Sorry, soy una chica Yeta

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Natsu me dejó a una cuadra de la casa. Igual le agradecí, tampoco quería agarrar pelea, menos con una tipa tan callampa.

Eran las 7:30am del otro día y Juvia tomó la misma micro que yo pero en distinto lugar. Cuando me vio rodó los ojos y no se dignó a mirar en donde estaba.
Ay... como me duele esto. Hahaha...

Bajamos casi juntas, solo que yo lo hice por la parte de atrás.
Caminé hasta la entrada del cole, igual iba tarde y no se veía nadie. Todo bien hasta que me agarró la mochila y me tiró hasta el suelo. Caí de poto.

— Oww... su pololo no la fue a buscar ¿Te fue a dejar a la casa para culiar?— me puse de pié de forma digna y sacudí mi falda.

Puse los ojos en blanco y la ignoré completamente. Mal momento para estar solas porque se quería desquitar a full.
Me agarró del pelo y yo también hasta que la voz de un adulto hizo que parara la pelea. El profe Jellal llamó al guardia y nos separó a las dos.

— ¡Basta! Esto es un colegio, no un ring de pelea— sentía que me levantaba de tan alto que era.

— Ella comenzó profe— Dijo Juvia con voz de inocente.

— ¿Entonces ella se cayó a propósito?— la regañó.

Adivinen quién está calladita.

El pelo me quedó horrible de enredado, nos llevaron a la oficina pero gracias al profe no pasó a nada. Juvia fue la primera en irse de su oficina y quedé sola.

— ¿Estás bien?— Preguntó con ternura. O mai gash. El ventilador hace que su pelo se mueva tan bonito...

— Si, gracias profe— me puse de pié y él me acompañó a mi sala. Obvio iba más atrasada y no me dejarían entrar.

Sus manos se posaron sobre mis hombros de forma paternal. Estaba en otra... ni escuché que le dijo al profe de Educación Física para dejarme entrar.

Levy corrió a donde mi y el profe Jellal se fue.

— ¿Estai bien?— me revisó por completo— Te juro que aunque sea enana le saco la conches...

— Me enamoré— sentí mariposas vomitando dentro de mí.

— Cuentate una nueva po— Dejó de reírse hasta que me puse seria— ¿La legal?.. Espera, cupido se puso weon ¿O te gusta el profe?

Me bajaron de la nube en un toque de silbato y aceleré el paso cuando oí mi apellido. Tenía que ponerme el buzo del colegio... Que paja cambiarse.
Fui a la sala, dejé los cuadernos y me fui al baño a cambiar mi ropa.

Cuando salí, me encontré a Natsu llenando una botella con agua. Vi como se lavó la cara y se mojó de más.

— Deja de gastar agua— al verme cerró el grifo.

— Llegaste tarde— dijo antes de arrojar un poco de agua— ¿Pasó algo con Juvia?

Mordi mi labio pensando en el momento que llegó el profe a salvarme. La voz de Gray se escuchó desde las escaleras y nos volteamos.

— Buena weon— Se saludaron— Oh, Hola Lucy, ¿Han visto al tío de las fotocopias?

— No— respondimos al unísono.

— Aaa, buta la wea no lo encuentro— Frunció el labio— ¿Juvia está en el patio?

— Si ¿Por?— Pregunté y la cara de Natsu se desfiguró.

— Nada— Se miró cómplice con Natsu— Gracias cabros.

Al irse lo pude notar. Natsu estaba inquieto e incluso cambió hasta la forma de hablar conmigo.

— Con que de otro colegio...— musité lo suficientemente alto para que él me oyera— Tení mal gusto weon.

Y me alejé de él. A Natsu le gustaba Juvia y encima la tipa esta cree que andamos juntos...

Y ni siquiera eso fue lo peor del día.
Perdí la goma y mi mamá me saco la chucha, está en dicom por tantas cosas que pierdo.