Sorry, soy una chica Yeta

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Habían pasado 3 días de mi querido accidente sanguíneo.
Nadie cachó excepto Natsu, quien terminó ayudándome a pagar una falda de mi colegio. Es más corta por lo que Levy me webea.

La mancha de mi antigua falda no se quitó, por lo que mamá con amor la arrojó a la basura. Tocaron el timbre y se sentían los cabros chicos salir desesperados.

— Oye weona, no me puedo parar— modulé entre dientes un tanto molesta por andar con la regla.

— Te quedai en el colegio po Jajajaa párate luego asopá— Claro, como ella no es la que se está desangrado.

Me puse de pié, pero fue horrible.
Caminamos hasta el comedor, había un almuerzo tan perfecto... a quien engaño, los tallarines estaban pegados y sin sabor... Grande Junaeb.

Cuando llegué a casa me sentí con un dolor horrible de estómago.
Arrojé la mochila, aseguré el teléfono y entre al baño.

Media hora después me percaté que no había papel.

— Vieja ¡No hay confort!— ahora que recuerdo mamá está en su trabajo.

Kowalsky, opciones.
Comencé a pensar sola y mirar a todos lados, revisé mis bolsillos y tenía una hoja de cuaderno arrugada. No, ni cagando me limpio con esto.
Aunque estaba haciendo del dos así que ... ¡No wn, no!
No me quedó remedio que darme un baño.

Al salir miré mi celular.
Entré a Facebook y todos los jodidos estados decían "Junaeb qla".
Intoxicaron a medio colegio con el almuerzo... y solo por eso el viernes estábamos libres.
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Al día siguiente fui al centro a juntarme con Levy. Ella terminó vomitando por el almuerzo así que hoy compraría yerbas medicinales y como la muy pava no le gusta estar sola...

— ¿Lucy?— Escuché una voz masculina tras de mí.

— Oh, Hola Natsu— olvidé que trabajaba en la tienda de ropa— ¿Estai en colación?

— Si, pero el lunes podré volver— Sonrió ofreciéndome papas fritas, no saqué porque no tenía hambre— ¿También enfermaste por la comida del cole?

— Quien no— Mencioné cansada— Fijaron prueba de matemáticas, por si nadie te dijo.

— Me estai... Gray culiao no me avisó— Musitó enojado— ¿Podrías enseñarme? Falté una semana.

— Si, claro.

No podía negarme, no luego del accidente.
Alto.
Irá a mi casa o yo a la de él.
¿Por qué agarró confianza conmigo?
¡Que está pasando aquí!
Me imagino demasiado, creo que debería dejar de leer novelas de wattpad.

Cuando Natsu se fue, Levy me golpeó el trasero y ronroneó como gato, alzando su cejas arriba y abajo.

— No.

— ¿Y que fue eso de "Si claro"?— Enfatizó con voz de pito y haciendo gestos— Te pelaste.

— Lo dice la que se flechó por el ayudante del profe— Ahí quedó po.

— Tú le miraste el trasero y por su puesto que yo también— Nos miramos mutuamente y rompimos en risa.

Al final Levy compró las hierbas y yo me quedaba con la duda de porqué Natsu me había pedido ayuda a mi.

Cuando sepa que tengo promedio 4.3 se va a ir de culo.