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Quedo inmóvil cuando veo a Andrés con una radiante sonrisa en su rostro, luce fresco y relajado (y guapo, muy guapo, sabroso, delicioso, comestible, todos los términos de ardientemente irresistible para ser exacta)

Doy media vuelta dispuesta a encerrarme en el departamento hasta que uno de los dos muera, no quiero tenerlo cerca, me siento incómoda y avergonzada.

-¡Manuela!- grita Zoe mientras corre detrás de mí- oye, ¿qué te pasa?- se posiciona frente a mí y me mira con preocupación.

-Creo que se me ha quedado el móvil- miento.

-Pero si lo tienes en tu mano...- dice arrugando su entrecejo.

-¡Pero que torpe soy!- exclamo con notable nerviosismo.

-Entonces, ¿nos vamos?-pregunta sonriendo efusiva de nuevo.

-Sí, claro, vamos- respondo mientras trato de sonreír y no parecer una desquiciada.

Me preparo mentalmente mientras decido si debo saludar o hacer que no le conozco.

Me doy la vuelta en dirección a él y ...

Dios, ¿por qué no lo hiciste mueco para así poder odiar su sonrisa?

¡Tiene dientes de comercial!

-Hola chicas- saluda él para acto seguido abrir la puerta del copiloto y luego la de atrás.

Ella besa su mejilla.

-Tú eres...-deja la frase al aire esperando que yo la complete y le agradezco mentalmente por ahorrarme la explicación a mi amiga que de dónde lo conozco.

-Manuela- completo y le extiendo la mano.

La acepta y con un movimiento que no veo venir, me acerca a él y me da un delicado beso en la mejilla.

-Mucho gusto- susurra con suavidad, su aliento choca contra mi desnudo cuello y me estremezco. ¿Yo por qué seré tan alborotada?

Él nota lo que ha causado en mí y con una sonrisa de superioridad se aleja y me hace una seña indicándome que entre al auto.

Miro a Zoe pero ella tiene expresión seria y me mira con rabia, como si algo le hubiese molestado.

-Ve adelante tú-

No dice nada, solo niega con la cabeza, entra en la parte trasera del auto y cierra la puerta.

Irritada ante su comportamiento entro en el auto y cierro la puerta. Él entra, se acomoda en su asiento y enciende el auto.


El viaje fue muy divertido, Andrés y yo tenemos muchas cosas en común.

Nos encontramos ya en la entrada de la finca donde la música retumba (sí, una finca, una lujosa, amplia y linda finca)

-Bueno chicas, hemos llegado- avisa él para luego abrir las puertas de ambas.

Zoe no pronunció ni una palabra durante todo el recorrido y eso me preocupa un poco,
planteando que se puso seria desde el momento en que él beso mi mejilla... ¿A ella le gusta Andrés?

-Zoe- le pido que se acerque aprovechando que él está ocupado.

-¿Qué quieres?- pregunta con expresión severa.

-¿Te gusta Andrés?- le pregunto sin rodeos y su reacción responde a mi pregunta.

Está roja como un tomate y sus ojos más grandes de lo común.

-No, yo no, yo... Sí, sí me gusta- responde y mira para todos lados asegurándose de que él no esté merodeando.

-¿Y te enojas conmigo porque él te gusta?, sólo me lo hubieses dicho- digo indignada por su comportamiento.

Maldito Andrés °Sin Corregir°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora