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Al llegar a casa Lauren entró con una amplia sonrisa en el rostro, cosa que su mamá notó.

Clara: ¿A qué se debe tanta felicidad jovencita?-miró a su hija que dejaban su skate a un lado de la puerta.

Lauren: Camila.

Clara: ¿Quién?

Lauren: La chica que rompió mis lentes aquella vez.-rodó los ojos como si no fuera eso lo importante

Clara: Oh, ¿Qué paso con ella?, ¿le dio diarrea?-comenzó a reír. Ahora sabemos porque Lauren dice todo lo que debería mantener en su cabeza.

Lauren: Jaja, no má, ella está vez no me golpeó...estuvo a punto pero no lo hizo.-se emocionó

Clara: Oh, ¿y eso?, ¿lograron llegar a un acuerdo?

Lauren: No exactamente, ella simplemente se detuvo a sí misma y...-recordó la manera en la que Camila la miró a los ojos, eso sí que no se lo diría a su madre ni a nadie más.-y ya..-sonrió

Clara: Bueno, quizá se dio cuenta de que no debe ser mala contigo, porque realmente no le hiciste nada malo

Lauren: Quizá...

Clara: Lauren por dios, acabo de notarlo, mira como vienes.-la ojiverde se miró a si misma.

La chica estaba algo llena de tierra y con pequeñas hojas en su cabello, su ropa estaba sucia.

Lauren: Oh, bueno, me encontré a un pequeño gatito y...empecé a jugar con él en el césped y la tierra.

Clara: Ay jovencita, subes y te vas a dar un baño.-le dio un ligero golpe en la cabeza.

Lauren: Si sargento.-comenzó a reír

Clara: Muy graciosa Michelle, anda, mientras iré a preparar la cena.

La ojiverde obedeció a su madre y se fue a dar una ducha, el agua estaba ligeramente fría pero aún así era agradable, al menos para Lauren lo era.

Cuando Lauren terminó de ducharse, bajo a cenar con su mamá. Lauren tenía una buena comunicación con Clara y eso era muy bueno realmente, Lauren no ocultaba nada, o al menos hacía su mejor esfuerzo para no engañar a su madre respecto a algo.

La cena pasó entre risas y conversaciones sin sentido que sólo madre e hija podrían entender. Al terminar, Lauren lavó su plato y recogió la mesa, subió y cepillo sus dientes, entró a su habitación y de acostó en su cama a mirar vídeos a través de su celular.

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Camila llegó a su casa cerca de las 7:30 de la noche, con olor a cigarrillos. Era evidente con quien había estado.

Sinu: ¿Ahora por qué tan temprano?

Camila: Perdón, se me olvidaba que tenía permiso de llegar tarde hoy.-fue al refrigerador y tomó una banana.

Sinu: Te he dicho mil veces que dejes tu mugre sarcasmo.

Camila: Como sea..-fue a su habitación y se tiró a la cama como comúnmente acostumbraba. Comenzó Comenzó comer su banana y tiró la cáscara por algún lugar.

Sus ojos se cerraron para comenzar a divagar por su mente, preguntarse que es lo que había hecho mal para que su propia madre no la quisiera, a Camila no le importaba lo que el resto dijera de ella, le dolía realmente el hecho de que su madre la odiaba de alguna manera. 

Sin querer, unos hermosos ojos esmeralda cruzaron por su mente, todo lo malo que estaba en su mente, por un momento desapareció y una sonrisa se formó sobre sus labios inconscientemente, hasta que se dió cuenta.

¿Por qué diantres había recordado aquellos ojos?

¿Por qué bastó sólo su mirada para calmar todo lo que tenía por dentro?

¿Por qué..?

¿Por qué no una vez más..?

"No, no ,no." Camila se repetía a sí misma. Eso no podía ser, es decir, Camila debería estar odiando a esa chica, no pensar en lo lindo que son sus ojos.

Trató de alejar eso de su cabeza y comenzó a pensar otras cosas. Bien no pasaron ni diez minutos y Camila tenía de nuevo el recuerdo de aquella chica. El recuerdo de sus ojos, de las perfectas facciones de su cara, de sus labios, por que sí, Camila había mirado sus labios de la forma más inocente, pero seguía sin saber el porqué.

¿Por qué esa chica causó tales cosas en ella? Camila iba a encontrar la razón, y tenía un plan perfecto para ello. Iba a molestarla. Molestarla hasta encontrar las razones.

Camila estaba dispuesta a perder lo que era su tiempo "valioso", sólo para saber que había en aquellos ojos esmeralda y su misterioso poder.

Cerca de las 8:30 pm, Camila decidió ir a la tienda por un paquetito de galletas. Iba caminando lentamente de regreso a casa, mirando todas las casas de aquel vecindario. Aunque hubo una que le llamó la atención, una casa color naranja de dos pisos. Camila no supo porque razón su yo interno la hizo detenerse precisamente en esa casa y mirarla, al pasar varios minutos observando esa casa pudo darse cuenta de que alguien se asomaba en una de las ventanas delanteras, pudo apreciar la silueta de una chica.

Lauren.


Weak When U R Around |CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora