Una vez que los dos price llegaran al hotel, Anahí decidió subir a su cuarto.
- ¿y ahora como llego a mi cuarto?- pregunto la joven al soldado de elite.
- Puedes preguntar en resección- respondió Sandro señalando con el dedo el puesto donde se encontraba un señor de unos 50 años, vestido pulcramente con una camisa blanca y un saco por encima de esta, para terminar la vestimenta un corbatín perfectamente ubicado en el cuello de su camisa. La joven se acercó hasta el señor.
- Buenos días- saludo Anahí.
- Buenos días señorita, bienvenida al hotel The Venetian.
- Disculpe, creo que hay una reservación a mi nombre- inquirió la joven.
- ¿Es usted soldado?- pregunto el señor.
- Afirmativo- respondió la joven.
- Espere un momento por favor- dijo el señor mientras pasaba su mano por el escritorio mientras aparecía una gran lista de nombres en una pantalla holográfica- busque su nombre, si está allí, el número de su cuarto también debería.
Anahí comenzó a buscar su nombre por la gran lista, con su dedo índice deslizándose por el holograma para buscar su habitación, hasta que lo encontró, era la habitación 236 en el cuarto piso.
- Es la habitación 236- dijo al encargado, este empezó a buscar la tarjeta de ingreso, una vez que la encontró se la dio a Anahí, quien después de agradecer se giró para localizar a Sandro, pero este ya no se encontraba en la habitación, Anahí exhalo profundamente. De uno de los pasillos apareció Sandro con 3 platos con comida flotando alrededor de él.
- No pareciera que comieras tanto- dijo Anahí.
- No es todo para mí- dijo sonriendo- iré a ver a los chicos, por cierto si quieres comer algo puedes ir al comedor que está siguiendo el pasillo detrás de mí- informo Sandro.
- Gracias, lo visitare más tarde, primero quiero ducharme- respondió.
- Típico de las mujeres- dijo irónicamente Sandro- nos vemos luego.
- Chao, cuídate- dijo sonriendo.
- ¡Ah!- exclamo Carl cuando Steven lo lanzo al suelo.
- No todo es fuerza- dijo Steven en posición de combate- la habilidad también cuenta.
- No me creo que te haya entrenado el almirante Matías- dijo Gabriel, los de la elite central habían sido entrenados directamente por el comandante.
- A diferencia de ustedes, yo era un neutro hasta hace algunos días.
- Dijiste que el almirante Matías te había entrenado- dijo Steven- pero yo no veo eso.
- El vejestorio ese solo me enseño lo básico de lo básico.
- Levántate y ponte en guardia- dijo Steven.
Carl se levantó a regañadientes, coloco su puño izquierdo a la altura del su ojo y el derecho por la barbilla, los pies un poco separados.
- Mal- dijo negando Steven- los puños están bien ubicados, pero ese no es mi estilo, cierra un poco más los codos para cubrir las costillas, las piernas no están bien- dijo mientras se acercaba y corregía la posición del joven- pon la pierna izquierda más al frente y la derecha vertical a tu hombro, eso, un poco mejor ahora.
Steven también se colocó en guardia, aunque muy diferente a la de Carl, él ponía sus piernas menos separadas y flexionadas, el puño derecho a la altura de sus costillas y el brazo izquierdo colocado verticalmente hasta el codo, el antebrazo subía para quedar también verticalmente dejando el puño a la altura del ojo, una perfecta posición de Karate, contra él no tan buen Muay Thai de Carl.
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El Resurgir De La Tierra
Science FictionCuenta la historia de Carl, un chico común y corriente, parecido a todos los de su espécie, excepto por algo...