6. Navidad

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—¡ Aquí están los adornos!— dijo Mason sacando 4 cajas grandes del maletero.
—¡ Perfecto!— dijo Maggie cogiendo una caja.
Marta vino corriendo hacia nosotros.
—¡ Jason ha despertado!—  dijo bastante contenta.
—¡ Vamos a verle!— dijo Tara que aunque no le conocía mucho quería ver cómo estaba.
Yo también acudí.
—¿ Eh? ¿ Cuanto tiempo llevo dormido?— preguntó James con una voz drogada.
— 1 mes o así — dijo Marta.
James miró a su alrededor.
—¿ Donde está Maddison?— preguntó con ganas de verla.
Todo el mundo nos quedamos perplejos.
— Ha ido a investigar — se atrevió a decir Rose.
— Eh Nathan, ¿ Que haces con eso en la mano?— preguntó subiendo el tono.
—¿ Esto?— dije señalando a la mini lanza.
Se levantó de la cama y se acercó lentamente a mi.
—¿ James, estás bien?— pregunté asustado.
En un abrir y cerrar de ojos se abalanzó contra mi y puse mi mini lanza para protegerme.
Intenté quitármelo de encima pero se resistía.
Claris se acercó y le pegó una patada en la cara, lo cual lo hizo deslizarse a varios metros de mi.
— Gracias — dije sorprendido.
— No hay de que,James ya no es James— dijo Claris.
—¿ A que te refieres?— dijo Scott.
— Me acabo de fijar cuando le he pegado la patada, el caso es...— dijo Claris acercándose a James.
—¿ Como a aguantado tanto tiempo con esto?— dijo bajándole la camiseta por la parte del hombro enseñando un mordisco.
— Juro que yo no lo sabía, le tuve que quitar su camiseta y ponerle la de hospital pero no lo vi— explicó Marta.
Rebecca le apuntó a la cabeza a James.
— ¡ No! Sólo cuando se transforme— dijo Kyle.
—¡ Pero esto es hacerle sufrir!— gritó Rebecca.
Esta, empujó a Kyle a un lado, James se despertó como caminante y saltó contra Rebecca.
— ¡ Quitármelo de encima!— gritaba Rebecca.
Kyle cargó su arco y le clavó una flecha en la flecha en la cabeza, quedándose la punta a menos de 5 cm de la cara de Rebecca.
              HARLEY
—¿ Que es eso que me tenías que contar?— pregunté inquieta.
— Verás, tu y tu hijo habéis cogido una grave enfermedad al cambiar tan rápido el clima, estabas caliente y te metistes muy rápido en el agua fría — dijo el doctor.
— Pero yo me encuentro bien — dije angustiada.
— Parece que si, pero no lo estás, antes de nada, queremos presentarte a tu hijo— dijo contento.
—¿ Como? Yo no he dado a luz todavía — dije extrañada.
— Lo sé, te lo hemos sacado por cesárea, si no, el moriría — explicó.
Sujeté en brazos a mi bebé, nunca pensé que lo iba a tener tan pronto, mis ganas de enseñárselo a todos los de Alexandria aumentaron por completo.
—¿ Como se llamará?— preguntó la niña.
— No lo sé, quiero que esté su padre para ponerle el nombre— respondí bastante contenta.
—¿ Como te llamas?— añadí cuando el doctor se fue de la habitación.
—Amber, encantada ¿ sabes que hoy es Navidad?— dijo ella.
—¡¿ Hoy!?— dije sorprendida.
Me acerqué a su oído y le dije.
—¿ Puedes ayudarme a salir de aquí? Quiero volver a mi casa—
Amber se quedó dudando durante un rato pero finalmente se decantó en que si me ayudaría.
Al cabo de un rato salimos de allí y llegamos al sitio de donde me caí.
— Hasta aquí mi viaje, ahora tendré que volver con esa estúpida — dijo Amber.
—¿ Que estúpida?— pregunté.
— Megan — dijo ella.
Yo me sorprendí y di un paso atrás de Amber.
—¿ También te asusta eh? No quiero volver con ella— dijo cansada de Megan.
— Pues te vendrás con migo— dije convencida.
— Pero me matará — dijo asustada.
— Somos toda una comunidad no te pasará nada— le prometí.
—¡ Harley!— oí gritar.
Miré para atrás y vi a Matt corriendo hacia mi.
—¡ Matt!— grité.
—¡ Estás bien, Harley!— dijo aliviado.
— Si, ella, Amber, me ayudó a salir, y mira a quien tengo— dije enseñándole al bebé.
— Pero ¿ Como lo tienes ya?— preguntó sorprendido.
— Por cesárea — respondí.
— Volvamos a Alexandria — propuso Matt.
Anduvimos un buen rato.
—¿ Que nombre le ponemos— le pregunté a Matt.
— Puff... te gusta...¿Theo?—
— Me gusta, es un nombre bonito — dije acariciando a Theo.
— A mi también me gusta— opinó Amber.
Vimos unos muros.
—¿ Y esto?— preguntó Matt.
— No lo sé — dije dudando.
Mia salió de detrás de los muros por una puerta de hierro que parecía bastante dura.
—¡ Harley, Matt, estáis vivos! Os preguntareis que es esto, hemos decidido agrandar Alexandria hasta Senoia— explicó.
— Pero... también hay algo malo que contar — añadió.
La cara se me puso pálida cuando dijo que había algo malo.
— Tu madre... ha muerto en una expedición a la casa blanca— dijo Mia que se le caían las lágrimas.
Yo comencé a llorar, no me podía mantener en pie si quiera. Ojalá Maddison pudiera haber visto a Theo.
Al primer sitio que visitamos al entrar en Alexandria fue el cementerio.
Allí estaban las tumbas de los otros, Maddison, Nicki, Connor, Alice, Ashley, Niteshade, Zara, Luke, Marcus y Scarlett.
— Tenemos nuevos integrantes — dijo Mia mientras entrábamos en el salón principal de la casa de Maggie.
— Estos son, Michael, Kyle, Cindy y Tara— añadió después.
— Esta es Amber, y este es Theo, mi hijo— dije emocionada.
Todo el mundo me felicitaba.
Me agaché para hablarle a Amber.
— Este es mi hermano Drew, puedes ser su amigo y jugar con el— le dije.
Entonces intenté de olvidar a todas las personas que visité en el cementerio de Alexandria, y disfruté de las que podrían ser, o no, mis últimas Navidades.

Un Mundo Inesperado Vol. 2 Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora