Siento que no la merezco

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Narrado por Andrés.

Me dirijo al instituto después de estar con mi mejor amigo Darren hablando de mujeres y sexo.

Mi mejor parte del día en el instituto, es cuando veo a Manuela afanada porque va tarde, con su cuerpo de diosa, su cabello y su hermosa sonrisa que hace me hace delirar.

Espero sentado en el jardín a Manuela, me encanta cuando utilizaba el sarcasmo o intenta herirme con sus palabras, es muy buena en eso.

Pasan más de 30 minutos y Manuela no aparece, se me hace extraño por lo que decido dirigirme a su apartamento para saber si se encuentra bien.

El vigilante siempre está dormido por lo que se nos hace demasiado fácil salir y entrar, no hay cámaras que lo capten, por ello no le da mucha importancia a lo que pase con los estudiantes.

Me subo en mi auto y me dirijo hasta su edificio.

***

Llego y saludo al vigilante del edificio, subo en el ascensor hasta llegar a su piso, toco la puerta y escucho los pasos cada vez más cerca.

Hago una cara graciosa para que cuando Manuela abra la puerta sonría como solo ella lo sabe hacer (eso suena muy gay).

Manuela abre la puerta y cumplo mi objetivo, ella sonríe, pero se le nota un poco confundida por mi presencia.

-Andrés... ¿Qué haces aquí?- pregunta ella.

-No vi a mi persona favorita entrar al instituto afanada porque iba tarde a clases, con su hermoso cabello rizado y esa hermosa sonrisa, por lo cual decidí venir a ver como está- respondo tranquilamente, si soy capaz de decirle a muchas chicas que solo las quiero para tener sexo, ¿porque no ser sincero con ella?.

-Vaya... Pues pasa- me dice y se aparta de la puerta para que yo pueda entrar.

Entro y me siento en el cómodo sofá, Manuela tiene una pequeña toalla alrededor de su bello y delgado cuerpo, no puedo parar de mirarla, de seguro tengo una sonrisa de pervertido en el rostro. Debo decirles que esta es la primera vez que tengo una mujer con solo una prenda delante de mí y no la he hecho mía.

-¿Que me ves pendejo?- pregunta, me levanto y me acerco a ella.

-Deberías ir a vestirte porque no creo poder soportar verte así más tiempo- respondo en su oído, noto la piel de su cuello erizarse, el perfume de su piel es suave y agradable, ella suspira y sin mirar atrás, sube las escaleras directo a su habitación.

Niego con la cabeza y sonrío sintiéndome orgulloso de causar eso en ella.

Doy vueltas por toda la casa mientras ella se arregla, en un estante se encuentran fotos, medallas y trofeos de cuando ella jugaba fútbol.

Les juro que esta mujer cada día me sorprende aún más.

Escucho unos pasos detrás de mí y aún concentrado en sus fotos, hablo.

-¿Cómo está Zoe?- le pregunto, pues me he enterado de lo que le paso.

-Espero que mucho mejor- responde y en el tono de voz, se nota que algo no está bien.

-¿Como que "esperas"?, ¿No has ido a visitarla hoy?- pregunto haciéndome el desentendido, pero ya conozco la respuesta.

-No- responde secante mientras se deja caer en el sofá.

Suspira, me acerco hasta ella y me siento a su lado.

-¿Manuela pasa algo?- le pregunto, pero es más que evidente que algo le está afectando.

Tomo su rostro entre mis manos y una lágrima solitaria aclara aún más la situación, sin duda la está pasando mal.

La levanto de los extremos de la cadera para luego sentarla en mis piernas y la rodeo con mis brazos haciendo que nuestros cuerpos queden totalmente pegados.

Ella esconde su rostro en mi hombro mientras acaricia mi cabello, hace mucho tiempo que no le permito a una mujer hacer esto.

-Tienes algo que necesito, no me preguntes que es, tampoco lo sé- digo en voz baja mientras acaricio su espalda, esta mujer me da sensaciones que hace mucho no tengo, no quiero tener sexo con ella, solo quiero hacerla sentir mejor y eso no es común en mí.

Saca su rostro de mi hombro y me besa, sus suaves, dulces y rosas labios hacen una perfecta fusión sobre los míos, ella envía todo tipo de sensaciones a mi cuerpo y me estremezco.

Acaricio su espalda y ella mantiene sus manos en mi cabello.

Su cuerpo vibra bajo el mio y me pide a gritos que la haga mía.

El beso se intensifica y en menos de un segundo me encuentro encima de su maravillosa figura, se separa de mí, quita mi camisa con rapidez y vuelve a unir nuestros labios.

Manuela intenta quitar su blusa pero yo se lo impido, no quiero que esto sea así, sé que es virgen y no soy merecedor de algo tan importante, puede sonar estúpido, pero ella si me importa, ella nunca sera como las demás.

-No lo merezco- musito mientras niego con la cabeza y salgo del departamento. Sé que si algo hubiese pasado entre nosotros, ella se arrepentiría el resto de su vida, yo quiero que me recuerde por ser importante para ella, no que me recuerde como el bastardo que robó su virginidad.

Salgo del edificio y me subo en mi auto, acelero y me dirijo a mi apartamento.

****

Llego y tumbo todo, me siento impotente por no ser lo que Manuela merece, por haberla dejado así, golpeo las paredes con toda mi fuerza, mis nudillos sangraban y arden pero aun así no me detengo.

Unos brazos jalan de mí hacia atrás pero no logran moverme, jalan de nuevo pero esta vez con más fuerza haciéndome detener y caer al suelo.

-Basta, Andrés- grita Darren mientras con sus dos manos agarra las mías.

Paro de forcejear y una lágrima se desborda por mi mejilla.

Darren suelta mis muñecas dejándome libre, me levanto del suelo y me dirijo hacia mi habitación para luego cerrar la puerta de un portazo.





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Espero que les haya gustado, tengo mas tiempo para actualizar así que aquí tienen😍😍😍😍😍❤

Maldito Andrés °Sin Corregir°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora