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Natsu esperó a que la enfermera tomara su licencia médica, se sentó a mi lado todo molestoso.

— Así que el profe te serrucha el piso ehh— Le fusilé con la mirada— lleva poquito más de dos semanas.

— Te pasai rollo— Le miré pero aún así estaba serio— ¿Estai bien?

Negó con la cabeza.
Me quité el hielo de la nariz y por primera vez así toda confiada le toqué el pelo, le hice piojito para que se relajara. Me da penita, trata de sonreír pero no puede.

— Oye, ¿Y si vamos a clase?— Tiró como si no quiere la cosa.

— Te van a webear, si tenía la nariz como manzana— dijo con voz de tuto.

— ¡MENTIROSO, hace cinco minutos dijiste que estaba nomal!— Grité.

Total la enfermera era como el culo y se iba altiro. Es lo único que hace, si te duele algo, agüita de hierba, si te hiciste un corte su parche curita. ¿Y si te rompes la pierna? Te pone 50 parches con hierba.

— Oye, ¿trajiste ropa de cambio? Tienes manchada la polera— Indicó

Por la cresta, alguien pensaría que me llegó la regla otra vez, no vi mi polera y habia caído bastante sangre, ¿que pesarían los cabros chicos que me vieron?

— Tengo aquí en mi bolso, pero... sale no me veas— Se quedó pensando y de un saltito super no homo salió y cerró la puerta.

Me dio más frio que la cresta, me costó pillar la polera y encima estaba al revés la wea.
Estornudé como 3 veces luego de ponérmela.

— ¿Te está dando frío?— Me miró riéndose de mi piel de super pollo— Ya oh, toma, vamonos a la sala.

Me pasó una bufanda que traía. No calmaba del todo el frío que en ese momento tenía, pero estaba calentita. ¿Que perfume usa Natsu? Que vergüenza, y yo que uso colonia de guagua.

Me tapó la sufiente nariz de rodolfo que tenía y pasó super piola...
Bueno no todo fue piola, porque la enana esta me alzaba las cejas de forma perturbadora solo por llevar la bufanda de Natsu.

— Se peló— Dijo entre risas— mientras no haya sobrino todo genial.

— Me quiero ir a casa, pero se viene la clase de Jellal— Agarré mi cuaderno que estaba escrito como niño de quinto básico.

Tenía tanta materia que yo misma estaba impacta, buta que era lindo el profe, si usaba esa chaqueta que le daba un aire más joven aún. Encima pasó por al lado mio y no sé si me confundí, pero tenía el mismo perfume de Natsu... me pasé ene de películas.

Estai roja— Dijo Levy preocupada— ¿Teni fiebre?

— Tengo calor, la bufanda es calentita y encima el aire de la sala está pesao.

Y no era chiste, afuera habia un aire limpio... no tan limpio si está lleno de humo.
La cosa es que de tan roja que estaba el profe vino así piolita cuando nadie pescaba, tocó mi frente y en realidad estaba ardiendo.

— ¿Se siente bien señorita Heartfilia?— Me fui a la B cuando lo dijo.

— Ahh...

— Si profe, si tiene algo de calor no mah— Dijo Levy cuando el profe dejó de tomar mi frente.

Me hice la valiente.
No queda de otra.
Levy se quedó a un taller y me fui sola pa' la casita. Caminaba super pava, no podía creer que Natsu tenía el mismo perfume del profe más rico del mundo.
Pero a veces se me pasa la mano de weona.

¡La puta madre pisé caca!

— Wena, wena, wena...— Dije cuando casi me saco la cresta por no ver sendo mojón.

Miré para todos lados y traté de limpiarme el zapato en el pastito, o eso haría mi mami.
Mientras me limpiaba llegó un perro moviendo la colita, con la hermosa cara de "Hola, pisaste mi caquita".

— Ja ja, muy gracioso perro cu...— sentí una mano sobre mi hombro y se me pararon hasta los pelitos de las piernas.

— ¿Y que tienes contra el perro?— Mencionó un sonriente Natsu— Míralo, ¡hola chico!

Que no se de cuenta que pisé mierda.
Que no se de cuenta que pisé mierda.
Que no se de cuenta que pisé mierda.

— Huele a caca.

La concha de...

— Debe ser el pasto, tu casa sigue quedando pal otro litro poh compadre, ¿me estai siguiendo otra vez?— cambié el tema y Natsu dejó de acariciar al perro cagón.

— Te llevas mi bufanda.

Sorry, soy una chica YetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora