Capítulo 12.

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Capítulo 12. Miedo y desesperación  [Parte 2]

Existe una gran diferencia entre el miedo y la desesperación. El miedo es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, mientras que la desesperación es la falta total de la  esperanza; este último sentimiento aparece  cuando una persona cree que ya no es capaz de escapar de una situación indeseada.

Y yo lo que siento ahora mismo es desesperación. Marcus no llegará a tiempo y mi muerte está cerca. Siento un gran dolor físico por parte de mi pierna. Bajo la mirada y me arrepiento de inmediato.

El cuchillo aún está clavado en mi pierna y no lo puedo quitar por tener las manos atadas en mi espalda. La puerta se abre y cuando pienso que se trata de Stanislav, Iván entra y al verme se acerca corriendo.

- ¡Dios!, mira lo que te acaba de hacer- se arrodilla delante de mi y temblando acerca su mano al cuchillo pero sin tocarlo.

- Necesito que lo saques rápidamente- el niega y yo suelto un suspiro por el dolor- Iván si no lo haces va a ser peor para mi.

Dudoso toca el cuchillo y en menos de dos segundos el objeto está saliendo de mi interior.

- ¡AHHH!- grito por el dolor agudo. La sangre sale a montones- Desatame las manos y quítame la camisa- le ordeno.

- ¿Justo ahora te tiene que dar calor?- ruedo los ojos.

- Hay que parar el sangrado de algún modo- el asiente. Quita los nudos de mi mano y con lentitud desabrocha cada uno de los botones de mi camisa. El traga saliva varias veces y me mira de vez en cuando. Me pregunto si Iván alguna vez ha hecho esto con alguien más o si será virgen.  Deshecho esos pensamientos. Eso no me incumbe.

Me quedo en una blusa de tiros blanca que apenas cubre mi estómago. El amarra la camisa en la herida y lo que alguna vez fue blanco ahora está de color rojo.

- La herida fue penetrante Maddison. Vas a tener una infección si no te atiende algún médico - muerdo mi labio inferior para no soltar más gritos de dolor. Duele como mil demonios - escucha, conozco este lugar al derecho y al revés y he ideado un plan para..

Antes de que el pueda terminar la oración un mafioso furioso entra a la habitación con una pistola en mano y enseguida le da con esta a Iván en la cara.

Cierro los ojos al imaginar el fuerte dolor que debe de tener en su mejilla.

- ¿Qué estabas pensando al ayudarla con la herida?- Iván trata de levantarse pero Stanislav lo tumba con uno de sus pies - ¿Sabes? No me sirves para nada, nunca te he considerado uno de mis sobrinos. Eres un bueno para nada; al igual que tu padre.

- No... lo metas en esto- el pobre chico escupe sangre y se retuerce de dolor en el suelo.

Vaya. Nunca se me había pasado por la cabeza que ambos eran familia. No tienen nada de parecido.

- Déjalo en paz- Stanislav se voltea a mirarme y su mirada es de puro enfado- es sólo un niño.

- Tu no te metas en mis asuntos, no eres más que otra hija de puta buscando el dinero de un niño de mami- hago un intento por pararme de la silla y al realizar la acción mi pierna envía punzadas de dolor por todo mi cuerpo. Que tonta soy. El se ríe y se acerca a mi. Me amarra las manos con la soga más fuerte que antes y se aleja de mi.

- ¿Yo hija de puta?- le sonrió irónica- más quisieras que mi madre fuera compañera de la tuya.

De una sola patada hace que la silla en la que estoy sentada se vaya de lado y se rompa. Caigo boca abajo junto al piso. Las lágrimas salen de mis ojos por todo el dolor. Iván grita mi nombre y comienza a maldecir a su tío.

Contrato Con Mi Jefe [MARSHALL 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora