Celebrity Therapist → j.b → spanish version

25; Despliegues.

¡LEED LA NOTA FINAL, ES MUY IMPORTANTE!

1 de 7.

25.

Despliegues.

Aire acondicionado.

Agua fría.

Verter cubos de hielo bajo mi camiseta.

Estoy haciendo una lista de cosas que puedan enfriarme una vez que llegue a casa. Julio en Los Ángeles es algo horrible este año, especialmente cuando eres lo suficientemente estúpida como para decidir que es un día perfecto para correr casi cinco kilómetros.

Bañada en sudor. Completamente.

Sentía que había estado corriendo sobre el agua por el estado de mis pies; de hecho, estaba segura de que estaban arrugado y no me sorprendería.

Estaba de camino a casa ahora y me faltaba como un kilómetro para llegar. Había pasado un mes desde que todo pasó y finalmente sentía que volvía a disfrutar de la vida y a estar relajada. La historia de que Justin tenía nueva novia había pasado de ser la primera noticia a no serlo, aunque seguíamos llevándolo en secreto. Sinceramente, no entendía cómo nadie se había dado cuenta de que él y Selena salían y entraban al mismo edificio siempre. Quiero decir, sí, las revistas que sabían quién soy y dónde vivía no tenían permitido imprimir o publicar ninguna clase de cosa sobre mis clientes, pero seguían habiendo fans y fotos. Aunque estaba encantada.

El negocio estaba finalmente asentándose a una rutina más. Tenía seis clientes; más de los que nunca había tenido: Selena, Taylor, Shawn, Ariana, Scarlet y, por supuesto, Justin. En parte me sentía mal porque su representante me estaba pagando dos mil cincuenta dólares cada vez que venía Justin, pero él me dijo que estaba más que encantado de continuar pagando porque cualquier cosa que estuviera haciendo, funcionaba. Quería reírme y decirle que realmente esperaba eso, pero simplemente le agradecí esas palabras y le dije que sentía que progresando. No sabía qué haría si parase de venir a las "sesiones".

Antes de que pudiese darme cuenta, el kilómetro había acabado y estaba en los escalones del edificio. Estaba prácticamente muerta, pero lo hbía conseguido. Mis piernas estaban tan débiles como la gelatina y todo en lo que podía pensar era en agua fría; para beber, para echármela encima. No lo había decidido aún.

Me tomé mi tiempo entrando y me fui directa al ascensor. Ni de coña iba a ir por las escaleras ahora mismo, era imposible.

Justo cuando salía del ascensor, mi teléfono del negocio empezó a sonar, ya que tenía el personal en mi antebrazo y es de dónde provenía la música de mis auriculares. Miré la pantalla y era Scarlet.

Scarlet había estado aquí tres veces pero habíamos hablado muchísimo. Estaba encantada de que confiase en mí. Le expliqué todo lo que entendía al respecto de su contrato antes de que se sintiese segura de firmarlo.

La segunda visita fue para hablar sobre cómo se estaba adaptando y acabamos yendo a comer.

La tercera visita fue más relajada. Tenía todo desempaquetado en su apartamento y estaba descubriendo Los Ángeles.

Me preguntó un montón de cosas también. Sabía que es curiosa pero mantuve las respuestas lo más profesionales posible. La privacidad era lo primero en mi política y se lo hice saber, pero aún así hablaba con ella de distintas cosas. Nos gustaban muchas cosas en común: la misma música, las mismas películas, los mismos restaurantes y estilo de comida. Realmente, se estaba convirtiendo en una amiga más que en una cliente.