Maldito Andrés °Sin Corregir°

7

Después de acompañar a nuestra madre al aeropuerto nos encontramos ya en casa listas (o al menos yo) para asistir a nuestro primer día de instituto.

-Zoe, me iré en mi moto y tú vete en el auto- le digo mientras salgo del departamento.

Saludo a Luis y voy en mi moto directo al instituto, Zoe se quedó en el departamento "haciéndose unos retoques".

Llego al instituto y veo los típicos grupos: "Populares" Nerds" "Perras" y "Mundanos".

Noto el delgado cuerpo de Donnie a lo lejos y lo veo acercarse rápidamente.

-Manuela, no sabes cuanto te extrañe- dice él mientras me abraza.

-Yo también te extrañé, Donnie- digo de vuelta.

Donnie es "mi mejor amigo gay", es un amor, no pasamos vacaciones juntos porque tuvo que viajar donde su abuela, era un viaje familiar obligatorio.

-¿Entusiasmada con el primer día de clases?- pregunta él mirándome fijamente.

-No, sabes que odio estudiar Donnie- respondo rodando los ojos.

Suena el timbre y caminamos todos hacia nuestros casilleros.

Pasaron las primeras tres horas más aburridas del mundo y ya es hora de receso, así que acompañada de Donnie me dirijo a cafetería, pedimos nuestros almuerzos y nos sentamos en una mesa cerca de la puerta.

De pronto la cafetería queda en completo silencio, ¿saben por qué?, porque las perras del instituto hacen su "triunfal" entrada, parecen tres chihuahuas calvas.

-Chica, ¿acaso te disfrazaste de anciana?- pregunta Megan en mi dirección haciendo que todos los estudiantes presentes se rían.

-No, sólo que yo sí tengo claro que vengo a estudiar, no a pararme en una esquina- respondo neutral, con expresión fría y lo más relajada posible.

Escucho a todos reír por lo bajo y murmurar.

-Mírame niñata, es mejor que no te metas con...- la interrumpo.

-Escúchame tú a mí, prostituta barata, no te tengo miedo, así que escribe tus amenazas en un papel y mételas por tu culo- le digo con furia levantándome de mi asiento, miro a Donnie de reojo y este mira la escena perplejo.

Megan coje una bebida de la mesa siguiente y la riega sobre mi blusa.

-¿Sabes que esta blusa vale más de lo que ganas en un año por prostituirte?- todos la abuchean por mi comentario y esta se pone roja de la furia.

-Ya, Megan- ordena Andrés apareciendo de la nada mientras la desafia con la mirada.

Esta me dió una mirada asesina para luego retirarse.

-Ya vengo Donnie- le digo a mi amigo mientras salgo de la cafetería.

-Oye, Manuela- la varonil voz de Andrés me llama, haciéndome detener.

Camina rápidamente y se posiciona frente a mí.

-Quieres decirme, ¿con quién te fuiste a casa después de la fiesta?- pregunta arrugando su entrecejo.

-Después responderé eso, ahora tengo algo más importante que solucionar- le digo mientras retomo mi camino.

-Toma- dice mientras se quitaba su fina chaqueta y me la extiende- quítate esa blusa y ponte mi chaqueta- vuelve a hablar.

-No Andrés, como crees, yo iré a casa y me cambiaré, además en casa tengo tu suéter- le digo para luego agachar la cabeza pues recordé ese vergonzoso momento.