La mayoría de nosotros considera que el tema de la postura es aburrido. Nuestra madre solía regañarnos al
respecto. Sin embargo, para un psicoanalista, la postura de un paciente muchas veces es la clave principal de la
naturaleza de sus problemas. Estudios recientes sobre la comunicación humana han examinado la postura en
cuanto expresa las actitudes de un hombre y sus sentimientos hacia las personas que lo acompañan.
La postura es la clave no-verbal más fácil de descubrir, y observarla puede resultar muy entretenido. Lo primero
que debemos buscar es el "eco" de las posturas.
Albert Schefflen descubrió que, con mucha frecuencia, las personas imitan las actitudes corporales de los demás.
Dos amigos se sientan exactamente de la misma manera, la pierna derecha cruzada sobre la izquierda, y las
manos entrelazadas detrás de la cabeza; o también uno de ellos suele hacerlo a la inversa, la pierna izquierda
cruzada sobre la derecha, como si fuera una imagen reflejada en un espejo. Schefflen denomina a este fenómeno
posturas congruentes. Cree que así como dos personas comparten un mismo punto de vista, pueden compartir
también una misma postura.
Cuando se reúnen cuatro o más personas, es común descubrir varios grupos de posturas distintos. Rápidamente
nos daremos cuenta de que esto no es mera coincidencia. Si una de las personas reacomoda la posición de su
cuerpo, los otros miembros de su grupo la imitarán hasta que todas las posturas resulten congruentes. Si
escuchamos la conversación nos daremos cuenta que los que opinan igual sobre el tema también se sientan de
igual modo.
Los programas de televisión nos dan numerosos ejemplos de posturas combinadas, tanto como cualquier reunión
social. Estudiar la postura de las personas durante una discusión -ya sea al natural o por televisión- es
sumamente interesante, ya que muchas veces podremos detectar quién está a favor de quién, antes de que cada
uno hable. Cuando una persona está por cambiar de opinión, probablemente emitirá una señal reacomodando la
posición de su cuerpo. Sin embargo, cuando discuten dos viejos amigos, pueden mantener posturas congruentes
durante todo el tiempo que dura la discusión, como para hacer resaltar el hecho de que su amistad no varía
aunque difieran en la opinión. Los amantes, aun en medio de una pelea, algunas veces se asemejan a un par de
aprieta libros. La congruencia también puede relacionarse al status. Las personas que tienen más o menos el
mismo status comparten una postura similar, no así el profesor y el alumno, el ejecutivo y la secretaria quienes lo
hacen en raras oportunidades. Cuando comienza una discusión entre un grupo y su líder, éste cruza las piernas en
forma que parece congruente con una parte del grupo, coloca los brazos sobre el pecho de acuerdo con la otra;
mediante esta postura rehúsa tomar partido por una de ellas.
Algunos psicoterapeutas son muy conscientes en cuanto a la implicancia que tiene el eco de las posturas. La
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El lenguaje de los gestos. Flora Davis
CasualeHe querido introducir este gran libro en la comunidad lectora, es un libro esencial para aquellos que quieran saber más acerca de la psicología Flora Davis, la autora de este libro, nos transmite todos sus conocimientos adquiridos de la investigació...