— Nathan, ya hemos llegado a Nueva York— dijo Rose despertándome.

Salimos del coche y pudimos observar que Nueva York ya no era Nueva York, está más destruida desde que nos fuimos.

— Aquí es— dijo Josh pegándole una patada a la puerta para abrirla.

Aquel sitio estaba lleno de comida y armas, más incluso que en el sitio que tenemos cerca de Alexandria.

Josh se quedó mirando a un sitio fijo.

—¿ Ocurre algo?— preguntó Marta.

— Me gustaría visitar mi...—

— Entiendo... Cuando terminemos de llenar el coche de cosas iremos— le prometió Marta.

Después de llenar el coche efectivamente fuimos al pueblo de Josh y Mason.

Me acerqué a un caminante para matarlo con el cuchillo.

—¡ Espera!— gritó Josh.

— Quiero hacerlo yo— añadió.

El caminante se giró y vi a To, uno de los guardias que nos acompañó a la expedición.

—¿ Estás bien?— le pregunté.

— Como nuevo— dijo secándose las lágrimas y sonriendo.

—¡ Mirad aquel caminante!— advirtió Mason.

El caminante se giró y vimos a Riley.
Todos nos quedamos impresionados.

—¿ Como puede estar viva si le disparé en la cabeza?— dijo Marta bastante confusa como todos.

—¿ Josh, Mason?— se escuchó decir por detrás.

Era Rian, otro de los guardias de la expedición, estaba acompañado de una chica más, de pelo castaño y un poco rellenita.

—¡ Coged al caminante de Riley! Lo llevaremos VIVO a Alexandria— ordenó Marta sospechando.

— Hay un laboratorio a un par de kilómetros, si tenemos suerte habrá algún científico que nos ayude a saber que ha pasado con Riley— explicó Denisse, la chica que acompaña a Rian.

Un Mundo Inesperado Vol. 2 Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora