Capítulo 12

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Y al fin regresé! No crean que ya me había olvidado de ustedes, pero les prometo que he estado muy ocupada y no había podido tener un espacio paa escribir. Además como todo ser humano tengo mis propios problemas, y tenía que resolver todo. Espero que me puedan perdonar!
Ya trataré de actualizar cada semana (como antes) o cada 15 días comp fecha límite.
Espero que les guste este nuevo capítulo que escribí con mucho cariño para todos ustedes.

XII

Al día siguiente me levanté y fui directamente al balcón.
Me senté y me puse a recordar todo lo que había pasado la noche la anterior.
Definitivamente había sido de las mejores noches, Liam me sorprendió muchísimo y además me demostró todo el amor que siente hacia mí.
A partir de anoche algo había cambiado entre nosotros, lo único que sabía es que ya somos algo más que simples amigos y también me pude dar cuenta que siento algo por él, que quiero a Liam.

Tocaron la puerta y me sobresalté ya que estaba tan metida en mis pensamientos que me había olvidado de todo lo de mi alrededor.
Fui abrir la puerta y en cuanto la abrí la sonrisa que tenía se borró por completo.

—Hola America —estaba Maxon recargado en el marco de la puerta y tenía una sonrisa.

Me dio tanto coraje que todavía tuviera el cinismo de venir a buscarme y que además me sonriera cómo si no hubiera pasado nada. Pero claro, él no sabía que yo había visto como estaba de cariñoso con Kriss.
No le contesté e intenté cerrar la puerta, pero Maxon puso su pie evitándolo.

—¡Pero qué te pasa! —me decía mientras que con su pie evitaba que yo cerrara la puerta.

—¡No te quiero ver nunca más Maxon! —le grité e hice más fuerza para tratar de cerrar la puerta. Pero fue inútil ya que Maxon la abrió completamente y se metió a la habitación.
Cerró la puerta y se recargó en ella.

—De aquí no salimos hasta que me digas que pasa —sonrió con el mismo cinismo y a punto de reir.

—!¿Que?! ¿Se te hace muy chistoso? —me crucé de brazos.

—Verte así, la verdad sí —soltó una carcajada.

—¡Vete! ¡Ya no te quiero ver Maxon!—le grité y con toda la fuerza que tenía fui a pegarle en el pecho pero al parecer a él le parecía muy graciosa la situación porque no dejaba de reír.

—Ya basta America —me decía mientras seguía riendo.

—No estoy jugando Maxon, es enserio —me separé de él y fui a sentarme en la cama.

—America ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así conmigo? —frunció el ceño.

—¡Ya déjame Maxon! Ve con tu amada Kriss —le aviento una almohada pero alcanza a esquivarla.

—No sé de que me estás hablando America —se fue acercando a mí, pero yo en cambio le seguía aventándole almohadas. Pero todas las atrapaba en el aire o simplemente caían lejos de él.

—¿No te recuerda algo que pasó ayer? —se queda pensando un momento y después reacciona.

—Nos viste ¿verdad? —suspiró y se pasó una mano por el cabello.

—Sí Maxon, y tú estabas muy cariñoso con ella —sumergí mi cabeza en una almohada.

—Ey, no es lo que piensas, enserio —delicadamente me quitó la almohada y levantó mi menton.

—¿No? —suspiré y me alejé de él.

—America por favor escúchame, tenemos que aclarar esto —me abrazó por atras y yo forcejeaba pero era inútil poder soltarme de él.

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