Capítulo 8

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¡Hola Lectores!
Siento mucho por haberme tardado tanto en actualizar. Pero como ya les había dicho, dejé de escribir capítulos entonces tuve que empezar de nuevo. Por favor les pido mucha paciencia.
Les traigo un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten.

VIII

La fiesta estuvo increíble, ya no volví a platicar con Liam desde la vez que estuvimos en el jardín ya que cuando entré al salón se encontraba con su padre y los Reyes de Italia, no quise interrumpir. Estuve todo el tiempo con Sophia platicando. De vez en cuando volteaba hacia donde estaba Liam y él tambien me miraba, articulaba las palabras "Lo siento", de seguro estaba tratando asuntos importantes. Después como estaba muy cansada decidi retirarme a mi habitación.
Cuando entré fui directamente hacía el balcón, cerré los ojos al sentir la brisa fresca. Y entonces recordé lo lindo que había sido Liam conmigo y las últimas palabras que me dijo, cuando me di cuenta tenía una enorme sonrisa. Moví la cabeza para alejar esos pensamientos. Me metí de nuevo y me cambié para poder dormir. En cuanto me acosté en la cama me quedé profundamente dormida.

...

A la mañana siguiente me levanté por los rayos del sol que entraban por el ventanal del balcón.

—Buenos días mi Lady —me dice Donia que al parecer estaba arreglando el vestidor.

—Buenos días Donia —le digo aún adormilada.

—Iré a prepararle la ducha —dice y se dirige hacia el cuarto de la tina.

—Muchas gracias Donia —me levanto y abro la puerta del balcón para que entrara el aire.

—Ya está listo, ahorita regreso para arreglarla —me dice Donia.

—Si por favor, ya que la otra vez que me arreglé yo sola fue un desastre —hago una mueca y ella suelta una pequeña risa.

—No se preocupe mi Lady, ahorita regreso —me dice y se va.

Me relajé mucho durante todo el baño, lo necesitaba mucho.
Al salir como no vi a Donia comencé a buscar algún vestido sencillo.
Opté por uno azul cielo que me llegaba hasta las rodillas, tenía un poco de volumen comenzando desde la cintura.
Y me puse una zapatillas no tal altas y muy sencillas.
Fui al espejo para mirar el vestido.

—Lo siento mi Lady, tuve que atender unos asuntos de última hora —me dice Donia mientras entraba a toda prisa a la habitación.

—No te preocupes, ¿qué te parece este vestido? —la volteo a ver a través del espejo

—Me encanta, está perfecto para la ocasión —me dice.

—Muchas gracias —me siento frente al espejo para que me pueda arreglar.

Después de unos cuantos minutos terminó de arreglarme.

—Gracias por todo Donia, me tengo que ir —me levanto rápidamente de la silla y salgo de la habitación.

Nunca me había sentido tan entusiasmada durante las mañanas, me sentía muy feliz y no sabía el por qué.

Había llegado tarde al desayuno y como los Reyes de Italia y España estaban muy ocupados, fueron muy temprano a desayunar. Por lo que otra vez fue muy incómodo el desayuno.

Cuando terminé salí del comedor. Me dirigí hacia la oficina de Nicoletta y justo al doblar la esquina choqué con alguien, me tambaleé un poco y éste me agarró de la cintura para no caer.

—Lo siento —digo y al voltear me encuentro con la persona que menos imaginé.
Inevitablemente sonreí.

—America, yo tuve la culpa iba distraído —me dice Liam, quien aún seguía sujetándome de la cintura. Me ruboricé al sentirlo tan cerca de mí.

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