Jenna
Mi despertador suena y son las 5:30 de la mañana lo apago y me levanto, me dirijo hacia el cuarto de Jackson y lo despierto.
-Buenos días precioso, ya es hora levántate.
El me da un gruñido en respuesta, y luego se pone de pie, me dirijo hacia la cocina, le preparo un tazón de cereal y luego me dirijo a la ducha. Cuando salgo de la ducha Jackson está esperando en la puerta del baño con su toalla a que yo acabe, me sonríe y luego cierra la puerta detrás de él.
Entro a mi cuarto y busco ropa adecuada para una entrevista de trabajo, Cassy me dijo que no llevara nada tan formal y tampoco llevara tacones o faldas, así que sigo su concejo, elijo unos jeans ajustados, una blusa beige con mangas y mis botines cafés, me maquillo y 20 minutos después estoy lista y muy nerviosa, bajo y Jackson está esperándome en la sala.
-¿Estás listo?
-Si mami.
-¿Llevas tu sudadera en tu mochila?
Rueda los ojos y contesta con tono cansado -Si mami aquí esta.
-Está bien, póntela afuera está haciendo frío, volveré tarde hoy, después de clases ve con Lena ella te cuidará hasta que yo vuelva y por favor pórtate bien.
Jackson se acerca y me jala el pantalón para que me agache cuando lo hago agarra mi rostro con sus dos manos y me mira a los ojos.
-Mami cálmate, ya se lo que tengo que hacer lo he hecho desde que tengo tres años recuérdalo, todo estará bien, entiendes.
Sonrió y lo abrazo, a veces siento que si no fuera por Jackson ya me hubiera derrumbado y lo amo por eso, es lo mejor que me ha pasado.
Luego de dejar a Jackson en la escuela me dirijo hacia la entrevista, camino ya que lo último que tenía se lo di a Jackson. Cuando llego solo faltan cinco minutos para las ocho me encuentro frente a un portón negro y grande, toco el timbre y me responde una voz ronca de hombre.
-¿Si?
-Buenos días, vine a la entrevista del empleo.
El portón se abre y un hombre de unos cincuenta años con uniforme de portero está esperándome.
-Siga el camino y de la vuelta a la derecha, ahí encontrará una puerta blanca, es la puerta de empleados.
-Gracias. –El solo asiente con la cabeza y se aleja.
El lugar es hermoso, hay un camino de piedra que está rodeado de un gran jardín por los dos lados al llegar al frente el camino se divide en dos direcciones, pero hay dos gradas para poder entrar a la casa la cual es beige y de tres pisos, la puerta principal es de madera, sigo las instrucciones del portero y giro hacia la derecha, mi celular suena y miro en el identificador, es el profesor de Karate de Jackson así que contesto.
-Hola.
-Jenna, necesitamos hablar.
Sigo caminando y me detengo frente a la puerta blanca que es de vaivén para terminar mi llamada.
-¿Pasa algo?
-Necesito que me pagues, me debes dos meses y de verdad necesito el dinero.
Suspiro. –Mira Ray te prometo que te pagaré a finales de este mes, solo no le quites sus clases a Jackson por favor.
-Jenna de verdad necesito el dinero…
-Por favor Ray te lo prometo yo siempre te pago, solo dame tiempo.
-Está bien, pero hazlo a finales de este mes, lo necesito.
-No te preocupes lo hare.
Cuelgo y empujo la puerta blanca, cuando entro hay una mujer delgada de cabello blanco que está en sus 40 pegada a la ventana de la puerta supongo escuchando mi conversación por teléfono la cual da un salto y se sonroja cundo me ve sonriéndome en forma de disculpas, le sonrío.
-Hola soy Leslie.
-Jenna. –Observo el lugar el cual es todo blanco, a la derecha pegado a la pared hay una estufa con un horno y una repisa con baldosas la cual tiene un horno microondas y otros utensilios de cocina, al fondo se encuentra un lavatrastos y una pileta grande y a la derecha de la pileta una puerta gris, y a la izquierda hay una mesa de comedor con sillas y frente a ella otra puerta de vaivén blanca. Leslie me hace un gesto para que me siente en una de las sillas, lo hago y ella se sienta frente a mí.
-Así que estas aquí por el trabajo, dime Jenna ¿Cuántos años tienes?
-veintitrés.
-Muy bien, ¿Sabes hacer trabajos domésticos?
-Sí.
-¿Tienes responsabilidades que te impidan trabajar hasta tarde?
-Tengo un hijo de cinco años pero no es un problema.
Leslie me da una tierna sonrisa y asiente. – Jenna ¿sabes guardar secretos?
¿Qué demonios tiene que ver si se o no guardar secretos en una entrevista? –Sí, señor se guardar secretos.
-Como veras hemos estado contratando y despidiendo empleados durante todo el año, ya que cuando se enteran para quien trabajan tratan de sacar provecho de eso, y no puedo tomarme el riesgo de que eso vuelva a ocurrir, así que necesito saber si puedo confiar en ti.
-Señora, la verdad no sé para quien voy a trabajar, pero le prometo que sea quien sea puede confiar en mí, lo que pasa en esta casa se queda en esta casa.
Ella aguarda silencio un momento y luego dice. – Está bien, tienes el trabajo, pero ten en cuenta que estarás a prueba por un tiempo.
Salto de la silla y le abrazo, al principio ella se sorprende pero luego me devuelve el abrazo.
-¿Cuándo empiezo?
-Ahora mismo.