Weak When U R Around |CAMREN|

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Mirar sus ojos tan de cerca, pudo haber sido la sensación más intensa que haya experimentado jamás. Y es que los ojos de la ojiverde se centraban tan bien en los ojos de la morena, tanto así que estos parecían que consumirían el alma de cualquiera que los pudiera admirar tan detenidamente.

Camila: Alejate..-dijo la morena.

Lauren: No lo haré..-contestó sin expresión en su rostro.

Camila: ¿Por qué no?.-la miró retadora.

Lauren: Porque..No lo sé..simplemente no puedo hacerlo.

Y era cierto, Lauren no podía alejar su mirada de Camila, había algo en ella que le intrigada demasiado, como si Lauren pudiera saber que esos orbes marrones escondían secretos.

Camila: Torpe.-le dio un golpecito en la frente a Lauren y le quitó sus lentes.

Lauren: ¡Oye, devuelvelos!

Camila: Alejate.-sonrió divertida.

Lauren: Boba.-hizo un tierno puchero.

Camila: Alejate y te los devolveré..y mañana te compraré unas papas.-agregó tratando de convencerla.

Lauren: No trates de chantajearme, Camila.-se sentó a horcajadas sobre la morena.

Camila: Ehm...-las manos de Camila se posaron enseguida sobre las caderas de la ojiverde, inconscientemente.

Lauren: ¿Quién eres?.-preguntó con seriedad.

Camila podía jurar que la cercanía de la ojiverde justo ahora la estaba volviendo loca, tenerla a horcajadas sobre ella era algo que no había siquiera imaginado, aunque no de la manera "morbosa", Camila no imaginaba a Lauren en ese sentido, no como a las otras chicas que alguna vez conoció. Camila lo único que deseaba era un beso, un maldito beso de sus labios, aquellos labios carnosos, que parecían haber sido pintados con el mejor pincel, con algún rosa pastel, tan cuidadosa y delicadamente, con toda la paciencia del mundo, cuidando cada pequeño detalle de aquel perfecto pedazo de paraíso.

Camila: Yo..no se a que te refieres, soy Camila.-rió nerviosa, la morena no sabía a que se refería Lauren.

Lauren: Eso, ¿quién es Camila Cabello en realidad?

Camila: ¿Cómo es que te sabes mi nombre?.-preguntó tratando de evitar el tema.

Lauren: Me han hablado de ti.-la mirada de la ojiverde parecía intensificarse, haciendo sentir a la morena muy intimidada, cosa que comenzó a molestarle.

Camila: Bien, si ya te hablaron de mi, por ende debes saber quien soy, ¿no?.-la miró con la misma intensidad con la que la ojiverde lo hacía.

Lauren: Se que la Camila que me han pintado no eres tú, es más..-hizo una pausa.-Quizá ni tú misma sabes quien eres.

Aquellas palabras sacaron de quicio a Camila. Lauren era lo suficientemente lista como para jugar con la mente de Camila y hacerla llegar a donde quería de la manera más inocente posible.

Camila: No busques problemas, Lauren.-alzó el puño y lo dirigió a la ojiverde, quien por suerte lo detuvo con su mano.

Buenos reflejos Jauregui.

Lauren: Conmigo juegas con inteligencia, no con fuerza bruta, Camila.-sonrió victoriosa.

La odiaba, Camila odiaba aquella maldita sensación, parecía hacerse vulnerable ante Lauren cada vez más, y no entendía el porqué.

Camila: Toma tus lentes y bájate de mí.-le entregó sus lentes a Lauren, pero ésta no obedeció.

Lauren: Camila..-se acercó un poco más al rostro de la morena.

El corazón de Lauren estaba palpitando rápido, ella quería besarla, por alguna extraña razón, ella quería hacerlo, el tan sólo ver aquellos labios que adornaban la belleza de Camila en su rostro, la hacían perder toda cordura.

Camila: ¿Qué quieres ahora, Jauregui?.-mojó sus labios

Lauren: Voy a descubrir quien eres..-la luz era escasa para ese momento, no se supo cuanto tiempo había transcurrido para que oscureciera tan pronto.

Ahora ambas estaban tan cerca, en silencio, mirándose la una a la otra, sus corazones palpitaban, brincaban y se regocijaban al punto de querer salirse del pecho, pero las dos eran demasiado tímidas para decir algo al respecto, era obvio, el gusto comenzó a ser mútuo y era inevitable, tan inevitable sentir aquella debilidad por la otra.

Tan pronto, tan extraño.

Camila: Yo..debo irme, Lauren, mamá va a matarme.-rodó los ojos.

Lauren: Entiendo..-se separó de la morena.

Al sentir que Lauren se alejó de su cuerpo, algo dentro de Camila ya extrañaba su cercanía.

Camila: B-Bueno..hasta luego, cuatro ojos.

Lauren: Hasta pronto Camz.-sonrió.

Camila: ¿Camz?

Lauren: Ajam, me quiero sentir especial, y para no parecer muy común yo te diré Camz, "Todos te dicen Camila, pero yo te diré Camz"

Camila: Vaya..eso es muy bobo.-eso salió de los labios de Camila pero por dentro la morena estaba más feliz que nunca.

Lauren: Como tú.-le sonrió de nuevo.

Camila: Ahora si, debo irme, hasta luego..-se acercó a la ojiverde y depositó un beso muy cerca de sus labios. La morena salió corriendo de ahí, dejando a Lauren con una boba sonrisa en los labios.

¿Por qué será que el amor nos vuelve tan vulnerables, débiles, frágiles y tan jodidamente felices al mismo tiempo?

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La madre de Lauren llegó unos quince minutos después de que Camila se había ido.

Clara: Parece que alguien aún no aprende la lección, ¿verdad Jauregui?

Lauren: Lo siento mami.-le hizo un puchero.

Clara: Ay Dios, ¿que haré contigo?

Lauren: Amarme mucho,mucho.-abrazó a su madre que se encontraba abriendo la puerta principal de la casa.

Clara: Eso ya lo hago mi amor.-besó su frente.-Ahora entremos que aquí hace ya algo de frío.

Madre e hija entraron a la casa y comenzaron a preparar cosas para la cena. Era increíble que la vida de Lauren fuera tan pacífica y sin preocupaciones al parecer.

Todo contrario a Camila.

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Camila habría llegado a su casa cerca de cuatro horas después de haber estado con Lauren. Ella se había encontrado con Louis en el camino, quien le invitó a "ponerse feliz" junto con él.

Camila había accedido.

La morena se encontraba tan confundida de lo que pasaba a su alrededor, escuchaba tantas cosas distorsionadas, veía cosas diferentes y sin sentido. Nadie supo como es que ella había llegado a su casa.

Sinu: ¡CAMILA!.-su madre comenzó a gritarle un sin fin de cosas, pero la morena no podía comprender absolutamente nada, escuchaba la voz de su madre tan lejana y distorsionada.
Sin prestarle tanta atención, de alguna manera subió a su habitación y con mucha suerte se acostó en su cama. Camila miraba todo diferente, se sentía tan ligera cual pluma, al cerrar los ojos, pudo admirar una obra de arte, un par de ojos esmeralda, dejó de escuchar voces distorsionadas y comenzó a escuchar su voz, aquella voz que alborotaba cada pequeña partícula de su ser.

"Lauren".-soltó la morena, entrando en un profundo sueño.

Debilidad 3:

Su voz.