Capitulo 11

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Jenna

Vamos en un audi negro por la carretera y John aun no me ha dicho hacia donde nos dirigimos lo miro cada pocos segundos y el solo me sonríe como si supiera un secreto que yo no.

–     ¿Vas a decirme hacia donde nos dirigimos?

–     Ya lo veras, es una sorpresa

–     Odio las sorpresas, solo dime a donde vamos. –gruño

–     ¿Qué tal un poco de música? –cambia de tema

–     No quiero música, quiero que me digas a donde vamos.

Me ignora. –Bien música será ¿Algún pedido especial? –pregunta

–     Eres tan frustrante

–     Y tú eres tan desesperada. –responde mientras empieza a jugar con la radio, luego de buscar por todas las estaciones la deja en la canción Wild horses de The rolling stons.

–     Esa canción es hermosa. –digo

–     Lo es. – concuerda con migo. –así que te gusta el rock clásico. –afirma

–     ¿Estás bromeando? El rock clásico es épico. –suelto

Eso lo hace sonreír. –parece que tenemos algo en común

–Parece que sí. –respondo

El gira el auto en un desvío de tierra el cual tiene una cantidad inmensa de árboles a los lados y hace que me aterrorice un poco.

–Esta carretera es un poco aterradora. –digo

–No, es relajante.

–Claro que no me siento como si estuviera yendo directo a la continuación de caminos cruzados

–     ¿Caminos cruzados? ¿En serio?

–     ¿Qué? Vi esa película cuando salió y te juro fue horrible

Eso lo hace reír. –tengo que admitir que es un poco aterradora.

–Imagínate que esos hombres vengan a medio camino e intente cazarnos para luego comernos.

El se queda pensando por un momento  y su cara se pone seria. –jamás dejaría que nada te pase Jenna.

Su respuesta me sorprende y siento como si sus palabras tuvieran un gran significado. Estamos en silencio por un momento hasta que no lo soporto más.

– ¿Estás seguro de que sabes a donde vamos?

–He estado cientos de veces aquí Jenna, no tienes nada de qué preocuparte.

Asiento y vuelvo a ver por la ventana, dejando de lado las imágenes de la horrible película el paisaje es hermoso y no puedo evitar que una sonrisa se forme en mi rostro, John dobla hacia la derecha y 5 minutos después detiene el auto.

–Llegamos

–Pero si aquí no hay nada. –respondo ya que nos encontramos en medio de un montón de árboles.

––El camino termina aquí así que debemos seguir a pie son solo cinco minutos lo prometo.

–No pudiste ser una persona de tu clase normal y elegir algún aburrido restaurante.

– ¿Persona de mi clase normal? –pregunta

–Ya sabes un rico estirado que piensa que ir a restaurantes lujosos y todos esos lugares de mierda es divertido.

El realmente ríe esta vez

–Sabes Jenna, yo no soy un rico estirado y creo que ese papel te quedaría bien a ti porque no has dejado de quejarte.

–Oye no me culpes a mi por quejarme, culpa a las películas de terror.

–Tranquila cariño ya llegamos, cierra los ojos.

–No voy a hacer eso

–Vamos Jenna por favor confía en mi

Dudo por un momento pero luego asiento y cierro los ojos, siento como él se acerca y me pega a su pecho, pone sus brazos sobre mis hombres y acerca sus labios a mi oreja. Maldición, mis piernas empiezan a debilitarse y mi cuerpo está tan consiente de él.

–Será más fácil guiarte de este modo. –explica con una voz ronca.

–Está bien. –es todo lo que logro decir.

Empezamos a caminar y el no me suelta en ningún momento luego de unos minutos nos detenemos.

–Puedes abrir los ojos ahora. –susurra en mi oído

Lentamente abro los ojos y no puedo evitar suspira, este lugar es hermoso, frente a mi hay un enorme lago, el pequeño lugar está libre de árboles y hierba cubre alrededor del lago hay piedras a un lado y está lleno de flores, el lugar es simplemente hermoso.

Me volteo para ver a John y le sonrío.

–Este lugar es hermoso John.

–Es hermoso. –concuerda.

Pero el no está viendo el lugar, me está viendo a mí y la mirada que me da me hace sentir hermosa.

Él cree que soy hermosa.

Dejarte irDonde viven las historias. Descúbrelo ahora