10. Ira

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           1 mes después
— Debemos de hacer algo ya— dijo Maggie cruzando los brazos.
— Megan nos está quitando todo— añadió después.
— Hace tiempo le dije a Aaron que fuéramos a atacarla, pero no quiso— dijo Cindy.
— Era arriesgarse, no podíamos hacerlo— dijo Rebecca.
— Pues gracias a eso no tenemos la gran mayoría de las cosas que antes— dijo Cindy haciendo notar su cabreo.
— Debisteis hacerle caso a Cindy, Megan se cargó a muchos amigos nuestros— dije recordando a todos.
— ¡ Por fin alguien que lo entiende!— dijo aliviada.
— Pero tampoco nos avisates, así, no podríamos apoyarte— dijo Claris levantando una ceja.
— Yo estoy preparada, no se vosotros— dijo Cindy cargando su pistola.
—¿ Preparada para que?— preguntó Rose.
— Para matar a Megan de una vez por todas— dijo seriamente.
— Pero somos poquísimos — dijo Amber.
— Podríamos llamar al grupo que estuvo en frente de nosotros, seguro que sienten la misma ira— dijo Maggie con ansias de crear un grupo bastante grande para matarla.
—¿ Y si son malos?— dijo Amber.
— Habrían matado a mi hermano de un principio — dijo Carl.
— Hola, siento interrumpir pero Mason, Scott y yo vamos a ir a explorar— dijo Max, un nuevo chico incorporado al grupo un día de estos meses que han pasado, Max es alto y es de piel oscura, su pelo es marrón y sus ojos verdes.
                Max
— Max, ¿ Te ha dicho algo Rebecca?— dijo Scott guardando algunas armas en el coche.
— Si, dijo que podíamos salir, siempre y cuando tengamos cuidado— redactando las mismas palabras de Rebecca.
— Perfecto, entonces salgamos ya— dijo Mason con ganas de ir a explorar.
— Podríamos ir donde dispararon a Aaron— opinó Scott.
— No, allí estaba Darren— dijo Mason.
— Estaba Darren, pero el ya no existe— dijo Scott sonriendo.
— Pero Megan sigue viva— interrumpí.
—¿ Como sabes la existencia de Megan?— preguntó Scott.
— Mató a mi familia diciendo que estaban infectadas— expliqué con poca voz.
— Lo siento— dijeron los dos.
— Sentirlo no va a hacer que vuelvan a la vida, pero aún así, gracias — dije sonriendo débilmente.
— Mirad, es ahí — dijo Mason haciendo que Scott parase el coche.
—¿ Queréis que me quede aquí para vigilar?— preguntó Scott.
— No, sólo esconde el coche y alcánzanos — expliqué.
Caminamos hasta llegar al edificio que contenía comida y armas.
— Es enorme...— dije impresionado.
— Si, más te impresionara la cantidad de comida que hay dentro— dijo Mason.
— Pues entremos ya— dije con ganas de entrar.
Cuando entramos vimos una cantidad de comida increíble, también habían algunas armas nuestras que nos quitó Megan.
— Coge todo lo que puedas de armas y yo cogeré todo lo que pueda de comida— ordenó Mason.
Me fui al apartado de armas y escuché un ruido.
Cogí un revolver que había colocado en un montón de armas. Miré las balas para asegurarme de que estaba cargado y así era.
Me fui acercando poco a poco al sitio del ruido.
Vi una sombra entonces salí y apunté gritando.
—¡ Manos arriba!—
— Max, ¡ Me has asustado!— gritó de miedo Scott.
— Oh, lo siento creía que eras malo— me disculpé.
— Ayúdame a coger armas— le ordené.
Cogí una catana con detalles de lujo y cogí su carcaj.
Scott cogió un cuchillo de cocinero y un fusil.
— Estamos listos— dijimos los dos a Mason.
— Pues vamos— dijo Mason cogiendo la segunda mochila llena de comida del suelo.
Salimos y oímos a alguien acercarse rápidamente.
Arranqué una tubería y cuando vi que estaba a punto de girar la esquina le golpeé, haciendo que cayera al suelo.
Era una mujer rubia, ni muy alta ni muy baja, llevaba un chaleco de cuero y unos pantalones vaqueros conjuntados con unas botas como de granjera.
Luego vino otra chica, parecía ser más pequeña que la anterior mujer.
—¿ Que le habéis hecho?— preguntó alterada.
Para no meternos en un compromiso la golpeé a ella también.
—¡ No ha hecho nada!— gritó Scott.
— Ya pero podría — contesté en mi defensa.
— Llevemoslas a Alexandria— propuso Scott.
—¿ Y si son malas?— preguntó Mason.
— Las mataremos— contesté cogiendo a una de ellas.
Las metimos en el coche y las separamos de las mochilas que contenían armas, por si acaso despertaban y nos querían matar.
Llegamos a Alexandria y las pusimos en dos camas distintas.
Cuando nos fuimos despertaron.
—¿ Donde estamos?— preguntó la rubia.
La otra, era pelirroja y tenía los ojos de color marrones.
— Ni idea— dijo la pelirroja.
Salieron de la habitación y de la casa.
Vieron el enorme pueblo que teníamos y fliparon.
                Nathan
— Oh, habéis despertado ya— dije extendiendo la mano.
Ellas me la dieron también.
— Soy Nathan, ¿ Y vosotras?—
— Yo soy Andrea— dijo la rubia.
— Y yo Lexie— dijo la pelirroja.
— Debo irme, debo encontrar a mi hermana — añadió Lexie.
— Lexie, no podemos, si ésta gente nos dejan quedarnos aquí será mejor, es grande y amurallado— intentó de convencer Andrea.
—¿ Cuantos años tenéis? — pregunté.
— Yo 30 y ella 20— dijo Andrea.
— Lexie, podrías hacerte amiga de mi hermana, ella tiene 21 años— dije.
— Vale, pero Andrea, debo de encontrar a Nicki— dijo Lexie desesperada.
Cuando oí "Nicki" me decompuse porque recordé a nuestra amiga que murió a manos de Megan.
— Esa tal Nicki, ¿ Se apellidaba Stokes?— pregunté por curiosidad.
—¡ Si! ¡¿ como lo sabes?!— gritó Lexie ilusionada.
— Acompañarme las dos— dije con intención de llevarlas al cementerio.
— Lo siento, ésta es su tumba, murió por culpa de Megan— expliqué con voz ronca.
Lexie comenzó a llorar.
— Pagará, pagará por lo que ha hecho— dijo Lexie enfurecida.
— Si nos vamos a quedar aquí, necesitamos armas— pidió Andrea.
Fui a la armería y le entregué a las dos una pistola.
La puerta de Alexandria sonaba y un escalofrío inundó mi cuerpo imaginándome quien era.
Abrimos la puerta, y... efectivamente, era Megan.
Todos los del grupo nos reunimos allí para entregarle algunas cosas.
— Os veo fuertes, ¿ Habéis comido bien?— dijo Megan.
— Vaya... y estos 3 ¿quienes son? ¡ Presentaos !— ordenó Megan.
— Soy Max—
— Yo Andrea—
—¿ Y tú? Responde, ¿ como te llamas?— preguntó Megan impaciente.
Pero Lexie se resistía a hablarle.
Megan se alejó de ella.
— Veo que no quieres hablar— dijo Megan.
—¡ Mataste a mi hermana!— gritó Lexie mientras disparaba.
Lexie falló el tiro y mató a uno de los hombres de Megan.
—¡ Cogerla!— gritó Megan muy enfadada.
Un hombre la tiró al suelo.
—¿ Como te atreves a intentar matarme? Has matado a uno de mis hombres y como consecuencia yo mataré a alguien de tu grupo— explicó Megan sacando la pistola poco a poco.
—¡ No,no, por favor no lo hagas!— gritaba Lexie desesperada.
Megan disparó y le dio en la cara a Iria.
Elena, cubierta de sangre de su hermana, echó a llorar y se quedó de rodillas junto al cadáver de su hermana.
—¡ Joder no le quería dar a ella!— gritó mirando a Amber.
Maggie se acercó rápidamente y le dijo.
— Has matado a una persona, ella también a matado a una persona, no puedes matar a nadie más —
— Tienes razón — dijo Megan sacando el cuchillo y rajando bruscamente el moflete de Maggie.
Entonces Megan ya se fue tranquila.
Elena se levantó firme con algunas lágrimas en la cara.
— Esa mujer debe morir ya— dijo intentando no desatar su ira.
Lexie se acercó a Elena.
— Siento lo de tu hermana, ha muerto por mi culpa— dijo Lexie llorando.
Elena la miró fijamente y le dijo.
— Tu no tienes la culpa, puedes estar tranquila, la culpa la tiene Megan por existir— dijo bastante enfadada.
— Entonces hagamos lo que dijo Maggie, busquemos los recursos necesarios para acabar con ella— dijo Cindy.

Un Mundo Inesperado Vol. 2 Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora