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Escuchar mientras leen😍

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El auto se detiene frente a el hotel en el que nos hospedamos.

El chofer abre la puerta, Andrés sale de este y luego me ayuda a salir a mí.

Agradezco de nuevo al conductor y nos adentramos en el hotel, subimos el ascensor y cuando llegamos a nuestro piso, me besa.

Es un beso lleno de cariño y amor, pasa su mano por mis caderas haciéndome pegar más a su cuerpo ynnuestros labios encajan sin esfuerzo.

Nos separamos y me da un último beso, se da vuelta y camina hacia su habitación.

Me dirijo a la mía cuando lo veo meter la llave en la cerradura, pero su voz mencionado mi nombre me detiene.

-A las siete estaremos saliendo de nuevo, para que estés lista- informa, no veo lo que hace, pues  aún me encuentro de espaldas, asiento y sigo caminando.

Entro en mi habitación y me siento en el borde de la cama, decido llamar a Donnie, púes no me queda nada más que hacer, si no lo llamo ahora, no dejará él de hacerlo durante toda la noche.

No ha timbrado ni una sola vez cuando su voz se escucha al otro lado.

-Hola Mérida- saluda dulcemente.

-Hola Donnie- este hombre me alegra la vida.

-¿Pasa algo?- pregunta.

-No, no pasa nada- respondo segura.

-Eso espero, y ¿qué tal tu suegra?- pregunta con el mismo entusiasmo que lo caracteriza.

-Es muy amable, se nota que es abogada con solo escuchar su forma de expresarse- resalto.

...

Estuvimos prácticamente todo el resto de día charlando, podría morir haciéndolo, siempre me saca una sonrisa, me escucha, me entiende, me aconseja, él es una amor con piernas.

Me platicó de su buena relación con Darren, se le notaba tan feliz  que no me importó lo traumático que fue cuando me contó demás de sus experiencias sexuales.

Son las 5:48 pm por lo que decido arreglarme, dentro de una hora debo estar lista y aun sigo acostada sobre la cama abrazando el gran oso peluche que Andrés me regaló.

Me levanto con mucha pereza y decido ducharme.

Ahora estoy frente a mi maleta buscando algo acorde a la ocasión.

Después de tanto buscar decido ponerme un vestido azul que queda totalmente pegado a mi cuerpo, en la espalda tiene unos pequeños escotes, deji mi cabello suelto, me maquillo un poco y calzo mis altos tacones negros.

Odio usar esto, si fuese por mí, utilizaría tenis.

Ya el reloj marca las 6:55, espero escuchar dos toques en la puerta en cualquier momento, pero al contrario, escucho una melodía, corro lo más rápido que los tacones me permiten, alcanzo mi celular y contesto.

-¿Hola?- no sé con quién hablo, pues no alcancé a ver el nombre de quien proviene la llamada.

-Manuela, me siento muy mal, ven pronto- pide la débil y quebrada voz de Andrés al otro lado de la bocina.

Suelto el móvil de inmediato, corro hacia su puerta y toco repetidas veces ya desesperada.

Esta se abre dejándome ver a un sonriente chico,bien vestido y con un aroma delicioso.

Infinitas ganas de matarlo se apoderan de mí, llevo la mano a mi pecho y mi respiración sigue su curso.

Él me extiende la mano pero yo no la acepto.

Maldito Andrés °Sin Corregir°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora