12. Interpretación de las posturas

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La mayoría de nosotros considera que el tema de la postura es aburrido. Nuestra madre solía regañarnos al

respecto. Sin embargo, para un psicoanalista, la postura de un paciente muchas veces es la clave principal de la

naturaleza de sus problemas. Estudios recientes sobre la comunicación humana han examinado la postura en

cuanto expresa las actitudes de un hombre y sus sentimientos hacia las personas que lo acompañan.

La postura es la clave no-verbal más fácil de descubrir, y observarla puede resultar muy entretenido. Lo primero

que debemos buscar es el "eco" de las posturas.

Albert Schefflen descubrió que, con mucha frecuencia, las personas imitan las actitudes corporales de los demás.

Dos amigos se sientan exactamente de la misma manera, la pierna derecha cruzada sobre la izquierda, y las

manos entrelazadas detrás de la cabeza; o también uno de ellos suele hacerlo a la inversa, la pierna izquierda

cruzada sobre la derecha, como si fuera una imagen reflejada en un espejo. Schefflen denomina a este fenómeno

posturas congruentes. Cree que así como dos personas comparten un mismo punto de vista, pueden compartir

también una misma postura.

Cuando se reúnen cuatro o más personas, es común descubrir varios grupos de posturas distintos. Rápidamente

nos daremos cuenta de que esto no es mera coincidencia. Si una de las personas reacomoda la posición de su

cuerpo, los otros miembros de su grupo la imitarán hasta que todas las posturas resulten congruentes. Si

escuchamos la conversación nos daremos cuenta que los que opinan igual sobre el tema también se sientan de

igual modo.

Los programas de televisión nos dan numerosos ejemplos de posturas combinadas, tanto como cualquier reunión

social. Estudiar la postura de las personas durante una discusión -ya sea al natural o por televisión- es

sumamente interesante, ya que muchas veces podremos detectar quién está a favor de quién, antes de que cada

uno hable. Cuando una persona está por cambiar de opinión, probablemente emitirá una señal reacomodando la

posición de su cuerpo. Sin embargo, cuando discuten dos viejos amigos, pueden mantener posturas congruentes

durante todo el tiempo que dura la discusión, como para hacer resaltar el hecho de que su amistad no varía

aunque difieran en la opinión. Los amantes, aun en medio de una pelea, algunas veces se asemejan a un par de

aprieta libros. La congruencia también puede relacionarse al status. Las personas que tienen más o menos el

mismo status comparten una postura similar, no así el profesor y el alumno, el ejecutivo y la secretaria quienes lo

hacen en raras oportunidades. Cuando comienza una discusión entre un grupo y su líder, éste cruza las piernas en

forma que parece congruente con una parte del grupo, coloca los brazos sobre el pecho de acuerdo con la otra;

mediante esta postura rehúsa tomar partido por una de ellas.

Algunos psicoterapeutas son muy conscientes en cuanto a la implicancia que tiene el eco de las posturas. La

El lenguaje de los gestos. Flora DavisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora