30; Voto por no más drama.

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6 de 7.  

30.

Voto por no más drama.

Me desperté completamente fresca. Parpadeé un par de veces, dejando que mis ojos se ajustasen a la claridad que entraba por la ventana. El sonido del océano sigue oyéndose por la ventana y me quedé un instante sentada y quieta oyéndolo.

Si me despertase así cada mañana, dudo que tuviese algún estrés.

Después de lo que se sintió como bastantes minutos, busqué el teléfono y lo desconecté del cargador. Tengo dos mensajes y una llamada perdida. No estoy segura de cómo pude seguir durmiendo si me llamaron, ya que suelo despertarme, pero supongo que es por la serenidad del lugar.

Un mensaje de texto era de Justin y me lo escribió a las once y media de la noche; el otro mensaje era de Selena, igual que su llamada perdida. No hay ningún mensaje de texto así que decidí llamarla de vuelta, ya que eran las nueve de la mañana y debería de estar despierta.

Un vago sonido de algún sitio en la casa me llamó la atención mientras el teléfono timbraba. Me pregunté si debía de llamar a la policía pero me di cuenta de qué era el sonido.

Colgué el teléfono y el ruido paró. Volví a llamarla para comprobar mi teoría.

Segura de que el sonido volvía a empezar de nuevo, me di cuenta de que era su tono.

Me levanté y cogí una sudadera del armario. Siempre tengo frío por las mañanas.

Hay dos partes en la casa y las habitaciones están en la segunda planta y están en un estilo balcón ya que puedes ver todo lo que hay en la planta de abajo. Selena estaba durmiendo en el sofá. No sé cómo ha entrado pero estoy encantada de que haya venido.

Me acerqué a ella y con un solo toque en el pie, la desperté.

—¿Cómo has entrado? —Pregunté mientras se sentaba.

—Traté de llamarte y te mandé un mensaje pero encontré una llave escondida en una de las macetas y como vi que estabas durmiendo, me quedé aquí.

—¿Cuándo llegaste? —Era mi segunda pregunta. Podría haber cogido alguna de las otras habitaciones.

—Quizá hace tres horas —dijo—. Este lugar está más lejos de lo que pensaba y quise dormir un poco. Quería sorprenderte igualmente.

Ahí está, una pausa incómoda. Quería empezar a disculparme ahora y dejarle saber el que nunca quise que todo esto sucediese, pero sabía que provocaría un momento aún más incómodo y, aún así, era demasiado pronto.

—Estoy encantada de que haya decidido venir —dije—. No hay nada malo con ello y lo dijo de verdad.

—¿Quieres que te sea honesta? —Dijo Selena mirándome. Asentí, dejándole saber que quería saber qué estaba pensando—. No quería venir. Sigo enfadada por el hecho de que después de todo lo que te he dicho y de todo lo que me has ayudado para superarle, estés con él —dijo, dejando las manos en su regazo y suspirando—, pero supongo que he de dejarte que te expliques a ti misma. Además, necesito un descanso yo también.

—Gracias —dije sinceramente—. En primer lugar, ¿quieres comer algo? Porque yo estoy famélica. Mi cena anoche fue una jarra de Piña Colada y un sándwich.

Selena sonrió y fuimos a la cocina. Miré entre los gabinetes para ver qué había, ya que la gente que posee esta cabaña me dijo que ésta estaba equipada con lo esencial.

—Bien —dije un minuto después—. Tengo cereales, huevos y avena.

—¿Qué avena? —Preguntó Selena.

—La original —dije sabiendo qué diría.

Aún así, Selena puso cara de no, gracias.

—Creo que había una tienda a equis metros de aquí, podríamos ir a por más comida.—Anuncié antes de empezar a comer cereales (ya que nos habíamos decantado por eso) en silencio durante unos diez minutos.

***

—Vale —dijo Selena—. Estoy lista para escuchar tu versión.

Estábamos sentadas fuera en la playa. Son las once y durante esta hora no hemos hecho más que estar sentadas en silencio, disfrutando del sol. Miré a Selena y me quité las gafas de sol.

—La primera vez que me reuní como algo más con Justin fue después de nuestra conversación sobre derivarlo a otra persona. Al principio, cuando acepté a verlo como cliente, realmente quería ayudarle. Sé por todas las cosas que está pasando de lo que busqué y tú me contaste. Pensé que si podía ayudarle a él, quizás sucedería lo mismo contigo —hice una pausa, insegura de si era la mejor forma contar las cosas. No era ningún secreto el cómo me sentía respecto a Justin para ella, ya que sabía más de lo que parecía—. Honestamente, no sé cuándo empezó todo. Parecía casi tan natural que... Escucha, tienes que creerme en cuanto a que traté de impedirlo. Pensé en ti y en qué pasaría si se filtraba, inclusive le conté todo a Justin pero tras aquella noche cuando ambas estábamos realmente borrachas y él vino para llevarte a tu casa, yo...

No añadí lo que él acabó diciéndome aquella noche y cómo me levanté con resaca con él en mi cama sin camiseta. Algunos detalles eran mejor no contarlos.

No sé cómo explicarle las cosas y ni siquiera me está mirando, aunque no es que se haya quitado las gafas, por lo que sé, podría estar dormida y yo estar hablando sola.

—Siento muchísimo habértelo ocultado. Sabía que iba a hacerte daño si lo sabías, pero aún así no te lo conté. No puedes imaginarte cómo de arrepentida estoy; no quiero perder nuestra amistad y tan idiota como suene, eres una de mis mejores amigas tras haberme mudado.

Después de un minuto en silencio y sin ningún movimiento por parte de Selena, me senté de nuevo en la silla y me concentré en sumergir mis pies en la arena caliente. Mi piel ya había oscurecido.

—Si te dijese que escogieses entre él y yo, ¿a quién elegirías? —Habló finalmente pero era algo sencillo de contestar.

—A ti —dije inmediatamente. No la miré, continué mirando mis pies—. Lo digo en serio, lo he pensado más de una vez. Me gusta estar... con él pero nosotras llevamos más tiempo juntas y siempre habrá más tios. Además, ni siquiera sé si lo que tengo con... —No quería decir el nombre de Justin. Siento que tenemos una regla silenciosa en la que no nos permite decir su nombre— él es real. A lo mejor todo esto no es ni que me atrae y es solo que estoy tan obsesionada con que pueda estar bien que en un tiempo cuando arregle sus cosas ni siquiera lo veré atractivo. ¿Recuerdas a Zayn?

La risa de Selena me hizo volver a mí misma y finalmente me miró. No dije nada y pude ver que ella trataba de buscar las palabras para hablar.

—No quiero que escojas a uno de nosotros —dijo, confundiéndome—. Mira, realmente no me gusta esta situación, pero llevas razón. Hemos sido amigas durante más tiempo que de cliente a terapeuta y aunque no me guste, no quiero que acabes una relación por mí, incluso si estoy tan mal como dices. Si quieres estar con él, adelante. Simplemente no quiero saber ningún detalle de lo que hacéis, ni dobles citas, ni nada.

No podía creer lo que estaba escuchando. Afortunadamente, oculté mi alegría con una sonrisa, hasta que pensé en su última frase.

—¿Decías una doble cita? ¿Estás con alguien y no me lo has contado?

—Quizás —dijo sonriendo—, pero ahora mismo solo quiero disfrutar del sol sin hacer nada.

No dije nada más.

En tan solo diez minutos de conversación, todo se había arreglado. Sé que no había sido tan sencillo pero ahora se ve diferente. Ahora mismo, mi mayor preocupación es pillar una insolación y quemarme.  

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Os quiero,

Anny xx


Celebrity Therapist → j.b → spanish versionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora