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31; Del relax a la realidad.

CAPÍTULO FINAL.

31.

Del relax a la realidad.

Selena solo pudo quedarse otra noche más, ya que tuvo que volver al trabajo, además, me complace decir que quedamos en buenos términos.

Pasé el resto de mis vacaciones haciendo lo mínimo y haciendo FaceTime con Justin. No le dije nada sobre Selena y yo o nuestra conversación, pero le comuniqué que todo estaba bien entre nosotras. Sigo sin querer hacer público (aún más) lo nuestro, pero al menos ya está esa posibilidad, cosa que antes no.

Me pasé la noche antes de irme limpiando. No desordené mucho pero lavé las mantas y los platos. Hice la maleta para poder dormir todo lo posible por la mañana, ya que no iba a irme hasta la tarde. Había como tres horas conduciendo hasta mi apartamento.

Me hice otra Piña Colada, no muy fuerte, y me dirigí a la playa. La brisa salada era fuerte pero relajante; me encanta y no quiero irme. Se está bien sin trabajar y sin prensa.

—Esto es precioso. —Murmuré mirando el océano. Al estar de noche, el agua era de color negro y solo podías ver las olas romper contra la arena. El sonido de las olas era la única cosa que podía oír.

***

El apartamento estaba ardiendo. Puse el aire acondicionado y me quedé frente a este. No sé si lo he dicho, pero no es un apartamento glamuroso, ya que ni siquiera tiene aire central.

Mi teléfono empezó a sonar mientras ordenaba las cosas. Miré el teléfono y sonreí: era Justin.

—Hola —dije con la voz suave.

—Hola, nena —dijo Justin—. Me preguntaba si estabas en casa ya.

—Acabo de llegar —dije, sentándome en la cama, olvidándome de la ropa—. Estaba ordenando las cosas, ¿por qué?

—Te echo de menos —dijo—; esperaba verte hoy.

Lo pensé un momento y luego pensé en Selena diciendo que estaba bien.

—¿Tienes algún concierto hoy?

—Sí, pero puedo ir después de...

—No. Iré a tu concierto hoy. ¿Puedes añadirme a la lista?

—¿De verdad? —Justin sonaba sorprendido y por una buena razón; era la primera vez que nos veríamos fuera de este apartamento.

—Sí —dije sonriendo—. Quiero ver cómo es todo eso, pero, por favor, no centres la atención en mí.

—No hay problema —prometió—. Te pondré ahora mismo en la lista; no puedo esperar a verte, cariño.

***

Afortunadamente, tuve que conducir hacia la parte trasera del estadio. Cerré el coche con seguro y miré a mi alrededor, dándome cuenta de que no había ninguna pista de cómo era el autobús de Justin, así que me mantuve de pie sin saber dónde ir.

Después de unos minutos, recibí un mensaje de Justin:

Tercer autobús a tu izquierda :)

-Justin.

Solté una carcajada y caminé hacia el autobús que me había dicho. La puerta se abrió mientras me acercaba y vi a Justin esperándome. Subí las escaleras con él y me di cuenta de que no estábamos solos. He de suponer que es su equipo, solo reconocía a su preparador vocal por fotografías.

—Hola a todos —dije calmadamente aunque estaba nerviosa, ya que esperaba que estuviésemos solos.

—Leb —dijo Justin, colocando su mano en mi espalda baja y guiándome hacia dentro del autobús—, vamos a ir a la prueba de sonido, ¿quieres venir? —Me presentó rápidamente a todo el mundo antes de pedirlo.

—Por supuesto —dije.

Las siguientes horas fueron largas pero las disfruté. Estábamos en el vestuario antes de que empezase el concierto. Por un momento, éramos Justin y yo. Hablamos, nos besamos y poco más. Le expliqué lo de Selena y le dije que todo estaba bien.

—¿Entonces por qué no podemos ir en público? Quiero contarle a todo el mundo sobre nosotros —dijo.

—No quiero hacerlo —dije honestamente—. Me gusta que seamos tú y yo sólamente, ya hemos estado mucho en las noticias útimamente y no fue bonito. No quiero ni pensar cómo será si confirmamos lo nuestro.

Justin se apartó y suspiró. Dejó caer su cabeza en sus brazos y los apoyó en sus rodillas. No sé si se ha enfadado por lo que he dicho, solo quería ser honesta.

—¿Qué ocurre? —Pregunté.

—¿Qué pasa con lo que yo quiero? —Preguntó Justin sin mirarme, su mirada estaba fija en el suelo y sus manos se juntaron con sus dedos jugando entre sí—. ¿Por qué no puedo decirle al mundo que te quiero? No quiero mantenerlo en secreto.

—Simplemente sé qué pasaría si vamos en público y no creo estar preparada para ello. Acabamos de arreglar lo que pasó hace poco.

—Bueno, pues déjame saber cuándo estás preparada —dijo Justin. Seguía sin mirarme.

Se levantó y anduvo hacia la puerta. La abrió y esperó, por lo que me di cuenta de que silenciosamente me estaba diciendo de salir. Sentí las lágrimas en mis ojos y no quería llorar frente a él. No quiero irme.

¿Por qué era un gran problema lo que quería? Solo quería que fuésemos nosotros solos.

Me levanté y cogí mi bolso. Anduve silenciosamente sin mantener contacto con él. Lo miré una vez más antes de irme pero él miraba su mano en el pomo de la puerta.

Las lágrimas caían mientras escuchaba la puerta cerrarse.