Jenna
Después de un largo fin de semana regreso a mi temido trabajo, estuve preparandome mentalmente todo el fin de semana para lo que voy a hacer y la verdad, si soy honesta, estoy aterrada, pero es necesario si quiero volver a la normalidad.
Después de dejar a Jackson en la escuela corro hacia el trabajo, uno de los guardias de turno me revisa antes de dejarme entrar, cosa a la cual todavía no me acostumbro, camino al rededor de la casa pero algo o mejor dicho alguien me detiene unos pasos antes de llegar. Jhon está recostado casualmente sobre la pared que está a la par de la puerta de servicio mirándome intensamente, poco a poco lo escaneo, lleva una camiseta ajustada con mangas gris, pantalones vaqueros negros y ¿ esos son converse clásicos? no puedo evitar sonreír ante la vista de lo que causa y parece que el lo nota porque una media sonrisa se forma en sus labios, alguien pensaría que un hombre como el se vería ridículo con ese tipo de zapatos pero en el luce malditamente caliente. Parece que mis pies tienen mente propia ya que sin darme cuenta he caminado toda la distancia hasta quedar frente a él.
-¿Hola?- digo, aunque siento que sonó como una pregunta. Dios ¿cuando perdí mi capacidad para hablar?
-Valla parece que después de todo hablas.
-No sé a que te refieres. -miento
-Claro que lo sabes, has estado evitandome toda la semana.
-No sé de que me estás hablando, pero de todas maneras ¿Qué haces aquí?
-Esperándote ¿acaso no es obvio?
-¿Y porqué estarías esperándome tú a mí?
-Ya que has estado evitando me , decidí que ya era suficiente, hoy vamos a salir.
-Disculpa ¿No sé si te escuche bien? pero en lo que a mi respecta yo voy a trabajar.
-Me escuchaste muy bien, soy tu jefe ¿recuerdas? , te estoy dando el día libre para que lo paces con migo.
-Y yo amablemente lo estoy rechazando.
-No tienes permitido rechazarlo.
-Entonces renuncio -Soy una idiota, no puedo rechazar necesito el trabajo.
-No puedes firmas te un contrato.
-Un contrato muy injusto debo decir, tienes permitido despedirme, pero no puedo renunciar antes de un año.
-Un contrato con ventajas, ahora que lo veo.
-En fin no quiero salir con Tigo.
-No tienes opción, como tu jefe te lo ordeno.
-No es parte de mis deberes.
Jhon rueda los ojos.
-Sí que eres terca mujer, pero te tengo noticias yo también lo soy.
Ambos nos miramos fijamente y se que no va a ceder, pero la idea de salir sola con él me aterra, trato de inventar una excusa lo suficientemente buena para que se rinda pero se que igual no va a ceder además no se me ocurre nada porque se que una parte de mi quiere ir. El ve la indecisión en mi cara y casi sonríe, sabe que está ganando, de mala gana cedo.
-Te odio.
Él sonríe completamente, sabe que ganó
- No, no lo haces solo estas enfadada porque perdiste.
-Eres molesto.
-Lo sé.
Ruedo los ojos - deja me avisar por lo menos.
-Nana ya lo sabe.
- ¿le dijiste?
- Sí, y también nos ha estado viendo discutir por la ventana.
- Miro hacia la ventana pero ésta se cierra rápidamente.
- Alguien está avergonzada - Jhon ríe.
-Vamos.
Agarra mi mano y no me da tiempo de decir nada más, me saca corriendo hacia el estacionamiento y yo estoy hecha nervios.