John
¿Qué demonios está mal conmigo?, han pasado tres noches y dos días desde que vi a esa chica y no logro sacarla de mi cabeza, es como si se haya metido bajo mi piel, por Dios me estoy volviendo loco ni si quiera sé su nombre esto es una locura. Estoy tan atrapado en mis pensamientos que no me doy cuenta que Evan entra en mi oficina hasta que chasquea sus dedos en mi cara.
-Hey John, ¿Qué mierda te pasa?
-¿Qué quieres imbécil?
-saber ¿Por qué demonios haz estado tan distraído estos días?
-No me pasa nada, solo estoy estresado por el último proyecto. –Miento.
- John, te conozco y estoy seguro que no es por el proyecto.
-Bueno, y ¿desde cuándo yo tengo que darte explicaciones a ti?, ya te he dicho que no me pasa nada hombre.
-Como quieras, pero cuando ya no te aguantes me vas a tener que contar.
Si supiera, estoy seguro que si le cuento será para que se parta de la risa toda la vida y nunca me deje en paz.
-Si claro, ¿Qué quieres Evan?
-Vine a dejarte unos documentos para que los firmes. –Dice mientras los deja sobre mi escritorio. –Entonces ¿Cómo es la nueva sirvienta?
-Y yo que voy a saber, salí de la casa temprano no me dio tiempo de inspeccionarla.
-Así que no la has visto, y que tal si Leslie contrata a una vieja fodonga de mal humor solo para joderte y quitarse el trabajo de entrevistar a nuevas trabajadoras cada mes.
-Pues que lo haga, que se le puede hacer, yo no me meto en el camino de Leslie, ella puede hacer lo que quiera, pero dudo que ella contrate a alguien así, le gustan las personas alegres para que trabajen con ella.
-Y valla que a ti también te gustan, enserio mañana tienes que traerme un informe completo o iré yo mismo a verla.
-Vete a la mierda.
-Hombre, enserio que algo te está pasando, te estas volviendo don gruñón.
Y quien lo diga, me siento como la mierda, y de repente tengo la solución, un acostón con la nueva sirvienta no le hará daño a nadie, esperemos que sea linda.
Jenna
Esta casa es grandísima, y muy elegante, está llena de arte, y tiene muchos cuartos, aunque se siente poco cálida, se siente menos como un hogar, me recuerda a la casa de mis padres. Hace dos horas que Leslie me dejó en la biblioteca de la casa para que la limpiara, mientras me mostraba la casa me explico que trabajaría para John Emerson un empresario muy rico y famoso de la ciudad o eso me dijo ella porque yo no tengo ni la mínima idea de quién es, el tipo tiene dos hermanos menores los cuales viven con él, así que se imaginaran esta gran casa solo para tres personas que vacío se ha de sentir, Leslie también me explico que no puedo entrar a la habitación del Señor John como ella lo llama, a menos que el me lo permita, dijo que nadie come en esta casa, con excepción de Lana la hermana del Señor. Y lo más importante y muy desconcertante que Leslie me dijo antes de salir: “Si quieres conservar tu trabajo, no caigas en los juegos del Sr. John.”, y luego de eso se fue.
No sé a lo que Leslie se refería, pero estoy tan segura como la mierda que no perderé este trabajo lo necesito en exceso, paso las siguientes horas limpiando hasta que un ruido me distrae, volteo y hay una rubia parada en la puerta de la biblioteca, tiene unos 16 años, ojos azules y es un poco baja, lleva una minifalda blanca, blusa de tirantes negras y botines de tacón, se me queda viendo con mala cara y luego sonríe mientras se me acerca.