Contrato Con Mi Jefe [MARSHALL 1]

Capítulo 2.

Capítulo 2. ¿Aceptas o no?

Ya en mi habitación puedo leer tranquilamente el contrato y pensar en lo que será de mi
después de esto.

Saco de mi bolso el folder amarillo y con él; las hojas dentro de este.

No quiero ni imaginarme las cosas escritas en este contrato. El corazón me late muy deprisa.

Comienzo a leerlo  y me preparo mentalmente para lo que viene.

(...)

Oh santo. Esto es demasiado para mi.

 Trago saliva y vuelvo a leer el contrato  por quinta vez.

La cabeza me da vueltas y los ojos me arden de tanto leer. ¿cómo voy a recordar todo esto? Por Dios. No soy un robot... además de que tengo que andar siempre bien vestida y cumplir a lo que él diga.

 Ni que él fuera Christian grey y yo Anastasia.

El contrato matrimonial durará 2 años. No se como miraré a mis padres cuando acepte todo esto, y aunque el no me haya dicho las razones de querer casarse le voy a ayudar . No porque el es mi Jefe y yo su secretaria, sino por el dinero el cual me va a ayudar en muchas cosas y satisfacer algunas de mis necesidades.

Puede que esto sea una total locura y después me arrepiente de ello. Pero hay que tomar riesgos en esta vida ¿ verdad?

Me estremezco al pensar en que viviremos juntos. En el contrato dice que una vez que ambos nos casemos yo tendré que irme a vivir con él y que en los límites franqueables está la oración que más me hace sonrojar y a la vez no querer aceptar "La señorita aceptará tener relaciones sexuales con el señor".

Es obvio que no haré eso. Sólo estoy aquí para ayudarle, no para satisfacer sus necesidades sexuales.

Necesito llamarle ahora mismo para aclarar todo y comenzar con esta farsa de una vez por todas.

*Llamada telefónica*

- Maddison ¿pasa algo?- se me hace raro que me llame por mi nombre ya que siempre me llama por mi apellido. Al no escuchar mi respuesta él sigue hablando - ¿ Leíste el contrato?

- Necesito hablar con usted en este instante- mi respuesta es cortante y se que eso lo desespera. Antes de que conteste le cuelgo la llamada.

Rápidamente me quito la ropa de trabajo y me pongo unos jeans y un suéter. Arreglo un poco mi cabello marrón y salgo de mi habitación en dirección al pequeño pasillo que va hacia la sala.

La puerta suena y se que es el. La abro y me quedo sin aliento al verlo en ropa informal.

- Buenas noches Maddison- me dice en tono frío- aparte de que no me respondes cuando te hice la pregunta, me cuelgas el teléfono- él niega varias veces con su cabeza y cierra la puerta suavemente.

No puedo mirarlo a los ojos. Me siento como una chiquilla siendo regañada por su papá.

Abro la boca y vuelvo a cerrarla. Las palabras no me salen.

-¿Quieres hablar sobre el contrato?- asiento. Aún sin capacidad de hablar. El se sienta en el sillón largo de la sala y me mira divertido. ¡Joder! Este no se parece al empresario Marcus Marshall.

- Hay varios puntos que quiero aclarar . Pero antes ¿Desea beber algo?

- No gracias. Y por favor déjate de formalismos Maddison, desde ahora somos pareja- me sorprende la manera tan segura en lo que dice.

 Lo dejo un momento sólo y voy a mi habitación en busca del bendito contrato y con él en mano me dirijo a la sala y me siento alejada de mi jefe.

- En el punto 3 dice que deberé de estar bien vestida a cada hora. Me niego - él sube las cejas sorprendido- me gusta usar ropa cómoda Marcus, no voy a estar todo el tiempo con vestidos y tacones.

- Como esto es un contrato en donde los dos tenemos que estar complacidos te daré una solución- pone sus codos encima de sus rodillas y me mira con esos dos pozos azules - sólo la usarás  para ir al trabajo e ir a eventos conmigo - asiento con una sonrisa. -¿ qué es lo otro?

Trago saliva y pienso en como decirlo.

- No tendré relaciones sexuales contigo- suelta una risita.

- Imposible, vamos a ser pareja Maddison. Soy un hombre y tu una mujer. ¿ Y sabes lo que sucede cuando ambos se sienten atraídos?

Haber haber. Creo que alguien se salió del tema. Nunca le eh dicho que me siento atraída por el.

- En fin, eso será imposible  pequeña - suelto un suspiro y asiento cansada. Luego veré que hacer.

- Entonces- el se para y se pone enfrente de mi- ¿Aceptas ser mi esposa?- me coge de las manos y las sostiene entre las suyas.

- Acepto

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Algo grande viene por ahí

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