19; Volviendo a ser tan normal como mi vida me permite.

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19.

Volviendo a ser tan normal como mi vida me permite.

Todo estaba bien de nuevo: Selena y yo hablamos largo y tendido sobre qué pasó entre ella, Justin y yo... Bueno, al menos de qué pasó cuando Justin la llevó a casa y dejé por finalizada la historia ahí. El resto de mis citas para la semana pasaron bastante rápidas: resulta que Ariana sí tenía un problema que necesitaba hablarlo con alguien y cuando acabó la sesión (y muchas lágrimas), se fue a casa sintiéndose muchísimo más segura de sí misma y de la decisión que había tomado.

La mañana del viernes llegó antes de incluso darme cuenta y ahí es dónde estaba ahora. Bueno, por todo el lugar porque necesitaba limpiar. Tenía que poner seis lavadoras de ropa y toallas antes de que Justin llegase y lavar los platos, ya que había estado aplazándolo por mi odio a lavarlos. Mi teléfono empezó a sonar y lo cogí, viendo que era un FaceTime* de parte de Justin. Traté de encontrar la zona más limpia de la cocina antes de contestar.

—Hola —dije con una sonrisa. No podía no sonreír cuando le veía, incluso por una pantalla.

—Hola —dijo—. No pude esperar hasta esta noche y quise verte antes de ir al escenario.

Miré hacia el suelo avergonzada, tratando de no mostrar mis rojas mejillas. Siempre me sonrojaba cuando la gente me decía cosas bonitas y no sabía por qué; creo que me provenía de mi padre, ya que él no era de mostrar sentimientos.

—No puedo esperar a verte esta noche también —dije honestamente. El viernes había llegado rápido pero no lo suficiente y ya había a pasado una semana desde que nos vimos la última vez—. Tu representante me llamó ayer para confirmar nuestra sesión.

—Sí —Justin sonrió y rio—. Lo escuché decirle a alguien que debías haber usado vudú conmigo porque desde que había empezado las sesiones, había dado un cambio de ciento ochenta grados.

—Tengo ese toque mágico, ¿qué puedo decir? —bromeé riéndome con él.

—Bueno, tengo que irme, pero quería decirte que estaré pensando en —y sonrojada de nuevo—. Te veo pronto.

Acabó la llamada y dejé caer la mano, agarrando el teléfono. Hablar con él me hacía sentir algo que nunca había sentido antes; eran como mariposas, no solo en mi estómago, sino que en todos lados; algo en él me debilitaba. Continué pensando en nuestra cita mientras cargaba el lavavajillas y lo programaba. Cogí la primera canasta de toallas y subí las escaleras, poniéndome los auriculares y reproduciendo la música de mi télefono. No había nadie en la lavandería cuando entré, lo que agradecía bastante porque eso significaba que podría poner otra lavadora si me daba prisa. Tarareé suavemente al ritmo de la música que estaba escuchando mientras vertía el detergente en la lavadora; era una canción de Selena, la cual incluso me había invitado a un par de conciertos, aunque como me pillaba ocupada siempre, me había cantado en las sesiones en alguna ocasión. 

Casi sin respiración, volví a la lavandería con mi segundo canasto. Aunque tenía complexión atlética, correr arriba y abajo las escaleras no era tan divertido. Había una mujer sentada en una de las secadoras, así que asumí que estaba esperando que acabase el programa.

Dejé mi teléfono antes de bajar y pareció darse cuenta.

—Si no te importa que pregunte —dijo la mujer—, ¿qué canción estabas tarareando la primera vez que bajaste?

—Era Hands to Myself de Selena Gomez —dije sonriendo. Me encantaba recomendar su música. Cuando tenía la más mínima oportunidad me gustaba compartir la música de mis clientes aunque, por supuesto, nadie sabía por qué me gustaba hacer eso.

—Buena canción —dijo la mujer—. Mi nombre es Melanie, me mudé hace dos semanas.

—Encantada de conocerte. Soy Lindsey, pero me suelen llamar Leb.

—¿Leb? —preguntó confundida.

—Son mis iniciales: Lindsey Ellen Booth.

—Lo capto —dijo Melanie—. Mis amigos me llaman Mel. No he conocido a prácticamente nadie desde que me mudé; soy de un pequeño pueblo de Utah.

—Eso explica tu acento —dije riendo—. Ha sido un placer conocerte. Ya nos veremos, tengo que acabar de limpiar mi apartamento.

—Diviértete —dijo Melanie sonriendo y agitó la mano—. Espero volver a verte.

Me aseguré de que las máquinas hiciesen su trabajo y volví a casa. Las lavadoras normalmente tardaban una media hora en acabar, así que planeaba acabar hasta ese entonces. Melanie parecía buena persona. Me recuerda muchísimo a mí cuando me mudé.  

*FaceTime: FaceTime es una aplicación de telefonía con video para el iPhone, iPad, Mac y iPod touch. Opera con redes WiFi, celular 3G y 4G,1 2 y permite transmitir vídeo capturado tanto con la cámara frontal como la posterior del iPhone, iPod touch o el iPad y la Cámara FaceTime de los Mac.

 
——

¡Capítulo actualizado y dedicado a xsheisanene !

He leído vuestras críticas y demás respecto al comportamiento de Leb con Katie, pero la verdad es que estoy con Leb.

Katie solo quiere un hombro donde llorar sin esperar que la otra persona hable o no. Leb está ocupada y es normal no poder quedar (aunque debería de ser menos dura con K). Pienso que es K la egoísta en ese caso.

Respecto a este capítulo: el FaceTime de Jindsey es simplemente adorable. De verdad. Los amo.

¿Qué opináis de todo esto?

Os quiero,
Anny xx
@heavenlybiebs

Celebrity Therapist → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora